Valentina

No soy una chica de 16 años normal, me siento diferente, será por qué soy más madura de la edad que tengo. Pero en el instituto tengo muchos chicos detrás, pero no provocan nada en mi, pero al ver algunos profesores me gustan, no se si me siento atraída por sus caras serías, por sus actitudes o experiencia.

Pero solo hay un hombre que me derrite con solo mirarme y ese hombre es Frederic Bolton un hermoso ruso 12 años mayor.

Cuando lo conocí pensé que era un ser de otro planeta, tanta belleza era única, yo solo era una niña de 13 años, y el ya era un hombre.

Siempre que venía a la casa, traía mujeres diferentes, pero lo único común entre ellas era su belleza.

Todos los días le preguntaba a los chicos si era hermosa, pero se reían, los cambios de mi pubertad no fueron muy buenos conmigo, era un patito muy feo, mis padres Siempre me decían que para ellos mi hermana y yo, éramos preciosas.

Pero yo escuchaba las conversaciones entre ellos, discutían que ojalá cambiará y me pusiera hermosa por qué como me iban a casar con los hijos de sus socios, nadie iba a querer casarse sin amor y con una fea.

Mis padres no eran malos solo un poco ambiciosos.

Hoy es mi fiesta de dulces 16, tengo más de un año que no lo veo, es raro Siempre venía a la casa, pero ahora nunca viene, le he preguntado a padre pero me dice que está muy ocupado, por eso mi invitación se la hice llegar 3 meses antes para que no tenga escusas para venir.

Mi pubertad por fin hizo milagros y de la noche a la máñana mi cuerpo cambio, ya no era la chica tabla. Tenía senos increíbles, muslos gruesos y nalgas grandes.

También mi rostro cambio y tomo una muy buena forma, mi cintura se puso pequeña.

Para que decirlo, estoy buena.

— Hija ven, ya haremos nuestro baile juntos—

Llama mi padre desde la puerta, volteo y lo veo sonriendo.

— Ya estoy lista papa—

— Te vez preciosa, val, eres toda una Parísi, te pareces mucho a tu abuela, ella deja sin respiración a todos la que la conocía—

Tomo su mano y bajamos al gran salón.

Vivimos en una hermosa casa en Palermo aunque tenemos más casas por toda Italia, está y la de Grecia son las que más me gustan.

Bajamos las escaleras y hay están todas las personas importantes de Italia y otras partes del mundo, mi familia y mi hermanita junto a mi mejor amiga amara.

Mis ojos buscan como loca, a ese hermoso hombre y lo veo, está al lado de una rubia toda operada, esas son sus prototipos, yo soy toda natural no me operaria, amo mi cuerpo, si no lo pensé cuando no se había desarrollado nada en mi, menos ahora.

Lo miro fijamente cuando bajó y empieza la canción que nos representa a mi padre y a mi.

Mi hermana y yo fuimos criadas en internados toda nuestra corta vida, a los 13, mis padres tomaron la decisión que ya estábamos grandes para vivir con ellos, mi hermana tiene 9 años, pero ellos contaban con que yo la cuidaría y las sirvientas.

Bailo con mi padre como es nuestra tradición y luego los hijos de sus amigos, bailan conmigo yo estoy hastiada, estos chiquillos me dan dolor de cabeza, solo piensan con el pene. No tienen nada interesante que llame la atención.

Quiero que Frederic baile conmigo, pero no lo hace. Y eso me molesta.

Terminó de bailar y voy por ponche.

— Amiga te vez fantástica, si ese hombre no se fija en ti es un Idiota—

Amo a mi amiga, cuándo le conté de mi Crush no me juzgó, y terminó confesando su amor por mi primo Gabriel, un idiota que se coge a todo lo que se mueve, pero a ella ni voltea a verla.

Pero es lo mejor, si llega aunque sea a besarla y lo ve con otra, sería más doloroso.

