Cedric había llegado a Estados Unidos, después de días en altamar, se sintió reconfortado al pisar tierra firme, llevaba con él todo el dinero que había robado a su hija, no sintió en ningún momento remordimientos por haberla entregado a Do Santos.—Qué con mi hija se dé por bien pagado.Do Santos y Marjorie, se sentían cada vez más acorralados, en los medios fueron publicadas sus fotos, ya no tenían la libertad de poder salir como antes.—Te lo dije, Marjorie, no debiste enviar a la loca de tu amiga la enfermera, mira en el lío que nos hemos metido.—Ja, ja, ja, ¿Crees que es solo por eso? ¿O acaso será por lo que le hiciste a mi querida prima?—Pero lo hice porque tú me lo pediste.—No me vengas a decir que no lo disfrutaste, por favor, eres mi padre y conozco muy bien tus debilidades.Marjorie sabía muy bien de las debilidades de su padre desde que había muerto su madre, aunque no quisiera aceptarlo, tuvo que hacerse a la idea y permitirlo, lo único que hacía era cerrar los ojos y
Isabella se sintió asombrada al ver la belleza de aquel lugar, la mansión era simplemente impresionante, desde que se atravesaba el portón de la entrada, atravesando por el enorme terreno arbolado, hasta llegar a la casa.Karoline la veía observar todo con detenimiento, recordó cuando ella había ido a ese lugar por primera vez, había actuado igual que Isabella, con la diferencia que Isa había crecido en medio de lujos, y ella venía de una vida humilde.Aun así, al que viera la gran mansión, ya fuera pobre o millonario, le impresionaba de igual manera, era gran lujo por todos lados.—Es impresionante, me siento como si estuviera dentro de un lujoso museo. —La chica caminaba del brazo de Don, que parecía estar igual impresionado que ella.—Nos fuimos de aquí cuando yo era muy pequeño, para mí es como si fuera la primera vez que estoy viendo todo esto.En la sala, sobre la chimenea, había una gran pintura de la abuela cuando era joven , era una mujer muy bella, al subir las escaleras, a
Don habló ese día con sus padres, deseaba formalizar su relación con Isabella, solo que no encontraba una forma especial de hacerlo.—Papá, dime, ¿Cómo fue que te le declaraste a mi madre?Donatello y Karoline se voltearon a ver, ella asintió, ya su hijo tenía suficiente edad como para saber cómo habían pasado realmente las cosas.—Te contaré cómo pasó todo realmente, pero no quiero que me juzgues, después de todo, como te dije el otro día, lo mío fue amor a primera vista.—Sí, y también me contaste que mi madre huía de ti por que pensaba que estabas loco,—Así fue, pero hice algo que jamás hubiera hecho, mi abuela me estaba presionando para casarme, me parece que eso también te lo he contado, pero no te he hablado sobre el contrato que firmamos, y por qué fue que tu madre aceptó casarse conmigo.¿Contrato? Aquello que estaba escuchando, a Donatello ya no le estaba gustando.—¿Qué fue lo qué pasó? —Preguntó curioso.—Tu abuela materna, estaba enferma, necesitaba una gran cantidad de d
Los preparativos para la boda estaban listos, los Carusso esperaban la hora de salir hacia la iglesia, Don había rentado un habitación de hotel para arreglarse, nervioso daba vueltas esperando la hora para salir hacia la iglesia.Las mujeres de su familia, habían separado a Isa de él desde dos días antes, respetaban la vieja costumbre o más bien, superstición de que el novio no viera a la novia antes, o tendrían un infeliz matrimonio.Por la noche, Don se había colado en la recámara de la chica como buen adolescente, sentía que era demasiado tiempo para estar separados, por la madrugada volvió a su cuarto de hotel, lo compartía con su padre.Estaba seguro de que Donatello se había dado cuenta, afortunadamente no lo había echado de cabeza con sus tías y primas.—No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido, hijo, aún recuerdo cuando me enteré de que soy tu padre, para mí fue la mejor noticia.—Espero nunca me pase, y pueda estar durante los embarazos con Isa.—Pues debes poner t
