Valentina

No puedo creer lo que mis ojos ven, este lugar está hermoso, hay pétalos de rosas, lámparas que parecen velas, muchas mantas y almohadas esparcidas por el lugar, en el centro un bufé con mucha variedad de comida, no puedo creer que frederic siendo el hombre frío y tosco que es haya ideado esto para mí, cuando me dijo de esta cena pensé que comeríamos con posibles clientes, jamás se me pasó que él haría esto.

La verdad he huido de él, por qué aunque no quiera aceptarlo acostarme con él solo ha hecho que el hambre que estaba dormida saliera a flote por que si, me gustó, y una sola vez no será suficiente, pero si lo pruebo nuevamente querré hacerlo muchas veces más.

Lo miro de reojo y diablos este hombre tuvo que ser bendecido por qué es demasiado hermoso, me mira fijamente con una sonrisa picara en los labios.

Y mis piernas están por flaquear.

— Espero te guste está sorpresa—

— Por que me mentiste si no íbamos a tener ninguna cena con clientes— Le digo en tono molesto, pe