Desesperadamente intenté levantarme y volver a correr, pero sentí una punzada y mi piel abriéndose, el dolor y ardor se esparcía desde mi espalda hacia una de mis piernas.
— ¡AH! —exclame de dolor.
El ruido de un animal deslazándose violentamente sobre las hojas y las ramas se escuchó mientras mi corazón no podía dejar de latir con rapidez.
Apoyé el peso sobre mis manos no podía arrastrarme más solo sentí el frio chocar con la piel lastimada de mi espalda.
—¡¿Qué es lo que quieren?! —dije tratando de contener las lágrimas.
Solo sentía la molestia de mi pierna y como las hojas secas rosaban mi piel lastimada.
La bestia de ojos rojos me miraba lleno de malicia como si estuviese a punto de atacarme de nuevo.
¿Qué podía hacer? No tenia fuerzas y estaba herida.
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Parpadee varias veces hasta que mis ojos se acostumbraban a la luz del sol que entraba por la ventanilla.Mire hacia arriba y era el mismo techo que había visto en varias oportunidades, gire mi cabeza pero en ese mismo sentí un hormigueo mezclado con dolor esparcirse por toda mi espalda.— Auch —me queje del dolor.— Al fin despertaste fantasmita… —el joven de la otra camilla giro su cabeza y se reincorporó para luego sonreírme.Le sonreí de la misma y lo observé su torso estaba desnudo con una venda que cubría su hombro hasta sus costilla pero de un lado.Era afirmativo que habíamos salido lastimados del ataque pero mi curiosidad mayor era saber que había sucedido con esas bestias.Intente sentarme al igual que el pero el dolor volvía a aparecer esparcirse por mi espalda hasta una de mis piernas.— Yo que tu no haría eso
Me mire una vez mas al espejo controlando que las cicatrices no se hubiesen abierto de nuevo.—¡Ya deja de mirarte! ¡Estas loca si piensas que se abrirán! —exclamo Eider de pie en la puerta del baño.Tres rayas se extendía desde mi espalda hasta la parte trasera de mi muslo derecho.Tome aire y salimos de allí, nos dirigimos hacia la clase con el profesor Gaslor.Todos los de mi grupo ya estaban reunidos allí. Me pare al lado de Brais que miraba hacia delante con el ceño fruncido. Ninguno de los dos tenia vendas y para ser cuatros días de recuperación había sido bastante rápido.A pesar de los intentos de que las cicatrices no quedaran fueron en vano ya que seguían a la vista en nuestros cuerpo.—¿Entonces lo mas probable que el próximo año sea la competencia? —pregunto Tigor mirando al profesor.&mdash
Mis tenis se hundieron sobre una blanda superficie abrí mis ojos y avance sintiendo como otra vez la arena se metía en la tela de los tenis.Levante la mirada y allí estaba ese cielo cubierto de nubes amenazando con querer llover.<< Otra vez en casa >>Observe todo a mi alrededor la playa desierta y por una extraña razón el mar estaba en movimiento. A lo lejos se percibía el ruido de la ciudad, los automóviles, las bocinas y las personas.Camine por la playa y llegue a la parada del bus.La ciudad estaba igual a cuando me fui nada había cambiado.Mi hogar estaba igual la misma casa, el jardín y las flores.Entre a mi hogar y mis padres no estaban allí, saque mi teléfono que no lo había utilizado por un tiempo y las notificaciones, mensajes y llamada, la mayoría eran de Einar empezaron a llegar.Me dirigí a mi
Una calle a las sombras de la oscuridad de la noche… un hombre desconocido… el sonido de fuertes pisadas… empieza a correr como si huyera de algo o de alguien… encerrado en un callejón sin salida… el rostro horrorizado de aquel sujeto… y finalmente el sonido de un disparo… Abrí mis ojos sintiendo como mi respiración estaba agitada mi pecho subía y bajaba haciéndome sentir ahogada. Tome aire tratando de tranquilizarme, no era nada nuevo aquel sueño que no parecía tener sentido. Mire directo al escritorio en la otra punta de mi cuarto el pequeño rombo dentro de un cristal no paraba de girar. Los rayos de sol apuntaban justo a los pies de la cama, me puse de pie y fui directo al baño. Mi reflejo mostraba el sudor que empapaba mi frente y las oscuras ojeras que adornaban debajo de mis ojos. El mundo normal… nada cambiara y solo debes sobrevivir. Era una pesadilla mas de las tantas y que había aprendido a convivir con ellas desde hacía años. Las pesadillas que siempre tenía aparecían