Don y Karo se encontraban en su habitación discutiendo, parecía haber algo en lo que no se ponían de acuerdo, o trataban de solucionar algún problema, era raro entre ellos que tuvieran algún problema, y cuando lo había, terminaban solucionandolo bajo las sábanas, eso era precisamente lo que había generado el motivo de la discusión entre ellos, y no era un motivo cualquiera.Karo no podía creer que a pesar de su edad, de nuevo se había embarazado, se lo había advertido a donatello, que tenían que cuidarse, pero él no hacía caso, creía que eso no pasaría. —¿Cuándo has visto a personas de nuestra edad siendo padres de nuevo?—Te lo dije, no me hiciste caso, yo quería viajar por el mundo, y ahora ya no podremos.Karo no paraba de llorar desde que se había enterado, veía sus planes arruinados, y no es que no fuera a amar a su hijo, pero a su edad ya no había pensado en ser madre de nuevo.—Mi amor, sí todavía no llegas a los cincuenta, yo sí que estoy viejo.—¿Cómo se lo diremos a nuest
Karoline se encontraba parada en la entrada de aquel club de baile, dudaba siestaba haciendo lo correcto, dio un paso dentro del lugar, la estridente música enese momento le pareció molesta, suspiró fuertemente antes de atravesar la pistapara subir las escaleras.Finas gotas de sudor perlaban su frente, su corazón latía tan de prisa que pensabaque en cualquier momento saldría de su pecho, sintió que quizás no podríacontinuar, sobre todo al llegar frente a la puerta del privado, se armó de valor parahacerlo, empujó la puerta fuertemente,al ver lo que ocurría dentro sus enormes ojosazules se abrieron con incredulidad, en el interior del lugar una pareja se besabaapasionadamente.El hombre apartó de inmediato a la chica sentada sobre sus piernas, se sorprendióal ver que ahí estuviera ella, Karoline se sintió furiosa, se abalanzó sobre él paraempezar a golpearlo fuertemente, aquel hombre no creía que su novia estuvierahaciendo aquello, debido a la impresión solo se dedicó a cub
El italiano aquel aunque ebrio, no perdía el tiempo, la chica lo volteo a ver, era un hombre en verdad atractivo, solo una tonta rechazaría su propuesta, estaba ebria no tonta ni ciega.La tomó de la mano para salir del bar, en la barra el barman se quedó preocupado.Karoline nunca se había comportado de aquella manera, tal vez tenía que ver con algo que le había pasado.Fuera del bar estaba estacionado un lujoso auto de color negro, un chofer esperaba por su jefe.El italiano se acercó enseguida al auto, abrió la puerta, después de ayudar a subir a Karoline, subió a su lado.—Oye Creo que te equivocaste de auto, el dueño no lo encontrará cuando venga. —Karo pensó que el hombre se había equivocado al subir al lujoso auto.—Eso no importa, dejemos que nos lleve. —Contestó sonriendo de una manera que a ella le pareció muy sexy.Los dos reían constantemente, el hombre al volante movió la cabeza de un lado a otro.Al llegar al hotel, bajaron con dificultad, el italiano tomó entre sus braz
Karoline se alejó de la habitación, volteaba constantemente para ver si aquel loco la seguía, cuando subió al elevador se sintió más tranquila, le dolía terriblemente la cabeza, pero el hambre que tenía era aún mayor.Bajó al lobby del hotel, por donde pasaba, llamaba la atención.No era muy alta, pero los tacones ayudaban con eso, sus rasgos eran delicados, su pequeña nariz bien formada le daba un aire sofisticado.Unas cuantas pecas a la altura de sus pómulos atravesaban de un lado a otro por el puente de su nariz, sus ojos eran de un color azul tan intenso como el mar, su largo cabello rubio cenizo, era completamente lacio y le llegaba un poco más abajo de su cintura.Un corto flequillo enmarcaba sus ojos, sus labios eran carnosos, simulaban un pequeño corazón.Su cuerpo parecía esculpido por algún buen escultor, su busto era de buen tamaño, anchas caderas, estrecha cintura, un muy buen trasero y torneadas piernas hacían de ella toda una tentación.Al salir del hotel, paró un taxi