Narra Abel.
El rostro de nuestros padres reflejan curiosidad e intriga, seguro no tienen ni la más mínima idea de qué es lo que vamos a decirles. Siento el nerviosismo de mi hermana y puedo admitir que yo también estoy nervioso por la reacción que vayan a tener al decirles que Chloë y yo somos mates.Empecé a tragar una gran cantidad de saliva y suspiré hondo.—Papá, mamá, lo que voy a decirles es muy importante—miré a mi hermana y luego devolví la mirada a mis padres—Chloë y yo... somos mates.— ¡¿Qué?! ¿Cómo pudo suceder esto otra vez? Esto es una broma ¿no?—dijo mi madre.—No mamá... no es broma—mencioné.—Un momento...—inquirió Chloë—¿Otra vez? ¿Cómo es eso? O sea que...¿existe alguien más que son hermanos y mates a la vez?—preguntó confundida.—Pues... Nosotros también tenemos secretos y hay cosas que ustedes no saben—mencionó mi madre.—¿Secretos? ¿Cómo cuales?—cuestioné.—Tu madre y yo... también somos como ustedes. Hermanos, y mates—esta vez fue mi padre quién respondió.—¿¡Qué!? ¿y por qué no nos dijeron antes? ¿por qué nos ocultaron algo así? ¿Acaso tú no tenías hermanos y mamá era huérfana?—inquirí.—Nos disculpamos si los mentimos y les ocultamos algo como esto. Es que es un tema algo difícil de hablar. Tu padre y yo nos escapamos y nos hicimos cargo de la manada de un tío muy querido que nos dejó a cargo de Alfa y Luna. Y pues... así en nuestra manada a la par que pasaban los años nos enamoramos y juntos crecimos, en ningún momento no nos separamos para que nuestro lazo se fortalezca—añadió mi madre, con un poco de pena.—Nosotros aprobamos su relación. Ustedes son mates, respetamos sus decisiones y pues los amamos tal cual son, porque después de todo son nuestros hijos ¿no? Y si se aman lucharían por su amor hasta conseguir lo que se propongan, pues el amor derriba cualquier barrera—esta vez era mi padre. Estaba tan sorprendido que no me puedo creer que se lo hayan tomado de la mejor forma.—En serio, no sé qué decirles... Pensé que nos rechazarían... debo agradecerles—dije.—No hay nada que agradecer, nosotros también pasamos por todo eso, miedo al rechazo y demás. Así que ya no hay nada de qué preocuparse. Solo esperemos que sepan cuidarse uno al otro—añadió mi madre.—Okay... yo creo que iré afuera a respirar aire fresco porque en serio me cuesta procesar toda esta información—Chloë se veía un poco incómoda desde el momento que nuestros padres revelaron su secreto, pues debo admitir que yo también lo estuve un poco, porque la verdad no nos esperábamos algo así.Decidí ir tras ella, pero ya la había perdido de vista.Narra ChloëAún cuesta adecuarme a la idea de que mis padres sean hermanos, siempre creía que ambos eran de sangres distintas, pero todo eso resultó ser falso. No los culpo, porque ya tengo a mi mate, que también es mi hermano.Dios... estoy tan ofuscada. Creo que toda esta situación me está mareando.—¿Pero por qué no nos dijeron la verdad mucho antes?—pensé en voz alta.—Creo que es por miedo Chloë.—Alice aparece de repente.—Me asustas Alice...—Jajaja lo siento.—Aunque... ¿Miedo por qué? No entiendo—pregunto inextricable.—Dime una cosa...¿Tú también tenías miedo, no?—Pues sí, pero...—¡Ahí está! Ellos también tenían miedo, y es por la misma razón que Abel y tú no se animaban a contárselos. Por eso...no seas tan dura y comprende a tus padres así como ellos lo hicieron ustedes—dijo mi loba Alice y luego de eso se desconectó.Creo que Alice tiene razón.Decidida y dispuesta a pedir disculpas a mis padres por ser tan dura doy media vuelta de regreso a la manada.Mientras caminaba me detuve de repente, desde mi transformación mi olfato empezó a ser más sensible que nunca, porque puedo percibir aromas a larga distancia, es por eso que me llegó un olor putrefacto, uno muy fuerte.Un escalofríos recorrió mi espalda y al darme vuelta me encuentro con un vampiro a unos pasos de mí. ¿Desde hace cuánto me seguía?.