Salí con Adrián del despacho, ya era tarde, así que aprovechamos para ir a cenar juntos.

Durante el tiempo que no estuve, gracias a Adrián, el Despacho Jurídico Integral no se fue a la quiebra.

El despacho había contratado a un asistente, quien se encargaba de tomar decisiones importantes y, como era de esperar, esto había generado muchas críticas, incluso si él no las mencionaba, yo ya lo sabía.

Le di una bonificación de manera personal, ya que en muchos aspectos necesitaría poner todo su empeño en el futuro.

Mientras esperábamos la comida, Adrián pasaba sus dedos por el borde de su copa, con una expresión un poco extraña.

—Si tienes algo que decir, dilo, entre nosotros no hay necesidad de esconder nada.

—¿Sabías que Ana parece estar saliendo con alguien?

¿Ana, saliendo con alguien?

Ella siempre ha puesto su carrera por encima de todo, ¿cómo podría estar interesada en un hombre?

—Deja de hablar de rumores, yo sé mejor que nadie si está o no saliendo con alguien.

Adrián se en