Capítulo 159
La voz masculina sonó baja y suave:

—Si estás cansada, duerme. Yo me quedaré contigo.

Un segundo antes de perder el conocimiento, sacudí la cabeza internamente. Ese no podía ser Néstor; su voz jamás tendría ese poder tranquilizador.

Lo peor era que seguramente Néstor había visto mi estado tan desastroso. No podía imaginar cómo se burlaría de mí después.

Aunque, pensándolo bien, no me importaba. Si podía aceptar que Carlos quisiera tener hijos con otra mujer, ¿qué importaban las burlas de Néstor?

Estaba agotada. Desde mi regreso al país no había parado: juicios, una noche llena de tensión, y ahora esto. Mis emociones habían subido y bajado constantemente, y me dije a mí misma que ya era hora de descansar.

Al momento siguiente, dejé de resistirme y me rendí. Me recosté en el pecho de Néstor y caí profundamente dormida.

Soñé con el momento en que Carlos y yo nos habíamos casado. Poco después, Sara enfermó gravemente, lo que marcó su entrada en mi vida, un lugar que ocuparía hasta a
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App