El alfa alzó su mirada justo en el momento en que sus labios bordeaban uno de sus pezones, antes de succionarlo, Deseaba llevarla al límite pero él era quien estaba siendo llevado. Necesitaba enterrarse en ella y así lo hizo, sus cuerpos encontraron la manera perfecta de encajar, volviendolos uno.Ella se estremecía por cada una de las cosas que hacía su esposo, por como rozaba su clavícula con los labios y los deslizaba hasta su pecho para saborearlos, por como se endurecían sus pezones al sentir esa lengua y esos dientes estimulándolos y haciéndolos crecer.— Bleid — gimió en el instante en que se hundió en su interior con fuerza haciendo que se arqueara bajo su cuerpo que exigiera más de su piel contra la de ella.Bleid no podi más que abandonarse a sus deseos más bajos y primitivos que lo instaban a tomar todo de su esposa, no había parte de su cuerpo, que el alfa no reclamará que no tocará con sus manos o con sus labios, mientras sus caderas se mecían sin ningún tipo de contenció
—¿Cómo es posible que todo un maldito clan de ágiles vampiros no pudiera hacerse con un simple cachorro de lobo? ¿Saben lo que me costará esta noche no tener a la estrella principal para la pelea estelar?Todos los presentes en la pequeña oficina se estremecieron y se sobresaltaron en sus lugares ante la furia contenida del hombre. Estaban apenas a salvo de su ira gracias a la presencia de un enorme escritorio de caoba que los separaba de él. La tensión en el aire era palpable, y cada uno de ellos sabía que la situación era delicada y que cualquier error podía desatar la ira del hombre en cualquier momento.No obstante, eso no impidió que castigará a los que habían sobrevivido al atentado al secuestro del joven príncipe Wolfang justo en ese momento.La furia del antiguo se dejó sentir como si de una maldita sombra se tratara haciendo que los implicados cayeran de rodillas frente a todos, sobrecogidos de terror. Los ojos del líder vampiro parecían brillar con un fuego infernal, sus col
Barack se sentía abrumado, las últimas horas habían sido una montaña rusa de emociones. Aunque estaba agradecido por tener a su tío con él, no podía evitar sentirse un poco asustado por la repentina transformación que había experimentado. Todo parecía tranquilo, pero en su interior, Barack sentía un torbellino de preguntas y preocupaciones."Deberías comer algo", dijo Gregory mientras se levantaba cuidadosamente de la cama. Sabía que su sobrino no podía caminar todavía, así que se acercó a él y le lamió suavemente la cara antes de dirigirse a la cocina. No quería alejarse demasiado, su instinto protector se activaba cada vez que estaba cerca de su sobrino y no quería dejarlo solo por mucho tiempo.El joven intentó articular palabras para detener a su tío, pero su garganta estaba seca y la voz no salió de la manera en que deseaba. En cambio, solo pudo asentir con la cabeza, sintiendo cómo su corazón se oprimía al ver a Gregory alejarse. Con un esfuerzo, se incorporó sobre la cama, sint
Gregory también se levantó dispuesto a ir detrás del chico y sostenerlo por detrás para que no se cayera.Barack se sonrojo al escuchar a su hermana; sin embargo, no se negó. Tomó las manos de su hermana e hizo todo lo que ella le pedía. No iba a mentir tenía miedo, el dolor de las caídas que ya antes había sufrido hacían que el temiera hacerlo, pero no podía no querer complacer a su hermana. Gwyneth tenia la capacidad de hacer que todo mundo quisiera complacerla y él no sería la excepción.“Está bien, dejaré que me enseñes a caminar así podría salir de aquí” Ella le sonrió con cariño mientras tiraba de él en dirección a la salida de la habitación, y su tío Gregory lo sostenía por detrás con cuidado para que no se cayera. Los dos tenían la esperanza de que el chico pudiera caminar sin dificultades, y así dejar atrás su tristeza y empezar a sentirse mejor. Barack sentía miedo ante la posibilidad de caer, pero el deseo de complacer a su hermana y el apoyo de su tío lo motivaban a segui
