Se encontraba acorralado, tenía que encontrar una salida rápida o nunca disfrutaría de esos billones que tanto le habían constado obtener.
—Suéltala, tío— insiste James dando un paso — no tienes a donde ir, yo puedo hablar con la policía, podemos llegar a un acuerdo. Puedes quedarte con el dinero, no me interesa. Solo, déjala ir.—Te daré a elegir, no puedo entregar a ambos. La policía afuera, ha cambiado mis planes. Aunque pensándolo bien, creo que mi hijo y yo necesitamos tiempo a solas.—No, llévame a mí— grita Emma— deja que William se vaya.—Al fin sale tu instinto maternal, pero supongo que yo también tengo derecho a estar con él— la arrastra hasta la silla de William. James también se acerca lentamente.—Déjalo ir, un niño no será un escudo para ti, llévame —insiste Emma.—tentador oferta, no obstante el pequeño y yo tenemos planes, considero que después de todo, si quiero tener un heredero.
La empuja y dispara contra ella, dos veces, Emma cae a
Thomas se carcajea a más no poder, mientras acelera y hace saltar del asiento al pequeño William.—Tú y yo nos llevaremos muy bien —le dice mirándolo una vez más—Tienes el carácter de tu madre. No pensé que tuvieses las agallas para jalar del gatillo.—Sabías que no tenía balas.—Me crees tan tonto para dejar un arma cargada ante la vista de un mocoso llorón e impulsivo. Pero debo confesar que me agrada tu valentía.—Eres un monstruo.—Sí, lo sé. Y no estoy ansioso por que me llames padre, pues en cuando estemos lejos, te enviaré de vuelta a casa.—¿Lo harás? —pregunta a media voz, muy sorprendido—¡Por supuesto!, no tengo por qué cargar con un niño llorón el resto del viaje. Además, sé que te gustará volar, incluso a la polic&iac
Henderson acompañó a Emma al Hospital San Vicente de Paúl, en Aranzazu, después de que James se fuera con el detective King en la persecución de Thomas. Al llegar se encargó del papeleo y de lo que hizo falta para su atención, mientras llegaba su familia. Ellos ya habían sido informados de la nueva ubicación de Emma, pero no llegarían de inmediato, se encontraban en el Hospital Universitario San Vicente Fundación, en Medellín, acompañando al padre Amaro. Su viaje sería un poco largo, unas seis ahora.un par de horas más tarde de que ella abandonara el quirófano y que ni un médico le diga nada, uno de los doctores se acerca.—Usted es familiar de Emma Díaz — Pregunta el galeno.—Soy amigo cercano de la familia. ¿Cómo está ella, doctor?—La intervención quirúrgica para extrae
Un beso tierno que acarició sus corazones, mientras desvanecía los miedos y temores. Después de un largo y apasionado beso, la pregunta indiscreta llegaría.—¿Qué paso con Thomas y William?—El detective King ya tiene todo controlado, es cuestión de tiempo para encontrarlos. No quiero que te angusties, prometí que iré por él y lo haré, la próxima vez que me veas entrar por una puerta, será con William de la mano. Confía en mí.—Sí, confió.En eso una llamada entrante lo sobresalta, al mirar la pantalla, observa un número desconocido, su corazón le manifiesta que es Thomas.—Regreso en un momento— le declara a Emma dejando un beso en sus labios antes de correr a la salida. Cuando está afuera, llama a King con un gesto, este llega de inmediato. Thomas estaba dispuesto a todo por escapar de la cárcel, eso lo llevo a utilizar el cadáver de un niño de la edad de William para conseguirlo. Le resulto muy bien, pues había compartido esa llamada con la policía, la desesperación de su sobrino y el grito del niño bastaron para que los agentes que rodeaban esa casa, consideren su pedido.“Thomas Brown le habla el comandante Moreno. Uno de mis hombres se acercará para dejar un radio comunicador para poder charlar”Thomas estaba ganando, dejó que la policía se acercara a él sabiendo que sus términos serían escuchados.“Comandante Moreno, usted un hombre sensato, si le interesa la vida del niño conseguirá ese helicóptero. Le daré media hora, si no lo hace el pequeño perderá una pierna. ¿Le parece? El mocoso aún puede vivir sin ella, pero debe dEpílogo
James es uno de los hombres más ricos del país y con solo treinta y cinco años, es el principal candidato a heredar una de las compañías más exitosas en el mundo empresarial. Es además muy atractivo e inteligente, por lo que se siente un semidiós. Pero esfrío, sin sentimientos, arrogante y cree que puede tenerlo todo, con solo desearlo. En su camino al éxito ha aprendido a no confiar con facilidad en las personas y si existe alguien a quien odie más en el mundo, esa es sin duda Emma; una simple secretaria, carente de atributos y del sentido de la moda, de carácter fuerte, que se atreve a desafiarlo abiertamente solo por ser la favorita de su abuelo.Se odian y detestan la idea de estar cerca el uno del otro, pero en una jugada del destino terminarán bajo el mismo techo, fingiendo ser un matrimonio feliz para sobrevivir a las adversidades a las que fueron arrastrados.—Sol
Desde que hace su ingreso a la empresaB&MIngeniería y construcción, todas las miradas se posan en la elegancia y arrogancia de James Brown, que caminando con una mano en el bolsillocuálsi estuviese en una pasarela se dirige al ascensor, sin mirar ni saludar a nadie. Pero eso sí, pobre de aquel que hoce no saludarlo, con solo una mirada suya, sabe queestáfuera de la empresa. Los últimos años, aprendido a reconocer sus voces y observarlos detenidamente; cada gesto, cada murmullo en su contra les costara su puesto de trabajo, sea quien sea, puede considerarse fuera cuando él deja la clásica frase “Soy su superior y lo único que exijo de ustedes es el respeto” y lleva esa mirada fría hacia su víctima.Después de eso ni siquiera el arrodillarse y besar sus pies son suficientes para hacerlo cambiar de opinión.&nbs
—¡No, no, no! ¡Todo menos eso! —grita James poniéndose de pie.—A mí tampoco me agrada la idea de estar cerca de su alteza real, pero una cosa es el trabajo y otra muy diferente el trato personal, debería aprender a diferenciarlas. —expresa ella muy calmada sentada en su silla, pero por dentro el corazón le latía con fuerza y un escalofrío la recorría por completo. Algo la hacía temer, puede que todos esos años tratándolo como se merece de vez en cuando no era nada, pero ahora pasaría junto a él las veinticuatro horas del día. Eso sería un verdadero suicidio.—Envía a otro en mi lugar, con esta no voy ni a la esquina.—Le repito que esta, tiene un nombre señor James Brown Wilson.—¡Laestásescuchando! —Vuelve a levantar la voz, dirigiéndose a su abuelo sin p
—¿Cómo pueda ser tan despreciable? —Dice Emma levanta la mirada llorosa haciaElliot, que la mira indiferente. —¿Por qué a mí?—Porque nunca debiste cruzarte en el camino de los Brown.—¿De qué está hablando?—De lo que te sucedió hace once años—expresa el viejo con frialdad.Esa frase le golpeó el corazón, fue como si estuviese siendo arrastrada a ese oscuro suceso, toda esa pesadilla regresaba y las lágrimas brotaron cuál manantial, intenta deshacerse del miedo olvidado, pero es inevitable. Su cuerpo tiembla y la mirada del viejo, le seguía apuñalando el corazón, los gritos aterradores de aquella noche vuelven a resonar en su cabeza, el asco, las palabras de aquel hombre, esa voz que creyó haber olvidado reaparecía haciéndola temblar.