21

Era la tercera vez que volvía a cambiar de posición en la cama. Pero el sueño no llegaba.

Mi mente no estaba tranquila y mucho menos sabiendo que alguien había querido atentar contra nuestras habilidades.

<< Un propósito malo… >>

Nada bueno podía pensar con eso y relacionado a las plumas negras.

Mire a Eider que dormía profundamente y Sali de la habitación, recorriendo los pasillos y otra vez encontrándome afuera de la casa.

¿Por qué te arriesgas Dacia?

Solo el pensamiento que afuera estaría mejor que adentro me hacía tener el valor para ir afuera.

Me senté sobre el césped y una mala idea había sido salir solo con el pijama de verano.

Levante mi cabeza observando el cielo oscuro estrellado, esas hermosas estrellas tan brillantes y relucientes.

El pensamiento que muchas veces aparecía en mi mente vino a mi. Ese era otro mundo y se podía percibir tan solo con el aire que respiraba.

Per

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