El lunes por la mañana se hizo un pequeño acto formal para entregarme la presidencia, yo estaba feliz, aunque sé que me espera mucho trabajo y dejaba un poco, solo un poco, de lado, mi vida de Playboy.
Mi padre estaba emocionado y mi hermano también, Tony siempre fue muy generoso.
Me cedió la presidencia, que pensé que le correspondía a él, por ser mi hermano mayor, pero era verdad que con las importaciones y las fábricas de ropa no le quedaba tiempo.
Y... también estaba ella, con un trajecito de pollera y saco, entallado, muy femenino, color lila, clarito y una camisa de broderie, era blanca y estaba abotonada hasta la altura del pecho, no se le veía nada, absolutamente nada, muy cerrada para una chica de su edad, pero se le adivinaba todo.
La miré de reojo todo el tiempo, pero con disimulo.
Siempre tan correcta, aparentemente, pero conmigo no iba a poder, la iba a investigar, se iba a ir por la puerta de atrás, humillada como la puta que era.
Me felicitó extendiendo su mano, cosa que ignoré y sentí la mirada de mi padre, reprobando mi actitud, también lo ignoré.
Mi hermano se acercó a ella, le dijo algo al oído, algo que no escuché, le dio un beso en la coronilla y la abrazo por los hombros.
¿Cómo es que mi padre permite que otro abrace a su amante? ¿Sabía de ellos? ¿Lo hacían para disimular?
Ya habían salido todos, solo quedamos mi padre y yo.
-Asi como te di la presidencia, te la puedo sacar, todavía estoy vivo y puedo seguir trabajando, dejá de lado tu estupidez.
Sabía que se refería al desplante que le hice a su adorada Camila.
-Por qué mejor no le das la presidencia a ella.
Le respondí con altanería.
-Te juro que lo pensé, pero quiero que seas un hombre, no solo un idiota que va de boliche en boliche, de brazos en brazos, muchas veces borracho, dándole de comer a la prensa amarillista con todos tus escándalos.
Sé que es verdad, me acostaba con actrices, modelos, empresarias y todas pasaban a ser nota en revistas de corazón, la más amarillistas.
Nunca pensé que pudiera darle la presidencia a Camila, me lo debe decir solo para amenazarme, estoy seguro.
-Soy responsable y ella no es más que una…
-¡Cuidado con tus palabras!
Me gritó.
-Sí, como digas.
Salí rápidamente para ir a mí despacho, miré para la oficina de ella, estaba con la puerta abierta y trabajando.
Eso, pensé, voy a controlar todo lo que hace, buscarle los errores, controlarle el horario, debe trabajar menos horas de las que le corresponden y así voy a tener la excusa perfecta para echarla.
-Señorita -digo con sarcasmo, asomándome por la puerta de su oficina- quiero los archivos de los últimos 6 meses del sector de electrodomésticos y de electrónica, de venta.
Con eso empiezo a molestarla.
-¿Lo quiere en forma física o le comparto la aplicación a su computadora?
¡Mierda!, pensé.
-En físico, me lo lleva a mi oficina.
-Ya se lo envío por mi asistente.
-¿No tiene pies, usted?
-¿De verdad quiere tenerme delante suyo?
Bien, ésto va a ser más fácil de lo que pensé, ya empieza a mostrar las uñas esta gatita.
-¿Si tengo dudas, piensa que su asistente me las va a sacar?
- Ya le llevo las carpetas correspondientes.
Dijo, tras un suspiro.
Me fui sonriendo.
Mi plan había comenzado, por suerte mi padre se había ido con mi hermano a la aduana y no volvían.
En 7 minutos, sí, le tomé el tiempo, en mi interior le había dado 10 minutos, antes de llamarle la atención por su inoperancia, entró a mi oficina con 12 carpetas, la puerta estaba abierta y ella no tenía manos disponibles para golpear.
-¿No sabe golpear?
Me miró y con paciencia, sin demostrar enojo por mi falta de empatía me dijo sonriendo y de manera muy educada:
-Lo lamento, para no perder tiempo traje todas las carpetas juntas y no tenía manos libres.
-La próxima vez se anuncia, no le cuesta nada, no sabe si yo estoy ocupado.
Sí, estaba siendo infantil.