—Vaya, vaya, vaya...miren a quien tenemos aquí. A una hermosa lobita—menciona intimidante.—¿Me estabas siguiendo? ¿Qué quieres? —logro transformarme y quedo en cuatro patas, gruñendo al vampiro.—Hermoso pelaje blanco por cierto—adiciona—Y sí, te estaba siguiendo, porque quiero hacerte mía.—¿Tuya? Eso jamás—me avalnzo sobre el vampiro inentando atacar pero éte me detuvo, abrió su capa y caí en un lugar desconocido. Es como si hubiera abierto un tipo de portal—Alice... ¿dónde estamos?Narra AbelComo había perdido de vista a Chloë supuse que no tardaría así que me regresé a la casa. Aunque ya había pasado un buen rato y aú no refgresaba, nuestros padres y yo estábamos tan preocupados, presentíamos que había pasado algo malo.—¡Abel!—aparece mi lobo Matt.—¿Qué pasa, sabes algo de Chloë?—¡Sí! Su loba me acaba de informar que fueron secuestradas por el príncipe de los vampiros de Black Night. Y dice que la quiere hacer suya y posiblemente su esposa. Debemos apurarnos en encontrarlas porque de lo contrario, será demasiado tarde.—¿¡Qué cosa!? ¿Ya pudiste localizarlas? ¿Su loba te mencionó donde?—esto no puede ser posible. Chloë debe estar lejos de ese vampiro asqueroso y yo me haré cargo de él.—No, no pude localizarlas aún. Aunque podemos probar siguiendo el olor de sus feromonas—menciona Matt.—Buena idea—respondí.Dos días después...Pasaron dos días, y aún no logramos localizarlas. Seguimos el olor de sus feromonas pero solo nos llevó hasta un lugar que queda pasando el bosque y desde ahí ya no había nada de nada, desapareció como si dejaran de existir.Todo esto se pinta muy feo, y aunque cueste mi vida en recuperar a mi amada mate, soy capaz de sacrificarme pero con Chloë a salvo.Mi padre me cedió el mando para dirigir a los soldados de la manada para la búsqueda, y no vamos a descansar hasta que aparezcan ambas.Narra KurtFinalmente conseguí una loba, bastante hermosa para hacerla mía. Nadie más perfecta que una loba virgen que acaba de tener su primera transformación y así poder culminar con mis planes de dominar cada manada, cada territorio y cada rincón del mundo. Es genial.—Buenos días lobita, veo que ya despertaste—entré a la habitación en dónde se encontraba encadenada a una cama.—¿Mmm..? ¿Qué hago aquí? ¡¿Y qué hago desnuda?! ¡Suéltame maldito vampiro!—Uhh... parece que andamos bravas. Primero que nada se saluda a tus superiores, ¿O acaso no te enseñaron tus padres sobre valores y modales?—Primero, tú no eres mi superior. Y segundo, no tengo por qué tener modales con un repuganante vampiro chupasangres como tú.—Mira, estúpida loba, a mi no me hablas así ¿oíste?. Y tienes suerte que aún no te he marcado ni te hice mía. ¡Pero esta noche te marcaré!—me lancé sobre ella.—¡JAMÁS!—niega tajante, escupiéndome en la cara.—¡Pero quién te has creído m*****a loba!—saco mis colmillos intimidándola mientras la manoseaba—Pensaba marcarte esta noche pero creo que hubo un pequeño cambio en el horario.—¡N-No! ¡No me toques!—dijo forcejeando tratando de zafarse de mí.Ya estaba a punto de marcarla, pero un estruendo y bombardeos empezaron a escucharse afuera del castillo.—Te salvó la campana perra estúpida. No creas que con esto he terminado—me convierto en un murciélago y salgo volando de la habitación.Narra AbelLlegamos al castillo, y estábamos a nada de atacar el lugar, mientras los guerreros alfas se encargan de los que resguardan las entradas del castillo, yo iré por mi amada mate, mi amada luna.—¡Atentos soldados, a mi señal para el ataque! ¿¡Listos!?—mencioné con autoridad.—¡Afirmativo señor! ¡Estamos listos para atacar!—dijeron al unísono.Empezó la arremetida.