Días después, Isabella y Karoline salieron de compras al centro comercial, era el cumpleaños de Don, no le agradaban los festejos, pero Isa insistió en celebrarlo, sería una fiesta sorpresa a bordo de un yate, Donatello les había llamado, las vería en la plaza para comprar lo necesario.—Don no será la persona más feliz en esta fiesta, no le agradan en lo absoluto, pero debe de acostumbrarse, un año más de vida es para celebrarse. —Karo era consciente de la actitud de su hijo hacia las fiestas de cumpleaños.—Espero que se le pase lo gruñón pronto.—Yo también lo espero.Caminaron por algunas tiendas, después pararon para tomar un helado, ahí esperarían a Donatello, Karo había enviado al guardaespaldas al auto con las cosas que habían comprado, de esa manera podrían seguir buscando algunas cosas que todavía no encontraban.Las dos mujeres estaban distraídas comprando, cuando notaron que un hombre se había sentado cerca de ellas, parecía no perder detalle de la conversación que tenían,
Cuando regresaron a la mansión, Isabella volvió a ser la misma chica de siempre, Karo y Donatello se dieron cuenta de la molestia de su hijo, pero no estaba en ellos intervenir, así que se despidieron de la chica y su hijo para marcharse a dormir.—¿Pasa algo? No me has hablado desde la fiesta.—No es nada. —Don no quería discutir, después de todo tal vez estaba exagerando.—Uhmmm está bien, creeré en ti. la chica le dio un rápido beso antes de subir a la habitación.Don subió detrás de ella, él entró al baño, cuando salió, Isabella fingió dormir, él ya no quiso molestarla, así que la cubrió con una manta, se acostó a su lado, se durmió enseguida.Por la mañana, Don se levantó muy temprano para ir a la oficina, Isabella fingió de nuevo que dormía, se marchó hacia el corporativo después del desayuno, llamó a Isabella por la tarde para comer juntos, el teléfono de la chica se encontraba apagado, decidió llamar a su madre, Karo contestó enseguida.—Mamá, podrías llamar a Isa por favor, l
Isabella se sentía desesperada, Cedric las había abordado el día anterior, la chica había quedado de ver a una antigua compañera que tenía un problema, se sentía cansada de tener todo el tiempo vigilancia, como la casa de su ex compañera quedaba a unas cuantas cuadras de la casa de los Carusso, decidió ir caminando.Cedric tenía días esperando una oportunidad para abordarla, así que se acercó a ella, Isabella se asustó al ver cerca de ella al mismo hombre que la había abordado en la plaza comercial.—¿Quién es usted y qué es lo que quiere? —Retrocedió asustada.—No temas, no voy a hacerte daño.—No se me acerque, se lo digo en serio. —Isa tomó una actitud defensiva, si el hombre insistía en acercarse, lo golpearía fuertemente con su bolso.Cedric suspiró profundamente antes de decirle quién era.—Isabella, no tienes por qué tener miedo de mí, yo soy tu padre. —En la cara de Isa, se reflejó la sorpresa.—No, usted no puede ser mi padre.—Lo soy. —Cedrid sacó una fotografía, en ella Isa
Una semana después, Isabella entró en la oficina con la cabeza en alto, esos días trabajando como secretaria de Dan la tenían harta, él la humillaba constantemente, haciéndola sentir que no valía nada, sabía que podía renunciar, pero tenía un plan, iba a quedarse y vengarse.Isa trabajó hasta tarde esa noche, repasando los planes de marketing que Dan le había dejado en su escritorio, sabía que podía hacer un mejor trabajo que él y estaba decidida a demostrarlo, trabajó durante horas, haciendo cambios y sugerencias, cuando terminó, estaba exhausta, pero también satisfecha, sabía que había hecho un buen trabajo.A la mañana siguiente, Isa llevó los planes de marketing revisados a la oficina de Don, se sorprendió al verla. —Isa —dijo— ¿Qué estás haciendo aquí?—Te traje los planes de marketing revisados, creo que encontrarás que son mucho mejores que los originales.Don tomó los planes y los examinó, él frunció el ceño, estos son terribles, ¿Qué estabas pensando?El rostro de Isa enro
