Nunca espere que Alan Frank sea así conmigo, desde el principio creía que mi cabeza y corazón no podían ser ocupados por otra persona. A veces solía pensar que ese matrimonio falso acabaría rápido pero el amor nos atravesó. Ahí lo tenía ese hombre con la mirada de miel, queriendo conectar sus ojos con los mios y pretendiendo decir todo con una sonrisa. Moví mis manos para soltarlo pero no tuve éxito –Sabes que tu madre me odiara aun más, ¿no? – pregunte asustada.Hizo una mueca con sus labios –¿Y cuando me importó lo que piensen los demás?– pregunto llevando sus manos ahora hacia mi cintura.Tenerlo tan cerca mio hacia que mis piernas temblaran y mi cuerpo no sea capaz de responder a lo que mi cabeza le pedía. Una sonrisa se escapo de mi boca, mis manos fueron a parar en sus hombros y solo lo miré –Te amo– le susurre antes de que él me besara.Alan y yo teníamos una relación poco común. Pasábamos de matarnos, literalmente, a querernos con locura y pasión. Perdí la cabeza. Sentía que e
Mis manos borraron las lágrimas de mis mejillas —Estaré contigo— le susurre.Alan se estaba marchando frente a mis ojos, mis padres a mi espaldas discutiendo como debía continuar sin dejarme opinar. Mis manos taparon mis oídos, estaba observando irse al amor de mi vida y mis padres sólo hablaban de división de bienes, de dinero. No daba más, cada segundo ahí era un infierno y solo suspire.Me toco mi espalda —Es lo correcto, hija no estés mal — me alienta.Mi padre avanza hacia mi –Mi pequeña — me da un beso en la cabeza y termina abrazándome —Conseguirás a un hombre que te quiera, te valore. Mírate eres joven aun — dice sonriendo.Al escuchar a mis padres mi cabeza pensaba 'Alan Frank es el hombre de mi vida, no lo cambio por nadie'. Levante mi rostro —No quiero a otro hombre –lo aparto de mi.Aquella discusión con Alan había sido solo algo pasajero. Mi padre seguía murmurando cosas –Encontras a otro– me aseguro.Frunci mi ceño –¿A qué te refieres que encontraré a otro?¿Acaso ya esta
—Es así, hija y no puedo hacer nada — me dice mi madre mientras me deja sola en aquel sitio.En ese momento quería desaparecer, volver a cerrar mis ojos y despertarme de esa pesadilla. Parecía que toda mi vida estaba destinada a sufrir, fui a parar a la peor familia donde no tenía a nadie y solo giraba. Mi cuerpo tieso mirando la hoja, ese documento que Alan había traído una vez estaba frente a mis ojos y al lado una lapicera. Mis manos fueron a mi cabeza, el pecho se me agitaba y retrocedí, mientras mis lágrimas no dejaban de caer y el mundo a mi alrededor se caía en pedazos. No tenía mi celular para poder avisarle a Alan y se me partía el corazón en dos.Estuve ahí parada llorando varios minutos, unos golpes me asustaron y de una forma violenta abrieron la puerta —Ya es hora, no puedes tardar tanto porque los padres de Tobías están esperando por ti — me dice enojado.Mi padre no me dejaba, tenía marcas de toda la vida y como fui capaz de soportar todos sus malos tratos. Mis lágrimas
Antes de conocerlo llevaba una vida súper tranquila, era diferente y todo lo demás pero cambié, él me obligó a cambiar y ya nada era igual. En mi familia también me obligaron a casarme con un ser tan despreciable que odiaba, él solamente acepto contraer matrimonio porque sus padres le exigieron y debía afrontar la realidad.Y sí, mi casa era un caos, mi familia estaba en ruinas y sin dinero. Mis padres habían arreglado un matrimonio para su bienestar y el de la empresa. Mientras que él iba a heredar todo el imperio de su familia, millonario, egocéntrico, malhumorado y mujeriego. De un día para el otro tuve que casarme con esa persona, pensar en tener hijos y mis días malos comenzaron desde ese momento.Yo no tenía nada y él tenía todo el mundo a sus pies. Solo bastó una firma para fingir que éramos un matrimonio como cualquier