—Tranquila Chloë, ya estoy aquí para llevarte a casa—mencioné para mí mismo.Me transformo adoptando mi forma canina y me adentré al castillo vampiresco por la parte trasera, mientras los soldados atacaban la guardia que custodiaban las entradas.Iba subiendo las escaleras, parecían interminables pero de pronto me llegó un aroma dulce, en ese instante supe que estaba cerca de mi amada luna. Apresuré mis pasos y llegué hasta un pasillo donde se encontraba una habitación con una gigantesca puerta.Aquí es, aquí está mi hermosa mate. Este es el único lugar donde se concentra este aroma.Golpeé la puerta desesperado esperando una respuesta.—¿¡Chloë, estás aquí!?—¿¡Abel!? Abel sácame de aquí por favor!!—gritó mi amada Chloë desde adentro. Sin pensarlo, tomo mi forma humana y abro la puerta con ambas manos.Al entrar no evité que mis pómulos se sonrojen, pero a la vez me enojaba tanto ver como encontré a Chloë en esa cama expuesta para cualquiera, de un salto llegué hasta la cama encontrándome con ella cara a cara. Estaba encadenada a unas cadenas de plata, valga l
Narra Chloë¿Se considera correcto tener relaciones con alguien de tu familia? Pues, la verdad es que mis padres son hermanos, y de allí salimos Abel y yo. Entonces no es tan malo como parece.Yo creo que mientras haya amor verdadero, todo se vale, independientemente de la edad, género o en mi caso, el parentesco con una familia. Porque mi hermano siempre está al pendiente de mí, me cuida, me mima y todo eso lo valoro mucho. Tanto que me hizo amarlo, a tal punto de que estoy por entregar mi cuerpo y alma a él.Abel va a marcarme definitivamente como a su mate, un evento que cualquier omega espera desde el primer día de su transformación. Estoy nerviosa, y no por el hecho de que yo sea virgen y tendré mi primera vez, sino porque "esa" primera vez será con alguien de mi familia, alguien con quien comparto sangre desde mi nacimiento.Estoy tratando de tener pensamientos optimistas, porque sin dudas es la única manera de que todo salga bien. Y ahora, estoy a punto de compartir sábanas, me
Semanas después...Narrado por Abel— ¡¿Qué haces?!—le grito a mi amada loba.—¡Aléjate Abel! Estoy harta de toda esta tortura. ¡HARTA!—Chloë mira hacia abajo desde lo alto de aquél acantilado rocoso.¿Qué pretendía? ¿Por qué haría algo así? Ni siquiera entendía a que se refería con "esta tortura" aunque últimamente la notaba un poco distante y depresiva, y ahora me topo con esto. Intentaba hablar con Chloë pero siempre se reservaba, nunca me contaba todo, no sé si tenía problemas en la escuela o algo pero de igual forma me molestaba que no me lo cuente. Anteriormente sí, ella solía contarme hasta el mínimo detalle, cosa que ni su loba Alice sabía. Chloë empezó a ir a una escuela, a ella le gusta todo lo que tenga que ver con ciencias ambientales, entonces nuestros padres buscaron un lugar donde pueda estudiar y aparentar ser una persona "normal", pero un día para otro todo se volvió atípico en su comportamiento.—¡¡NO!!—me abalanzo hacia ella abrazándola fuerte y echándola hacia atr
—Chloë vámonos—la tomo del brazo y salimos por la ventana que da al patio de su escuela dejando atrás a unos humanos indeseables.Chloë y yo nos adentramos al bosque cercano a su escuela, aceleramos el paso.—Adelántate, tengo cosas pendientes por hacer—mi loba se detiene a mirarme confundida.—¿Cosas por hacer? ¿A qué te refieres?—por un momento parece procesar lo que le acabo de decir— Ahh no, con lo que ya hiciste fue suficiente Abel. Ya no quiero problemas, okay?—¿Vas a permitir que sigan con la mente tranquila después del daño que te hicieron todo este tiempo? Si tú no vas a poder, entonces me encargo yo. Así que no trates de impedirme porque ya tomé una decisión y tú más que nadie sabe que cuando me propongo en hacer algo, no me detengo. Chloë queda en silencio y sin decir nada se marcha a la manada perdiéndose en la inmensidad del bosque.Retomo el camino a la escuela.Voy llegando y veo multitudes de personas en la entrada del salón de Chloë. ¿Aún no salen? Creí que ya se ha