-Lo lamento ¿Vemos ahora los documentos, o vuelvo más tarde?
¿Me estaba cargando? Le iba a preguntar sobre cada archivo y la iba a volver loca a preguntas por horas, hasta hacerla llorar.
-Ahora, siéntese ¿O está apurada?
-Permiso -dijo mientras se acomodaba en una silla, frente a mí.
-¿Por dónde quiere empezar? ¿Electrónica o electrodomésticos?
Me da lo mismo, pensé, mientras la miraba y mis ojos fueron a su boca, me moví inquieto, sintiendo que algo me encendía por dentro.
Me enojé más y creo que conmigo mismo.
-Electrónica.
Le contesté desviando la vista.
Abrió una carpeta con los archivos desde hace 6 meses, me asombré, eran impecables, ni yo, siendo contador tenía todo tan detallado, conciso, con los datos necesarios, vi el resto de los meses y luego lo de electrodomésticos, estaban igual, perfectos.
La miré, no sabía qué decirle, si, tendría que felicitarla, llevaba la gerencia en forma perfecta, impecable.
-¿Cuánta gente tiene a cargo? Porque si sobra personal...
De alguna manera la voy a incomodar.
-Una por sector, más tres secretarias generales y mi asistente.
Eran realmente pocas personas y mucho trabajo.
-¿Quién autoriza las horas extras?
Sí, le estoy buscando el pelo al huevo o la quinta pata al gato.
-Las horas extras las estipuló su padre y no son demasiadas, una vez que uno se organiza el trabajo se hace rápido.
-Si va demasiado rápido la lleva a cometer errores.
Nunca me iba a conformar, sé que estoy siendo un hijo de puta y ella tan… ardiente…¡Calmada, calmada para responder!
Y con mucha seguridad en sí misma.
-Las tres secretarias revisan los datos, ya listos, luego mi asistente acomoda todo en cada carpeta, los archiva y yo verifico que no haya errores.
-¿Se cree infalible?
Ya sus ojos se volvieron vidriosos ¿Con ganas de llorar? Sonreí.
-No, señor…. Por eso se revisa y tenemos todo detallado en forma física y con respaldo en la computadora y también en la nube.
¡Mierda! ¡Tiene todo cubierto! Ya te voy a joder aunque sea con el horario, pensé.
-Llévese todo, mañana seguimos con otros sectores y luego con las compras.
-Permiso.
Me dice, seria y educadamente.
Se va y siento cierto vacío, me quedé con ganas de molestarla un poco más.
Me enfrasqué en mi trabajo, de verdad había perdido tiempo con Camila, ella hacía bien el suyo.
Para mi sorpresa mi padre volvió, me preguntó cómo me había ido, charlamos unos minutos y se despidió, vi como entraba a la oficina de Camila, cerró la puerta y luego de 20 minutos (le controlo todo), se van juntos, miré la hora: 21:30.
El último turno estaba hasta las 22 hs., pero ella no había parado desde las 9 am ó antes, porque cuando yo llegué ella ya estaba ahí, bueno, no viaja ¿Qué más quiere?
Bajé listo para irme y veo a la turrita y a mi padre cenando en el restaurante de planta baja, conversando animadamente, riendo de vez en cuando, me enfermé ¡A mí no me invitó a cenar y a ésta sí!
Volví al primer piso, pedí un sándwich y un café, mientras miraba, de lejos, que hacían.
Nada, estaban en público.
Ellos no me veían, yo apenas a ellos, pero adivinaba sus movimientos, al rato se pararon, mi padre la despidió con un beso en la coronilla y se marchó, ni conmigo es tan cariñoso ¿Que querés, agacharte para que te bese la cabeza?, me pregunté.
Soy ridículo, la seguí, me estoy volviendo un acosador, para mi sorpresa, ella volvió a la oficina.
La observé, escondido, mientras que ella trabajaba ajena a mí, cerca de las 12, apagó y cerró todo, puso una alarma en el piso, yo ni me acordaba que existía.
Bajé unos escalones, para que no me vea, ahora sí, se fue a su departamento.
Me voy a levantar temprano, para ver desde que hora trabaja.
