Las preguntas se agolpaban en la mente de Gregory, sin encontrar respuestas claras ni consuelo alguno. El tiempo parecía detenerse mientras los acontecimientos desafiaban su comprensión. El dolor y la angustia se entrelazaban, formando un nudo en su pecho. ¿Cómo podrían enfrentar esta nueva situación? ¿Existía alguna forma de revertir el proceso y recuperar la estabilidad que tanto habían anhelado?En medio del caos y la incertidumbre, la familia se mantenía unida, buscando apoyo mutuo en su confusión. A pesar de la devastación emocional que los embargaba, cada miembro se aferraba a la esperanza de encontrar una solución, de encontrar un camino hacia la normalidad perdida.Barack estaba lleno de emoción al experimentar nuevamente la transformación en lobo, un sentimiento que lo embargaba por completo. Sin poder contener su entusiasmo, alzó la cabeza y dejó escapar un aullido melodioso hacia la luna, llenando el ambiente con su llamado. El sonido reverberó en toda la casa, captando la
Bleid sintió el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Era consciente de que los secuestros y la esclavización de los metamorfos eran una clara declaración de guerra, pero no tenía un enemigo específico al que apuntar con sus acusaciones. La amenaza era sutil, oculta en las sombras, lo que dificultaba aún más la tarea de identificar y enfrentar al responsable.Un silencio tenso se apoderó de la sala mientras Bleid reflexionaba sobre las palabras del líder del consejo. Sabía que no podía permitirse mostrar indecisión o debilidad en ese momento crucial. Debía encontrar una estrategia para proteger a los suyos y desentrañar la verdad detrás de los ataques.—Hemos dependido demasiado de los Wolfang, pero antes de su vuelta, nuestro mundo sobrevivió y prosperó sin su intervención. Es irónico cómo su aparición ha desatado conflictos y divisiones en nuestras tierras —replicó de manera provocadora uno de los miembros del consejo, buscando sembrar la discordia entre Bleid y las doce fam
Bleid se encontraba inmerso en una profunda confusión, compartiendo el desconcierto de Audrey ante la repentina transformación de su hijo. Observaba a Barack con atención, notando los rasgos tan similares que compartían. Era como mirarse en un espejo del pasado, salvo por el cabello rubio que heredó de su madre. La apariencia de su hijo en ese momento evocaba su propia imagen en la juventud, lo cual le generaba una extraña mezcla de nostalgia y asombro. Pero no había tiempo para quedarse asombrado ante la situación, el tiempo apremiaba y era crucial encontrar respuestas frente al vertiginoso cambio que los rodeaba. Con paso decidido, Bleid se acercó a su hijo, Barack, buscando transmitirle la importancia de la situación. Sus palabras resonaron con firmeza y preocupación en el aire.—Todo lo que se ha hecho, se ha hecho por tu bien. No solo por tu madre o por mí, sino también debes reflexionar sobre lo que llevó a tu tío a realizar tal sacrificio Con esperanza en su mirada, anhelaba
Bleid asintió solemnemente, su mirada reflejando la determinación de permanecer unidos en aquellos momentos cruciales. Sabía que era el momento de reconstruir los lazos familiares que se habían desvanecido en el pasado.Sin embargo, ninguna palabra fue pronunciada en voz alta, ya que la determinación ardía en lo más profundo de sus seres. Ambos entendían claramente que estaban dispuestos a luchar y enfrentarse a sus enemigos sin importar las dificultades que se les presentaran.— Ve a descansar, Gregory. Necesitas recuperar tus fuerzas. Te necesitaré preparado para la batalla — expresó Bleid con voz serena, transmitiendo su confianza en las habilidades de su sobrino. Reconoció la importancia de un descanso adecuado para enfrentar los desafíos venideros y proteger a su familia.Audrey entró en la habitación de su hijo, encontrándolo visiblemente molesto mientras se dejaba caer en la cama. Su rostro reflejaba el peso de las emociones que lo agobiaban.—¿Necesitas hablar?—, preguntó con
