Ella miró a las personas mientras les sonreía acarició el brazo de Aldo. “No te he visto en días y en la boda te escapaste de mí, quería bailar contigo”.
“He estado ocupado”. Él contestó cortante alejando la mano.
Alguien la llamó y se retiró, Frank miró a Sara molesta. “Nicolas, vamos a lavarnos las manos, ven”.
Sara seria le dijo. “Al parecer se conocen bien…”
Aldo miró a Sara. “Salí con ella un tiempo, quería olvidarte”.
Frank y Nicolas regresaron. Una de las encargadas del lugar llamó a Sara.
Ella se levantó y caminó hacia la cocina “Tienes una llamada”.
Sara agradeció y tomó el teléfono. “Hola”.
Ella siguió hablando. “Él es mi mejor amigo y lo amo, pero es solo una amistad, nos entendemos y hemos sido compañeros durante estos años”. Ella tomó la mano de Aldo mirándolo a los ojos. “Yo te amo de una forma que jamás imaginé, eres el hombre que hace latir este corazón de forma desenfrenada, nunca en todos estos años he podido olvidarte, a pesar de que trate, tú siempre fuiste parte de mi pasado, eras mi presente cada día y quiero que seas mi futuro”. Aldo sonrió al escucharla y acarició su mejilla. “Necesito saber si tienes una oficina o algún departamento cerca de este lugar”. Sara confundida preguntó “¿Por qué?”. Él la miraba. “Necesito hacerte el amor en este instante”. Ella se ruborizo. “No es momento…” Ella rec
゛・。☆。・AMANDA・。☆。・゛ “Doctora Gálvez, el paciente de la cama 123 necesita el alta”. Amanda asintió tomando el registro del paciente, lo leyó. “Gracias Doris”. Camino hacia la habitación. Llegó al lugar y entró sonriendo. “Buenos días, señor Rodríguez ¿Cómo está hoy?”. En la habitación una pareja de ancianos, disfrutaban de su almuerzo y una charla juntos. El hombre mayor observó a la linda mujer. “Buenos días Doctora, estoy mucho mejor gracias. ¿Cuándo podré irme?”.<
Ella asintió sin hablar y Frank la tomó de la mano llevándola hacia el edificio, entraron al ascensor donde se besaron hasta que llegaron a su piso, al entrar al departamento Frank la cargo y ella se abrazó de sus piernas, la colocó en la mesita de la entrada para besarla por el cuello y la clavícula apasionadamente mientras tocaba algunas partes de su cuerpo que la encendían. ・Sara・ Cuatro semanas pasaron, Sara cuidaba de Alex, los viernes por la noche ella viajaba para ver a Aldo en el pueblo y regresaba los domingos por la noche, estaba muy cansada pero ambos hombres eran importantes para ella. Amanda conversaba con Sara y Alex. “Supe que Dan tuvo una pelea con su padre en el hospital”. Sara asintió. “Si, Jackson me habló sobre eso, quieren que despida a Dan”. Amanda reclamó enojada. “¿Pero por qué? Su trabajo es de los mejores en todo e
Sara sonrió negando. “¿Qué es?”. Alex la observó. “Quiero un hijo tuyo y mío”. Sara frunció el ceño. “¿Un hijo… de ambos?”. “Si”. Alex se levantó y acarició su mejilla. “Quiero que tengamos un hijo, quiero algo de ti, para mí”. Sara se alejó de él confundida. “No sé qué decirte, yo… necesito pensarlo”. Alex sonrió. “Sabes que lo que me propongo lo obtengo, bueno excepto tu corazón”. “Me iré hoy para pasar el fin de semana en el pueblo, hablaré con Aldo”. Para Sara sería muy difícil que Aldo aceptara, Alex y él no se agradaban en nada. Alex miró a Sara. “Dan quiere una oportunidad… se la daré”. Aldo río. “Si, quiero muchos hijos contigo”. Sara negó con la cabeza riéndose de las ocurrencias de