Por JavierCuando llegué el martes a las 8:30, faltaba para abrir, ella ya estaba en su escritorio, trabajando, me asome para pedirle informes, ésta vez de compras, sé que de eso se encarga mi hermano, sin embargo, igual que el día anterior, vino con las carpetas.Respondió todas mis preguntas, algunas incisivas, pero sabía de qué se trataba cada tema, era como si hubiese estado estudiando las respuestas para un 10, sin embargo se las repreguntaba para ver dónde se equivocaba, por fin la dejé ir.Ví que miró su celular, ¿Esperaba alguna llamada? ¿De mi padre? ¿Tendría otro amante?A las 13:30 la vi subir a su departamento y bajar con un bolso, parecía que tenía libros, eso se adivinaba por el peso.¿Vendería información nuestra? ¿A quién?Volvió a las 16 hs, fue directo a su oficina y comió algo que le trajeron, es decir que no había almorzado.Me enfrasqué nuevamente en mi trabajo, a las 20 me retiré, ella ni levantó la vista.Decidí cenar en la planta baja y volver a la oficina.Por
Por CamilaMe despierto a mitad de la noche, como me pasa siempre que me quedo estudiando hasta tarde, estoy cansada, pero vale el esfuerzo, mañanas tengo un final a las 2 de la tarde, ya lo tenía casi listo, algún punto que repase mentalmente a la mañana y listo, espero que sea otra materia aprobada.Me siento incómoda, no suelo dormir con corpiño, así que dormida, me termino de desvestir, cuando me acomodo, se cae el libro, me doy cuenta que estoy en el sillón y me incorporo para ir a la cama y lo veo, en medio de la penumbra, mirándome, trato de gritar pero no me sale la voz.Se acerca rápidamente, me besa y me toca, parecía que tenía 10 manos. No entiendo qué le sucede.Le pido por favor que pare, no lo hace y sigue tratándome como a una cualquiera, lloro y le ruego.Mil veces soñé con hacer el amor con él, como me besaría, como me tocaría, las palabras amorosas que saldrían de su boca.Nada es así, siento su desprecio y su odio, también su deseo.Entré en pánico, él parece un de
Casi no dormí, y ahora encima me duele el hombro, horrores, con un par de analgésicos fuertes podré controlar el dolor, pero el otro el dolor, el más profundo, por todo lo que pasó anoche…¿Llegaría a violarme?No creo, quiero creer que no lo hubiese hecho. Solo quería molestarme.Y todos los besos que me dio ¿Por qué lo hace?Si me hubiese violado, al menos sabría que era virgen y me hubiese pedido perdón, se habría dado cuenta que no me acuesto con su padre, ni con su hermano, ni con nadie.Nunca, jamás, me acosté con alguien y no creo poder hacerlo.¡Salí corriendo cuando ese viejo me quizo violar a mis 16 años!Mi don Antonio, mi querido don Antonio ¿Cómo me pueden acusar de acostarme con él?Cami, concéntrate, repasá las posibles preguntas del profesor y respondete, como hacés siempre.¡Es un final importante!Llegó mi examen y creo que la aprobé, pero no creo que me sobre mucha nota.Salí y lo primero que vi fue a Tony, con su hermosa y franca sonrisa.-¿Cómo te fué, cielo?Con
Por JavierEntramos a su departamento, prendió las luces, todas, señal que seguía asustada.El departamento estaba decorado muy femenino, en tonos de lilas y violetas, con algún toque de rosa fuerte y gris.Parecía más de una niña que de una mujer sexi, como lo era ella.¿Desde cuándo me parece sexi?Estaba ordenado, salvo la mesa, que tenía libros, una taza grande de café a medio tomar y una carpeta abierta con un bolígrafo sin capuchón, todo esto me llamó la atención, porque el resto del departamento estaba ordenado, más que eso, estaba impecable.Era como qué estaba estudiando y tuvo que salir corriendo.¿Adónde fué?¿En donde pasó la noche?Yo también prefiero tomar un café, para sacarme el resto de la borrachera.Mientras yo servía el café, ella fue a su cuarto, se cambió la blusa rota por una remera suelta y grande, parecía de pijama, tenía a Mafalda y sus amigos, impresos en el frente, yo leía esa historieta cuando era niño.Nos sentamos en los sillones, uno frente al otro.-¿T
