Catalina Abrego

-Hijo por favor escúchame debes tranquilizarte mi vida. No hagas caso a las palabras de ese hombre mi amor soy tú mamá Denn. No importan las circunstancias –Trato de guardar la calma necesito concentrarme para que esto no llegue demasiado lejos mi Dios.

Mi pequeño niño entre mis brazos está temblando todo su cuerpo se mueve espasmódicamente ¡No mi cielo una crisis después de tanto tiempo! No por favor todo por mi culpa.

¿Por qué expuse a mi hijo? A un malvado.

-Mi amor presta atencion a mami, por favor… bebé, me estas asustando –Esto es tan difícil ¡Santo cielo! No debo permitir que avance más esta crisis –Denn, respóndeme cariño. Mami te está hablando.

Pero mi niño niega con su cabecita contra mi estómago sollozando como un cachorro herido.

-Ese hombre… dijo, ¿Qué no eres mi madre?... dime, ¿Qué ese hombre está mintiendo mamá? –Dice, mi hijo entre lágrimas.

Quisiera mentirle pero no es la mejor estrategia en este momento ¡Por qué ya se abrieron esas puertas y s