Aquellas palabras resonaron en el interior de Audrey, dejando un eco de tristeza y comprensión en su voz. Reconocía la conexión especial entre su hijo y Gregory, pero nunca había imaginado que el amor que habían compartido trascendería incluso a través de la reencarnación. Ahora, Barack era un adulto enfrentándose a emociones abrumadoras, y ella luchaba por encontrar las palabras adecuadas para consolarlo.Audrey extendió su mano con delicadeza, buscando el contacto reconfortante con su hijo, pero él parecía distante y sumido en su propio mundo de dolor.—Hijo... —susurró, su voz entrecortada por la emoción—. Sé que amas a tu tío, y él te ama a ti. Pero debes comprender que, precisamente por ese amor incondicional, él estaría dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerte y ayudarte.En ese preciso instante, como si fuera convocado por la fuerza de las emociones que inundaban la habitación, Gregory hizo su entrada triunfal. Transformado en su majestuosa forma de lobo blanco, atraves
Bleid, con sus ojos penetrantes y llenos de comprensión, observó detenidamente a Audrey mientras abandonaba la habitación. El rostro de su amada reflejaba una mezcla de tristeza y enfado, lo cual le hizo desplegar sus brazos con prontitud, dispuesto a brindarle consuelo.—Dime qué te sucede —le preguntó con suavidad, rozando su nariz con la de ella en un gesto íntimo y reconfortante. Bleid anhelaba ser el apoyo que ella necesitaba, su luna en tiempos turbulentos—. ¿Le ocurre algo a Barack?Audrey buscó refugio entre los cálidos brazos de su esposo, sintiendo cómo su protección la envolvía en un abrazo reconfortante. Su voz se entrecortó mientras revelaba la preocupación que cargaba en su corazón.—Es nuestro hijo —respondió con un susurro, dejando escapar el peso de sus emociones en cada palabra.— Ahora es un adulto.Bleid asintió con comprensión, comprendiendo el inmenso vínculo que compartían con Barack. En ese momento, el lobo blanco decidió tomar la iniciativa para aliviar la tens
— Ahhhh — gimió ella arqueándose levemente mientras apoyaba bien las rodillas en el fondo del jacuzzi y se quedaba alzada solo para disfrutar de cómo era invadida una y otra vez por la forma en que su pareja se empujaba hacia arriba penetrándola.—Córrete Audrey… córrete conmigo.Ella volvió a tomar el control en el instante en el que lo escuchó a hablar y no pudo más que hacer lo que le pedía, dejando que su cuerpo se liberara en un intenso orgasmo que lo apretó como si pretendiera exprimirlo haciendo que él se corriera en su interior haciéndola sentir el calor de su semilla llenándola.El cuerpo de la chica estaba completamente invadido por el placer, todavía se movía sobre él, empalándose en esa polla que seguía dura, pero empezaba a perder esa erección poco a poco, haciendo que ella bajara poco a poco el ritmo de sus movimientos hasta quedar completamente quieta y que ambos se quedaron abrazados.—Te amo tanto, Bleid —susurró ella extasiada, sintiendo aún los estremecimientos del
En ese preciso instante, Gregory, en su forma de un majestuoso lobo blanco, descendía rápidamente por las escaleras de la mansión. Había percibido el distintivo aroma del hombre y no tardó en posicionarse frente a él, mostrando sus dientes de forma amenazadora. Su presencia imponente dejaba claro que estaba dispuesto a proteger a Susan a toda costa.Poco después, Barack apareció en su forma humana. Había seguido a su tío hasta allí. Desde el momento en que el lobo se levantó de la cama y se marchó en un estado alterado, Barack no dudó en seguirlo para asegurarse de que todo estuviera bien.Joel posó su mirada primero en el lobo y luego en el joven, y por un instante pareció que algo maquinaba en su mente. Un leve brillo fugaz se reflejó en sus ojos, que intentó disimular rápidamente al dirigir nuevamente su atención hacia Susan.— Vaya, cómo ha crecido el cachorro —comentó Joel con una sonrisa forzada—. Y creo que no tuve el gusto de conocer al joven.La tensión en el aire era palpabl