Por la mañana, Isa se despertó sobresaltada, no tenía idea de que había ocurrido, ¿Cómo había llegado a ese lugar? Al sentarse, se dio cuenta de que estaba en la habitación de un hospital, sentía los labios secos, y la cabeza parecía que le iba a explotar, al mover el brazo, se dio cuenta de que estaba canalizada.Enseguida oprimió el botón para llamar a la enfermera, necesitaba respuestas, no entendía nada, tal vez se había pasado de copas y su compañero la había llevado al hospital, varias preguntas surgieron en su mente.—Señorita, ha despertado. —La enfermera entró en ese momento.—¿Qué me ha pasado? ¿Quién me ha traído?—Permítame, afuera está una persona que tal vez podría contestar a sus preguntas. —La enfermera salió, enseguida la puerta se abrió nuevamente, el chofer de Donatello se paró junto a ella.—Buenos días, señorita, el jefe la trago por la madrugada.—¿Don? Pero yo no estaba con él anoche.—Pasó un evento muy desafortunado, no soy el indicado para decirlo.—Necesito
Los gemelos eran como una fresca brisa que refrescaba el lugar por donde pasaban, además de ser muy sobre protectores el uno con el otro, con ellos, Karo se dio cuenta de que es verdad aquello de que un gemelo logra sentir los sentimientos y emociones del otro, desde el momento de su nacimiento, Mar y Mario no se habían separado, a donde iba uno, iba el otro, Karo y Donatello habían decidido por último ponerles esos nombres, al principio habían llegado al acuerdo que le pondrían los nombres de la madre de Karo y del abuelo de Donatello, pero después de pensarlo muy bien, los cambiaron, no querían que arrastraran cadenas familiares por llevar esos nombres.—Por fin nos hemos reunido todos de nuevo, no saben lo bien que me siento, hijos.—Nosotros también estamos felices de estar con ustedes,mamá, nos pusimos de acuerdo con Mar, para aprovechar estás vacaciones, ya pronto cumpliremos veintidós años, y queremos celebrarlo con ustedes.—¡Dios! Ya veintidós, el tiempo pasa tan rápido. —Kar
Karoline volteó a ver a Donatello inmediatamente, tenían que dar aviso inmediatamente a la policía, en Europa y Estados Unidos, Cedric era buscado por varios delitos.—¿Pasa algo? —Preguntó Don al observarlos nerviosos, podían esconder de otras personas su nerviosismo, pero no de su hijo, Don era muy intuitivo.—Necesitamos irnos, hijo.Sus hijos comieron de prisa, afortunadamente ya les habían llevado los platillos, Cedric sabía que llamarían a la policía, pero también sabía que Isabella lo defendería, ella podría contratar a los mejores abogados del mundo, así ya se libraría de ese problema de una buena vez, no tendría que seguir escondiéndose.La familia Carusso salió del restaurante, Cedric ya se encontraba sentado en la mesa junto a Isa.—Te han visto conmigo los Carusso.—Es mejor así, hija, te aseguro que intentarán hacernos daño de alguna manera, de ellos se puede esperar lo que sea.—No voy a permitírselos, yo también estoy dispuesta a lo que sea.Cedric sonrió internamente,
Mario se despidió de la chica, siguió a su padre hasta la oficina de Don.—Sé que no será agradable lo que voy a decirte, hijo, pero necesito que te alejes de esa chica.—¿Por qué habría de hacerlo? —Al chico no le agradaba en lo absoluto que se metieran en su vida.—Tenemos razones de peso para pedirlo.—¿Acaso es por qué soy el hijo del dueño de la empresa y ella es una empleada de la misma?—Sabes perfectamente que no somos ese tipo de personas, hijo.—¿Entonces?—Está bien, no tienes por qué enterarte de estás cosas, pero ante la actitud que estás tomando, tendré que decirlo.—Hace poco tuvimos problemas con algunas chicas de la empresa, se les ocurrió la magnífica idea de hacer una apuesta para ver quién me lograba conquistar.—¿Esa chica participó en la apuesta?—Así es, y no tan solo eso, me engaño fingiendo que se había tropezado al estar cerca de mí, alguien tomó una foto de cuando sostuve a esa chica, la subieron a las redes, y tuve problemas con tu madre, desde el ángulo qu