— No te preocupes, Barack. Como dijo tu padre, son lágrimas de felicidad — sostuvo el rostro de su hijo entre sus manos, transmitiendo cariño y tranquilidad a través de su contacto. Con delicadeza, depositó un beso suave en su frente, como un gesto de amor incondicional, antes de alejar su rostro para mirarlo directamente a los ojos.Barack, sintiendo el abrazo cálido y reconfortante de su madre, experimentó una mezcla de emociones. Era la primera vez que sentía que había estado perdiéndose de algo, pero no sabía exactamente qué era. Sin embargo, en ese abrazo apretado y en la ternura de su madre, comprendió que había algo más profundo en su relación, algo que trascendía las palabras.Aunque su madre le aseguraba que sus lágrimas eran de felicidad, Barack no pudo evitar sentir una punzada de preocupación al ver su rostro bañado en lágrimas. Quería entender lo que estaba pasando, quería poder brindarle consuelo y apoyo en ese momento. El lazo especial que compartían le impulsaba a dese
Con paso cauteloso, se adentraron en un lugar apartado donde pudieran hablar sin interrupciones. Bleid sentía la tensión en el aire y sabía que la noticia que el beta tenía que transmitir no sería fácil de recibir. Sin embargo, se preparó para afrontar cualquier desafío que se presentara, consciente de su responsabilidad como líder de la manada.Gwyneth se unió al abrazo entre su madre y hermano, sintiendo el cálido consuelo de su familia unida. Observó el rostro de su madre, consciente de las lágrimas que había derramado en silencio por no poder abrazarlos como deseaba. Su pequeño corazón sensible captó esa tristeza oculta, y decidió expresar su alivio al ver que finalmente podían abrazarse sin restricciones.—Por fin mamá y yo podemos abrazarte. ¿Ahora ya no llorarás por no poder hacerlo, verdad mamá?Audrey se sintió sorprendida por las palabras de su hija, impresionada por la sensibilidad y la comprensión que mostraba a su corta edad. Había intentado proteger a sus hijos de sus pr
El beta asintió respetuosamente y se retiró para llevar a cabo sus tareas. Tenía asuntos importantes que resolver, entre ellos seleccionar a aquellos que acompañarían al alfa en la investigación del coto de peleas clandestinas que estaba esclavizando a los metamorfos híbridos.Bleid sabía que debía controlarse y mantener sus pensamientos en secreto. No deseaba que su esposa se enterara de lo que planeaba hacer esa noche. Por eso, entró nuevamente a la casa con una sonrisa en el rostro y se sentó en la mesa del desayuno, donde su hijo pequeño, Barack, luchaba por manejar los cubiertos con destreza.El alfa observó a su hijo con ternura y orgullo, sabiendo que aún tenía mucho por aprender y que él sería su guía en el mundo de los metamorfos. A pesar de los desafíos que enfrentaba como líder de la manada, Bleid se esforzaba por mantener un semblante tranquilo y reconfortante, ocultando sus preocupaciones más profundas por el bienestar de los suyos.Audrey se dio cuenta de la ausencia de
A pesar de la felicidad y la armonía que reinaban en la mesa, Bleid se sentía cada vez más inquieto. Sabía que debía alejarse de su familia por un tiempo, pero se le hacía imposible separarse de ellos. Aunque tenía asuntos urgentes que atender, el lazo que los unía era tan fuerte que le resultaba doloroso incluso considerar la idea de alejarse de su esposa e hijos, incluso por un corto periodo de tiempo.Así que Bleid aprovechó su ocupación en el trabajo. No solo era el líder de las manadas de metamorfos en Italia, sino que también era propietario de una próspera fábrica de textiles gracias a Ravel. Utilizaría esto como pretexto para ausentarse y alejarse por un tiempo de su familia.—Prometo que no llegaré tarde, te ayudaré a acostar a los niños — se disculpó Bleid mientras Audrey le acomodaba la solapa de su americana, expresando su preocupación.Después de despedirse de su esposa, Bleid se apresuró a encontrarse con su leal beta para dirigirse al coto de peleas ilegales.Al llegar