Me lo imaginé diciéndome todo tipo de groserías por llegar a esa hora y me distraje, no vi a dos muchachos que se me vinieron encima. Uno quiso arrancarme la cartera, que era como una especie de mochila, pero de cuero y muy paqueta, la amo, fue una importación que entró al shopping y apenas la vi, me aparté una.Pago todo lo que consumo, solo le doy uso al descuento de empleados y ya me parece mucho. Tony y su padre se enojan, dicen que agarré lo que quiera y si quiero 30 carteras que las agarre. Tenemos muchas discusiones por eso.Jamás dejé de abonar algo y lo abono haciendo ver a todas las empleadas de caja que lo hago, para que tomen el ejemplo y no se tomen atribuciones que no les corresponde.Al ser tipo mochila, la tenía fuertemente pegada a mí, al ver ésto, uno me jaló de cabello, bien fuerte, sacudiendo toda mi cabeza, la mochila se fue desprendiendo y se cayó al piso, el otro me agarró los pechos, como si me los quisiera sacar, el que me había jalado del cabello me tiró de
Por JavierCuando bajé estaba hablando con Tony en su oficina y escucho que Tony le dice-Gracias Cami, por esas cosas es que mi padre te adora.¿Qué cosas? ¿De qué están hablando?Siento que todos tienen secretos, que no me los confían, que soy el único al que no le cuentan sus cosas.¿Acaso Cami es de la familia y yo no? Me está robando a mí familia.Le pregunto enojado:-¿Qué le hacés para que te adore?Me pregunta si ya terminó la tregua. Claro que terminó, si le está contando a mi hermano las cosas que le hace a mi padre. Son unos enfermos y aunque lo nieguen, algo se traen éstos dos. La odio, aunque anoche la ayudé.Sé que en el momento me necesitaba, se dejó abrazar, varias veces y el beso…Dios, su boca... Cómo deseo besar esa boca, sentir su respiración, su aroma y sin embargo ellos están hablando de lo que ésta mosquita muerta le hace a mi padre.Encima ahora tiene confianza con Juan, eso lo voy a hablar con él, sí, en cuanto salga de acá lo hablo.Me tratan de loco a mí
Por CamilaFuimos con don Antonio a la enfermería del segundo piso, sigue con la presión alta, le van a cambiar la medicación. Le insisto para que vaya al cardiólogo, que se haga un control exhaustivo y análisis completos. Le digo que lo voy a acompañar.Me dijo que el lunes sin falta saca turno, le digo que yo me voy a ocupar de sacarle todos los turnos, ya con el cardiólogo se lo saqué, aunque él no lo sabe.Cuando don Antonio se va, paso por el sector de niños y compro cosas para Pedrito, si se enteran Tony ó don Antonio no permitirían que abone esas cosas, pero como no quiero que Javi se entere y arme otro escándalo, prefiero pagarlo.Voy un rato al hospital, como la criatura estaba un poco anémica deciden dejarlo internado 3 o 4 días más para controlar todo, son niños muy vulnerables.Cuando vuelvo, Javier me llama a su oficina para saber por qué me ausenté tanto tiempo.-Fui a buscar unos apuntes para un exámen que tengo el lunes.Claramente le mentí, solo a él, porque don Anto
Por Javier-Cuándo se terminen las obras, voy a estar mejor.-Necesitamos que estés bien siempre, ya sabés que no quiero ni siquiera que manejes, tendrías que estar descansando, yo me ocupo de la obra, de Pedrito y del nuevo personal.¿Nuevo personal? ¿Para qué?Me estoy volviendo loco y ahora no le puedo preguntar qué tiene mi viejo sin que se enteren que la escucho.-Cami, cielo, te estás ocupando de tantas cosas, no quiero ser una carga para vos.-Antonio, jamás digas eso. Se pusieron románticos, los tengo, pero me di cuenta que no quería comprobar que son pareja, dolía, por mi papá, por supuesto.-Sabés que te quiero con mi alma y nunca voy a estar lo suficiente agradecida por todo lo que hiciste por mí y seguís haciendo.Son pareja, lo acaba de admitir, ¿no?Me puse pálido y sentí mi estómago revolverse.-Vos me devolviste con creces lo poco que te brindé y lo hice muy gustoso.Me estoy descomponiendo, cuando voy a desconectar los micrófonos porque no aguanto más, mi padre sigue