Sonrió ante todo el que me saluda pero sigo mi camino hasta donde está Frederic, el es un hombre alto, musculoso y hermoso, dicen que los rusos tienen encanto natural.

— Hola Frederic como estás gracias por asistir a mi fiesta, tenías mucho tiempo sin venir—

— He tenido mucho trabajo pequeña Parísi, no he tenido tiempo para nada— Dios y esa voz me hace delirar. No puede haber otra voz igual en el mundo.

Se que tengo 16 pero mi mentalidad es de una mujer de 25 años.

— Fred, no tienes que darle explicaciones a esta mocosa, además eres un hombre muy importante y ocupado—

Miró mal a la rubia oxigenada, además ni rubia por qué de lejos se ve que su rubio no es natural.

— Yo no estoy hablando contigo, agradece que te deje entrar, personas de tu clase no la quiero en mi casa—

— Y como de que clase soy, no soy pobre—

— Y quién dijo que yo catálogo a las personas por ser bajas de recursos, cuando hablo de clases, hablo que eres una zorra—

Me ve con furia y cuando va a decir algo— tranquilízate, vuelvo en un momento—

Toma mi mano y siento una electricidad recorrer todo mi cuerpo, camina al jardín lateral, este lugar está solitario, ya que todo el mundo solo anda pendiente de hablar con mi padre.

— Valentina, por qué ese comportamiento, tú no eres así, has sido educada muy bien, ya no eres la dulce niña que conocí— Sonrió coquetamente

— Frederic, todo el mundo cambia y crece, ya no soy esa misma niña, tienes un ano sin verme y no sabes que tanto he cambiado, tu solo me ves como una niña—

Lo miro triste, haga lo que haga, para el soy la pequeña Parisi..

— Te veo por lo que eres, apenas vas a comenzar a vivir, ya no eres una niña pero tampoco una mujer, quieres contarme, por qué tú actitud de hace momentos—

Dudo en contarle pero no lo puedo callar más, el que tenga miedo de vivir que no nazca.

— Frederic cuando te conocí, me pareciste el hombre más hermoso que había visto, cuando papa dijo que vendría un nuevo socio, sólo pensé en un viejo panzón, luego llegaste tú y me llenaste de dudas—

— ¿Que dudas?—

— Quiero que no me interrumpas, hasta que termine—El asiente.

— En ese momento estába entrando a la pubertad, conociendo mi cuerpo y mis gusto, me gustaste, no se por que, no puedo explicarlo, los chicos de mi edad o cercanos no me atraen como lo haces tú, o algunos profesores o trabajadores de la escuela o empresas, me gustan mayores que yo yyy.. Estoy enamorada de ti, siento cosquillas cuando estoy cerca, te amo Frederic—

El abre los ojos tan grandes que temo que se van a salir, se aleja un poco y suda.

— Vale, la verdad yo no—

No quiero saber qué me dirá, no lo dejo hablar y por impulso lo beso, no soy experta solo he dado dos besos en mi vida, muevo mis labios y luego él se une a mi, me besa y me siento en las nubes, hasta que me empuja y rompe el beso.

Su mirada es perturbada, parece en una crisis.

— Valentina, esto es un error, yo soy muy mayor para ti, tienes que buscarte un chico de tu edad, tú no estás enamorado yo soy solo una ilusión—

Mis lágrimas caen— Tengo 3 años, enamorada de ti, no puedes decirme que eres una ilusión, yo no soy una niña que no sabe lo que quiere y lo que quiero eres tu— Intento volver a besarlo pero me esquiva.

— No vuelvas a besarme, tú no me gustas, me gustan las mujeres que saben complacer a un hombre, no una chiquilla mimada que no sabe ni comer sola, hazte un favor y no te acerques más a mi, no quiero problemas con tus papás eres una niña y yo no soy ningún pedófilo—

Me dejó caer en una banca cercana, después de ver cómo se aleja y sentir que mi corazón se hizo añicos..