Chloë, una chica común que al llegar a la mayoría de edad se enfrenta a uno de los momentos más importantes de su vida. Su primera transformación.
Aunque por mucho tiempo estuvo buscando a su alfa ideal, a su mate, nunca creyó que sería alguien de su propia sangre. Es ahí donde cae en cuenta que Abel, su propio hermano, sería su compañero de toda la vida, o al menos eso ella creía.Junto con todos los problemas, secretos y peleas; Chloë empieza a tener sueños premonitorios y visiones de vez en cuando. Es allí donde empieza a desarrollar un don bastante peculiar que al principio se desconocía su procedencia.Su ADN empieza a cambiar, dando lugar una vez más a una raza de lobos que se creía extinta. ¿Acaso Chloë fue quién despertó estas habilidades poco usuales? ¿O simplemente lo heredó de sus ancestros?Una guerra se avecina y Chloë hará lo que esté a su alcance para sobrevivir con toda su familia.¿Lo logrará?Todos los derechos reservados.—DiegoRamos.Narra ChloëMis días fueron tan pesados que últimamente no he podido dormir bien. Sufro de insomnio y a veces me cuesta reconciliar el sueño y mis ojeras están horribles, parezco un mapache.Mi cuerpo se sumía en la más profunda relajación a tal punto de sentirme como si estuviera recostada en las nubes, pero todo eso se vio afectado por un ruido tan molestoso que se hizo escuchar.—¡Maldito despertador! ¡¿Por qué no me dejas dormir tranquila?! —dije exasperada.Cubriendo mi rostro y tratando de obtener fuerzas para levantarme, mi cuerpo casi no respondía, preferiría quedarme aquí y dormir mil años más.De pronto escucho que tocan la puerta.—Chloë, hora de levantarse, hoy es el día de tu transformación y deberías prepararte, pero aún sigues en la cama. Así que saca tu lindo trasero de ese colchón. —una voz hizo presencia ya dentro de mi habitación. Oh, es Abel, mi hermano.—Nooo. ¡Quiero dormir más, por favor! —me cubrí el rostro con las sábanas.—Vamos Chloë, tienes que prepararte, ¿
Narra ChloëFinalmente ha llegado la hora de transformarme, estoy super nerviosa la verdad.Me encuentro en un campo abierto de césped verde, rodeado de arboledas, esperando a que la luna llegue hasta su punto más alto.¿Y si no me transformo? ¿Qué tal si mi cuerpo muta a otra cosa que no sea un lobo? Me preocupa. Es que es mi primera transformación y no tengo ni una pizca de experiencia para saber como se sentiría.Me comentaron que es doloroso, y hubo ocasiones donde alguien se transformaba y mutó a una especie de perro con tres colas y con cuernos. Es extraño, porque después de esa transformación ya no se volvió a saber de esa persona, solo se sabe que era una mujer.—Chloë, ¿estás lista?— dijo de repente mi loba Alice.—Oh, Alice... Creí que no vendrías —aparenté estar anonadada.—Jajaja como crees—rió levemente—Claro que vendría querida, no me perdería ni un segundo de tu transformación. Es más, por obvias razones tengo que estar presente por si algo sale mal.—Comprendo. Entonces
Narra ChloëNos adentramos a nuestra manada, siento como me sudan las manos del nerviosismo y mi corazón latiendo a mil, pero se me va pasando de a poco.Algo que no había mencionado es que vivimos en una manada donde parece ser un pequeño pueblo. Prácticamente las casas están pegadas una al lado de otra con algunas antorchas puestas en cada puerta, los caminos principales son amplios con algunos árboles que los rodea pero también hay algunos que son un poco más estrechos, es como si estuvieran hechos principalmente para el tránsito de los niñosTambién existen otras manadas, y la más cercana queda como a unos 10 kilómetros de aquí. Ésta se llama Blood Moon (Luna de Sangre). Y aunque pareciera que somos como una competencia por quién es la mejor manada, pues es todo lo contrario, no existe diferencia alguna entre nosotros. Aunque no sé por qué, pero desde hace tiempo me empezó a dar como una mala vibra, un sentimiento algo extraño pero no le doy importancia. Nunca tuvimos problemas, as
Narra Abel.El rostro de nuestros padres reflejan curiosidad e intriga, seguro no tienen ni la más mínima idea de qué es lo que vamos a decirles. Siento el nerviosismo de mi hermana y puedo admitir que yo también estoy nervioso por la reacción que vayan a tener al decirles que Chloë y yo somos mates.Empecé a tragar una gran cantidad de saliva y suspiré hondo.—Papá, mamá, lo que voy a decirles es muy importante—miré a mi hermana y luego devolví la mirada a mis padres—Chloë y yo... somos mates.— ¡¿Qué?! ¿Cómo pudo suceder esto otra vez? Esto es una broma ¿no?—dijo mi madre.—No mamá... no es broma—mencioné.—Un momento...—inquirió Chloë—¿Otra vez? ¿Cómo es eso? O sea que...¿existe alguien más que son hermanos y mates a la vez?—preguntó confundida.—Pues... Nosotros también tenemos secretos y hay cosas que ustedes no saben—mencionó mi madre.—¿Secretos? ¿Cómo cuales?—cuestioné.—Tu madre y yo... también somos como ustedes. Hermanos, y mates—esta vez fue mi padre quién respondió.—¿¡Qué