Solo sucedió una vez en la que me sentí el centro de atención y fue cuando Lexia una chica de mi curso tuvo contacto físico conmigo, al contarlo cualquiera que no me conoce diría que estaba loca pero fue así. La cafetería era demasiado moderna como para alguien que ha crecido en el pasado, una mujer no depositaba sus pure con una cuchara, solo la pantalla táctil y un triste robot había suplantado la actividad humana o la mayor parte de ella. Mi vida era monótona, simple e igual, hice la fila junto a una chica regordeta que se encontraba a mi lado. Las risas a mi otro lado eran molestas el fastidioso y soberbio Brais, con su grupo de amigos. — ¡Maldita sea quiero mi albóndiga! —grito la niña a mi lado golpeando la pantalla que tenía en frente. Los quejidos de la chica eran molestos, mi vista se mantenía sobre bandeja y mis manos estaban inquietas. — ¡Carajo! —la niña colorada parecía pronto entrar en una crisis de nervios. Algo dentro d
El mar, ese mar que parecía artificial por el color de sus aguas tan claras. Un cielo cubierto de nubes algo que no era nada nuevo. Todos los días estaban nublados. Sentía el nerviosismo correr por mis venas, mis manos sudorosas y sin poder dejar de morder mi labio inferior. Ese era mi momento donde por primera vez me verían hacer algo qur no fuese en mi intento de camuflarme para pasar desapercibida. Debía demostrarles a todas esas personas que era mucho mas de lo que ellos decían. Tome aire y ajuste el abrojo de los squips, la malla que tenia puesta era apretada y de color negro, mi cabello recogido en una coleta de caballo. Volví a mirar hacia el sector donde se encontraban los demás estudiantes y familiares de los participantes. Mis padres se veían tan lejos, pero allí estaban acompañados de Einar, que con sus miradas me generaban solo seguridad. — Lo harás bien confió en ti —dijo Einar que apenas pude escuchar lo q
En toda esa semana había tenido el mismo sueño y mis pensamientos divagaban sobre el. Un sueño tan distinto a cualquier otro que pude haber tenido, no era una pesadilla pero como yo lo sentía parecía que alguien se metía en mi mente. Esa no era yo y tampoco era mi imaginación. Con el pasar de lo días cada detalle del sueño era más claro. ¿Pero qué explicación tenía todo eso? Solo preguntas y más preguntas aparecían en mi cabeza. ¿Debía ir a esa playa? ¿Y si aquel lugar tenía las respuestas sobre lo que me había estado ocurriendo desde que era niña? Y pensarlo tantas veces llegaba a la misma conclusión tenía que ir allí. — Aquí tendrás las respuestas…. —dije en voz alta recordando una parte del sueño. Lleve otra cucharada de yogurt con bolitas de chocolates a mi boca, dejando vacío el tazón. — ¿Qué sucede cariño? —pregunto mi madre que estaba de pie a mi lado. La mire a los ojos y ella sonrió apen
Empezamos a recorrer el lugar que era extraño pero a su vez parecía acogedor. Los grandes salones, bibliotecas y todo lo hacía parecer una escuela. Era moderna con tecnologías y que a su vez te generaba cierta intriga. — Llegaste justo en el momento para la prueba —dijo Eider con una sonrisa. — ¿Prueba? —pregunte levantando una ceja. Ella asintió e hizo el intento de tomarme de la mano. ¿Esa chica no podía solo evitar el contacto? — Lo siento —se disculpó tímidamente. Me reí ante su reacción nunca había tenido amigas mujeres y en mi escuela las mas simpáticas y buenas personas del mundo. Eider y yo caminamos hacia un pasillo y luego era aire libre. — El salón de pruebas —señalo ella hacia la puerta transparente. Varios alumnos empezaban a llegar detrás de nosotras. Ese lugar parecía la huerta de mi abuela, el techo de vidrio que dejaba pasar la luz natural y las enredaderas que hacían sombra.