Aldo.0 “Hablando de eso… necesito preguntarte algo”. Aldo la miró esperando a que hablara. Sara le explicó. “Alex me pidió que hiciera algo por él… yo nunca me negaría, pero no sé qué piensas tú”. Aldo la tomó de la mano. “Hablemos en la habitación”. Al cerrar la puerta Aldo empezó a desvestirla besando su boca. “Aldo dijiste que hablaríamos”. Él se detuvo y la miro. “Lo estamos haciendo, yo te escucho mientras te desnudo para mí”. Ella le explicaba mientras dejo que él siguiera desnudándola y besando su cuello. “Alex quiere un bebe conmigo”. Aldo se detuvo y la miró frunciendo el ceño. “¿Qué?”. “Alex me pidió un hijo, claro que no en este momento, puede ser en un año o dos”. Aldo preguntó. “Tú ¿Estás de acuerdo?”. Sara le explicó a Aldo mirándolo fijamente. “Alex estuvo conCAPITULO 58 EL ESTA OCUPADO
Llegó a su departamento y observó alrededor, todo estaba en silencio, entró caminando hacia su habitación, se sentó en la orilla de su cama recordando lo que vio hace un rato y sus lágrimas corrieron, le dolía en el alma volver a creer en alguien y que esa persona le haya fallado, de nuevo la engañaron y ella tenía la culpa, no debió aceptar esta relación con Frank, a pesar de que el tiempo que estuvieron juntos fue increíble y Frank demostraba ser una persona cariñosa, leal y madura a pesar de su edad, el mundo del espectáculo era difícil y con muchas tentaciones. Años antes tenia un novio que quería mucho, era cariñoso y atento, pero de un tiempo cambió todo y él se fue alejando, ella trató de salvar de muchas maneras la relación, pero se dio por vencida cuando lo encontró besándose con otra chica en el estacionamiento del campus, el juraba que nada pasaba entre él y la chica, pero ella ya no creyó más
“Si, ella vino temprano por la mañana, discúlpame con ella por todo el desorden”.Frank regresó a la habitación pensando en lo que Mike dijo, llamó al número de Amanda, pero lo mandó al buzón, se cambió y salió de su habitación topándose con una chica. “Hola. Oye disculpa por lo de anoche, estaba muy borracha”.Frank la miro. “¿Qué pasó anoche?“Yo dormí en el piso de tu habitación”. Ella se acarició la oreja apenada.Frank la miro y camino hacia la puerta para irse, la otra chica que estaba con Mike le dijo. Tu novia vio a mi prima en tu habitación, pero se fue enseguida, ni siquiera saludo”.Frank miró a la mujer y después a Mike que entendió todo. “Amanda… Maldición”.Salió del departamento rápidament
Aldo lo miró preguntando. “¿De verdad quieres volver con ella?”. Frank afirmó. “Si, me gusta mucho… creo que estoy enamorado como tonto de ella y lo único que quiero es tenerla a mi lado”. Aldo se levantó y tomó el último trago de cerveza. “Vamos”. Frank frunció el ceño. “¿A dónde?”. Aldo ya caminaba hacia la puerta del bar y se giró diciendo. “A buscar a Amanda”. Frank se levantó siguiendo a Aldo, llegaron a la cabaña, se bajaron de la camioneta en silencio, Aldo lo llevó al pasillo de la propiedad y empezó a trepar por la pared y la cañería del techo. Frank lo miraba lo ágil que era, como si lo hiciera muy seguido. Aldo se giró. “¿Viste donde pise?, sigue y sube”. Frank subió detrás de él, Aldo llegó a una ventana donde Sara conversaba con Amanda, Aldo giro para ver a su hermano pidiendo que no hiciera ruido. Frank asintió. Aldo le hizo una seña a otra ventana y Frank camino para entrar, la habitación estaba e