Sara sonrió negando. “¿Qué es?”.
Alex la observó. “Quiero un hijo tuyo y mío”.
Sara frunció el ceño. “¿Un hijo… de ambos?”.
“Si”. Alex se levantó y acarició su mejilla. “Quiero que tengamos un hijo, quiero algo de ti, para mí”.
Sara se alejó de él confundida. “No sé qué decirte, yo… necesito pensarlo”.
Alex sonrió. “Sabes que lo que me propongo lo obtengo, bueno excepto tu corazón”.
“Me iré hoy para pasar el fin de semana en el pueblo, hablaré con Aldo”. Para Sara sería muy difícil que Aldo aceptara, Alex y él no se agradaban en nada.
Alex miró a Sara. “Dan quiere una oportunidad… se la daré”.
Aldo río. “Si, quiero muchos hijos contigo”. Sara negó con la cabeza riéndose de las ocurrencias de Aldo.0 “Hablando de eso… necesito preguntarte algo”. Aldo la miró esperando a que hablara. Sara le explicó. “Alex me pidió que hiciera algo por él… yo nunca me negaría, pero no sé qué piensas tú”. Aldo la tomó de la mano. “Hablemos en la habitación”. Al cerrar la puerta Aldo empezó a desvestirla besando su boca. “Aldo dijiste que hablaríamos”. Él se detuvo y la miro. “Lo estamos haciendo, yo te escucho mientras te desnudo para mí”. Ella le explicaba mientras dejo que él siguiera desnudándola y besando su cuello. “Alex quiere un bebe conmigo”. Aldo se detuvo y la miró frunciendo el ceño. “¿Qué?”. “Alex me pidió un hijo, claro que no en este momento, puede ser en un año o dos”. Aldo preguntó. “Tú ¿Estás de acuerdo?”. Sara le explicó a Aldo mirándolo fijamente. “Alex estuvo con
Llegó a su departamento y observó alrededor, todo estaba en silencio, entró caminando hacia su habitación, se sentó en la orilla de su cama recordando lo que vio hace un rato y sus lágrimas corrieron, le dolía en el alma volver a creer en alguien y que esa persona le haya fallado, de nuevo la engañaron y ella tenía la culpa, no debió aceptar esta relación con Frank, a pesar de que el tiempo que estuvieron juntos fue increíble y Frank demostraba ser una persona cariñosa, leal y madura a pesar de su edad, el mundo del espectáculo era difícil y con muchas tentaciones. Años antes tenia un novio que quería mucho, era cariñoso y atento, pero de un tiempo cambió todo y él se fue alejando, ella trató de salvar de muchas maneras la relación, pero se dio por vencida cuando lo encontró besándose con otra chica en el estacionamiento del campus, el juraba que nada pasaba entre él y la chica, pero ella ya no creyó más
“Si, ella vino temprano por la mañana, discúlpame con ella por todo el desorden”.Frank regresó a la habitación pensando en lo que Mike dijo, llamó al número de Amanda, pero lo mandó al buzón, se cambió y salió de su habitación topándose con una chica. “Hola. Oye disculpa por lo de anoche, estaba muy borracha”.Frank la miro. “¿Qué pasó anoche?“Yo dormí en el piso de tu habitación”. Ella se acarició la oreja apenada.Frank la miro y camino hacia la puerta para irse, la otra chica que estaba con Mike le dijo. Tu novia vio a mi prima en tu habitación, pero se fue enseguida, ni siquiera saludo”.Frank miró a la mujer y después a Mike que entendió todo. “Amanda… Maldición”.Salió del departamento rápidament
Aldo lo miró preguntando. “¿De verdad quieres volver con ella?”. Frank afirmó. “Si, me gusta mucho… creo que estoy enamorado como tonto de ella y lo único que quiero es tenerla a mi lado”. Aldo se levantó y tomó el último trago de cerveza. “Vamos”. Frank frunció el ceño. “¿A dónde?”. Aldo ya caminaba hacia la puerta del bar y se giró diciendo. “A buscar a Amanda”. Frank se levantó siguiendo a Aldo, llegaron a la cabaña, se bajaron de la camioneta en silencio, Aldo lo llevó al pasillo de la propiedad y empezó a trepar por la pared y la cañería del techo. Frank lo miraba lo ágil que era, como si lo hiciera muy seguido. Aldo se giró. “¿Viste donde pise?, sigue y sube”. Frank subió detrás de él, Aldo llegó a una ventana donde Sara conversaba con Amanda, Aldo giro para ver a su hermano pidiendo que no hiciera ruido. Frank asintió. Aldo le hizo una seña a otra ventana y Frank camino para entrar, la habitación estaba e
Ella se sonrojo pensando en su novio Eduardo, esperaba que a él también le gustará”.Gracias Aldo, es una gran ocasión, estoy tan feliz por ti, al fin podrán estar con Sara.Aldo admitió las palabras de su hermana. “Si, debemos irnos se hace tarde”.Él le pidió a su hija. “Sube a la camioneta”. Ella corrió hacia la camioneta feliz, moviendo su vestido.Aldo miró a su hermana y se extrañó al ver la mirada de Aldo. “¿Qué pasa?”.“Miriam estuvo en mi casa”. Él explicó lo que pasó hace unos minutos.Elena preocupad
Alex entró encontrándose a las dos mujeres casi llorando. “Dejen de llorar, se supone que las bodas son pura felicidad”. Sara miró a Alex. “Viniste”. Se lanzó a él abrazándolo. Alex la tomó en sus brazos oliendo su aroma embriagador. “Claro que vine no podría dejarte sola en un momento tan importante”. Alex decía esas palabras con gran dolor en el corazón. Dan entró detrás saludando a Amanda. “Te ves hermosa Amanda”. Ella sonrió. “Gracias Dan, es bueno que estén aquí”. Amanda llevaba él mismo vestido que Elena, ellas eran las damas de honor. Dan se acercó a Alex y Sara, felicitó a la novia. “Sara te deseo lo mejor en esta nueva
Frank se acomodó en el escenario junto con otros músicos, Aldo le hizo la seña y ambos hermanos se sonrieron. Frank empezó a cantar la canción que Aldo dedico a Sara: Only You - The Platters Ellos bailaban al ritmo de la música mientras Aldo le cantaba a Sara mirándola fijamente. Only you, can make all this world seem right Only you, can make the darkness bright Only you, and you alone, can thrill me like you do And fill my heart with love for only you A-ha Only you, can make all this change in me
Alex escuchó los gritos y corrió hacia la habitación encontrando a Sara llorando, tenía en sus brazos a Aldo quien trataba de consolarla entre palabras cortadas mientras sus ojos se abrían y cerraban tratando de aguantar el dolor. Alex se acercó notando la sangre en su pecho. Sara cubría la herida y hablaba con Aldo. “Por favor, por favor, no me dejes, no me dejes…” Ella estaba en shock. Alex quitó la mano de Sara y abrió la camisa de Aldo, notando la entrada de la bala, lo giró despacio tratando de no lastimarlo para buscar el orificio de salida, pero no lo encontró. “¡Sara!” Alex le gritó para que lo mirara. “Debemos llevarlo al hospital”. Ella asintió nerviosa, besó los labios de Aldo susurrando. “No puedes morir… estoy embarazada, no nos puedes dejar”. Aldo sin p