Todo cambio, pensé. A veces creía que podía ser la misma mujer que sabía cuál era el momento perfecto para elegir con quién casarme, formar una familia y tener hijos. Eso fue hace unos años atrás, más específicamente, dos años atrás. Pero en fin, mi infierno había comenzado desde que lo vi entrando en el living de mi casa, recuerdo que miré a mi madre —¿Qué pasa aquí?—pregunté.—Debes sentarte,hija—me pide.Conversando con mi padre aparece la persona que más odie estando en el instituto y hasta tener que soportarlo en la misma universidad por nuestras familias. De repente estaba frente a mi con un ramo de flores y simulando una sonrisa —Harper—susurra.Entrecierro mis ojos, aprieto mis manos contra la tela del sillón y volteo a mirar a mis padres—¿Algui
Al llegar con ese auto, el chófer me ayuda a salir y poder caminar. Observó que era una mansión, varias empleadas que pudo contarlas con los ojos y me sorprende el número porque creía que eso pasaba en las películas y no en la vida real. Se encontraba paradas en las escaleras para recibirme, en el medio aparece él vestido con un traje oscuro y sonriendo—Veo que llegaste entera—exclama abriendo sus brazos.Aprieto mis manos para no golpearlo delante de sus empleados y cuando lo tengo a centímetros lo acerco más —Me pagarás haberme hecho esto—susurro.Acomoda su camisa y hace un gesto para que vayan ingresando con las valijas. Me toma del brazo con una fuerza—Eres mi esposa y no podía dejarte sola—sostiene.En ese instante pude darme cuenta que ese sujeto estaba siendo amable conmigo y tratándome como si fuese la esposa de verda
Las personas habían empezado a llegar, dejé la puerta abierta y no caía en la cuenta la cantidad que eran. Había podido contratar un pequeño bar con unos ahorros que tenía escondido, varias mesas con comida para que se vayan sirviendo y la música sonaba. Un vaso entre mis manos, las canciones que sonaban y mi mejor amigo sonriendo caminando hacia mí fue todo lo que necesite esa noche. Me abraza—Estas hermosa hoy—susurra en mi oído. Le doy un beso en la mejilla—Tú no te quedas atrás, bombón—sostengo. Brindamos y bailamos, estaba en mi mejor momento—¿Tu marido dónde está?, creí que está fiesta era por tu feliz matrimonio—dice mirando para todos lados. Hago un gesto con mi boca, muevo mis manos y lo señalo—No está aquí y si quieres saber de mi matrimonio, te diré que no estoy contenta. Cada día que pasa lo odio más a ese hombre—digo apretando mis puños. Suspira—Harper debes empezar a comportarte porque ese hombre no
Todo lo que había pasado era lindo, me había sentido querida y cuidada hasta que él se pone encima de mi. Ya no me tocaba igual, estaba molesto y también excitado. Lo escucho quejarse en mi oído, me penetra con todo haciendo que me arquee del dolor y pego un pequeño grito. Hago mi cabeza hacia atrás contra la almohada, mis manos toman fuerte las sábanas del colchón y las lágrimas caer por mis mejillas. Aún no se detenia, puso sus manos alrededor de mi rostro y siguió moviéndose cada vez más fuerte. Se sentía un ardor enorme que me salió otro grito, no me encontraba excitada—Pará, por favor—susurro recordando aquel pasado tormentoso en mi cabeza. No lograba escucharme, sigue moviéndose y cuando llega al clímax se baja de encima de mí. Se pone a un lado y recupera el aire, por mi parte, me tapo con las sábanas y abrazo mis pechos con unas cuantas lágrimas en mis mejillas. Alan no se había cuidado, yo tampoco porque era cómo mi primera vez después de mucho tiempo y