Me transformo adoptando mi forma canina y me adentré al castillo vampiresco por la parte trasera, mientras los soldados atacaban la guardia que custodiaban las entradas.Iba subiendo las escaleras, parecían interminables pero de pronto me llegó un aroma dulce, en ese instante supe que estaba cerca de mi amada luna. Apresuré mis pasos y llegué hasta un pasillo donde se encontraba una habitación con una gigantesca puerta.Aquí es, aquí está mi hermosa mate. Este es el único lugar donde se concentra este aroma.Golpeé la puerta desesperado esperando una respuesta.—¿¡Chloë, estás aquí!?—¿¡Abel!? Abel sácame de aquí por favor!!—gritó mi amada Chloë desde adentro. Sin pensarlo, tomo mi forma humana y abro la puerta con ambas manos.Al entrar no evité que mis pómulos se sonrojen, pero a la vez me enojaba tanto ver como encontré a Chloë en esa cama expuesta para cualquiera, de un salto llegué hasta la cama encontrándome con ella cara a cara. Estaba encadenada a unas cadenas de plata, valga l
Narra Chloë¿Se considera correcto tener relaciones con alguien de tu familia? Pues, la verdad es que mis padres son hermanos, y de allí salimos Abel y yo. Entonces no es tan malo como parece.Yo creo que mientras haya amor verdadero, todo se vale, independientemente de la edad, género o en mi caso, el parentesco con una familia. Porque mi hermano siempre está al pendiente de mí, me cuida, me mima y todo eso lo valoro mucho. Tanto que me hizo amarlo, a tal punto de que estoy por entregar mi cuerpo y alma a él.Abel va a marcarme definitivamente como a su mate, un evento que cualquier omega espera desde el primer día de su transformación. Estoy nerviosa, y no por el hecho de que yo sea virgen y tendré mi primera vez, sino porque "esa" primera vez será con alguien de mi familia, alguien con quien comparto sangre desde mi nacimiento.Estoy tratando de tener pensamientos optimistas, porque sin dudas es la única manera de que todo salga bien. Y ahora, estoy a punto de compartir sábanas, me
Semanas después...Narrado por Abel— ¡¿Qué haces?!—le grito a mi amada loba.—¡Aléjate Abel! Estoy harta de toda esta tortura. ¡HARTA!—Chloë mira hacia abajo desde lo alto de aquél acantilado rocoso.¿Qué pretendía? ¿Por qué haría algo así? Ni siquiera entendía a que se refería con "esta tortura" aunque últimamente la notaba un poco distante y depresiva, y ahora me topo con esto. Intentaba hablar con Chloë pero siempre se reservaba, nunca me contaba todo, no sé si tenía problemas en la escuela o algo pero de igual forma me molestaba que no me lo cuente. Anteriormente sí, ella solía contarme hasta el mínimo detalle, cosa que ni su loba Alice sabía. Chloë empezó a ir a una escuela, a ella le gusta todo lo que tenga que ver con ciencias ambientales, entonces nuestros padres buscaron un lugar donde pueda estudiar y aparentar ser una persona "normal", pero un día para otro todo se volvió atípico en su comportamiento.—¡¡NO!!—me abalanzo hacia ella abrazándola fuerte y echándola hacia atr
—Chloë vámonos—la tomo del brazo y salimos por la ventana que da al patio de su escuela dejando atrás a unos humanos indeseables.Chloë y yo nos adentramos al bosque cercano a su escuela, aceleramos el paso.—Adelántate, tengo cosas pendientes por hacer—mi loba se detiene a mirarme confundida.—¿Cosas por hacer? ¿A qué te refieres?—por un momento parece procesar lo que le acabo de decir— Ahh no, con lo que ya hiciste fue suficiente Abel. Ya no quiero problemas, okay?—¿Vas a permitir que sigan con la mente tranquila después del daño que te hicieron todo este tiempo? Si tú no vas a poder, entonces me encargo yo. Así que no trates de impedirme porque ya tomé una decisión y tú más que nadie sabe que cuando me propongo en hacer algo, no me detengo. Chloë queda en silencio y sin decir nada se marcha a la manada perdiéndose en la inmensidad del bosque.Retomo el camino a la escuela.Voy llegando y veo multitudes de personas en la entrada del salón de Chloë. ¿Aún no salen? Creí que ya se ha