2 meses después...Narra ChloëHan pasado muchas cosas estos tiempos últimamente. Dejé de ir a la escuela porque ya no quería que me sigan amedrentando. Es más, Abel me sacó de allí. Por otra parte, Abel hizo algo muy atroz hace unos meses, algo que involucra a personas inocentes tal vez, aunque de inocentes no tenían ni una pizca, eran los que me hacían sentir pésima los que me humillaban y hacían la vida imposible por mantener relaciones con mi hermano. Lo bueno de todo es que pasaron 2 meses desde entonces, hasta ahora he sentido una paz y tranquilidad. ¿Qué podría salir mal?Desperté en medio de la noche. Me fijé en el reloj y marcaban las 05:45 de la mañana, me martillaba la cabeza, era insoportable. Tenía náuseas y ganas de vomitar.Se me hacía raro tener este tipo de dolores, porque en mucho tiempo no volví a sentir nada de esto hasta ahora.Caminé toda mareada hasta el baño y apenas llegaba se armó un charco de vómito en la puerta. Supongo que me habrá caído mal la cena de ano
Estoy asustada y mi cuerpo empieza a temblar levemente. Creo que no tengo salida. Solo espero que Abel o alguien aparezca pronto porque no duraría toda la vida escondida de un vampiro. Mis movimientos son sigilosos, pero mi pie resbaló e hizo un ruido que llamó la atención del chupa sangre ese.—Puedo oler tu miedo, ¿sabes?—su risa es tan malvada que hizo erizarme la piel.Se pasea por el lugar con las manos atrás, caminando ida y vuelta una y otra vez.—Yo que tú saldría de tu escondite. Porque yo podré ser un vampiro—queda en silencio por un momento—Pero yo mismo me desconozco cuando obligo a alguien a hacer algo que no es de su agrado—añade—Así que, te conviene salir de ese ridículo y mugroso escondite.Me mantengo firme. Vuelvo a mirar por el orificio, el vampiro ya no está. Lo busco con la mirada pero no logro encontrarlo.—¿Me buscabas?—me dijo al oído apareciendo detrás mío.Me asusté tanto que retrocedí, sus ojos brillaban, su mirada penetrante no se despegaba de mí. Siento c
Lo más hermoso que pudo haberme pasado es ser madre, tener a mi bebé. Sin embargo, nadie se preparó para tener este papel, no existe escuela de padres, no existe ningún seminario para enseñar a ser padres, nada. Eso sí, cada uno va enseñando valores a sus hijos, y ellos con él tiempo lo pondrán en práctica.Por eso estoy tan orgullosa de tener a un hijo el cuál haya aprendido muchas cosas de lo que le enseñé. A respetar, a ser alguien de mente abierta para que no termine juzgando ni criticando a los demás ya sea por su apariencia física, forma de pensar o la forma de ser.—Connor cariño, ven.—se encontraba jugando en el pequeño parque que se hizo en el patio de nuestra nueva casa, es un niño maravilloso. Ya tiene 4 años, y entiende perfectamente muchas cosas, se expresa muy bien y con un intelecto algo avanzado.—Mami, ¿puedo tomar helado, si? por favor—me hace un puchero tan tierno que acabaría convenciéndome, pero no.—Ahora no cielo, más tarde tal vez. Debo bañarte, estás todo suci
Mi madre seguía caminando hasta que llegamos a un lugar similar a nuestra manada, pero definitivamente no lo era.-Mamá, ¿qué hacemos aquí? Este no es nuestro hogar-dije mirando el lugar cruzándome de brazos. Ella no respondió, ni siquiera volteó a verme.Era extraño, un lugar algo oculto, nunca había estado aquí. Ya me estaba cansando de estar parada mucho tiempo. Debería estar recostándome y no hacer nada, porque se supone que mi embarazo es riesgoso y no debo hacer ningún esfuerzo, menos caminar mucho, como lo acababa de hacer.Aún me preocupa Abel, porque mi madre en todo el camino no mencionó ni una sola palabra, ella no me había dicho donde estaba Abel cuando literalmente venía preguntándole más de 500 mil veces, sin embargo, no respondía y solo se quedaba callada. Eso hace ponerme más nerviosa y preocupada.-¿No piensas decirme algo siquiera? Llevo tiempo preguntando que es este lugar y en dónde está Abel y no me respondes nada-algo molesta le tomo del hombro y le doy la vuelta