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“La casa era inmensa, (pensaba Megan) con razón le decían “ la mansión “, pensé que iba a tener una decoración más rimbombante, pero no, era muy sencilla la sala aunque claro, lujosa. Se nota la mano de una mujer aquí. ¿Estarán casados los hermanos Smith, Ashton estará casado?”

-Hola, buenas tardes, bienvenida, te estábamos esperando ¿ puedo tutearte verdad? Le pregunta Nani a Megan

-Claro, claro Megan mi nombre es Megan

-Pues mucho gusto, yo me llamo Natalia, pero todos me dicen Nani

-Mucho gusto señora Nani.

-Oh no, no, nada de señora, solo Nani.

Megan asintió y Nani le dio un abrazo y un beso en la mejilla, eso la hizo sentir un poco incómoda no por nada malo, sino porque simplemente Megan no estaba adaptada a eso, pero la verdad es que se veía una señora muy cariñosa, así que logró relajarse y sentirse a gusto.

-Ven hija, te voy a mostrar un poco la casa para que la conozcas y te puedas mover con toda libertad por ella, deja eso ahí mismo- dijo señalando su maleta.

-Después mando a que te la suban, vamos.

Así fueron caminando por toda la inmensa casa hasta llegar a la cocina

-Y aquí, mi lugar favorito- dijo Nani -los muchachos ya no quieren que cocine mucho pero desde que su padre, que en gloria esté, me contrató, me he ocupado de todos los detalles de esta casa. No sé estar sin hacer nada.

-¡Oh! pensé que usted, digo tú, eras la mamá de ambos.

-No, aunque los considero mis hijos porque estoy con ellos desde que su mamá murió, nunca pretendí ocupar ese espacio, el cariño se fue dando poquito a poquito, día a día y ahora son mis niños y mato y como del muerto por ellos.

-Y nosotros por ti- dice Ashton entrando a la cocina y dándole un beso en la frente a Nani.

Megan tragó en seco porque se veía hermoso vestido de sport, no podía negar eso.

-Mi niño grande, me entretuve hablando con Megan y no te avisé cuando llegó.

-No te preocupes, Dante lo hizo.

-¿Sabes una cosa Megan? Este muchachito me dio una guerra terrible.

-No exageres Nani, que la doctora se nos va a asustar.

-¡Pero si es la verdad!, tienes ese carácter duro desde la adolescencia, ya con 15 años te creías hombre.

-Con 15 años fui obligado a ser hombre.

Ambos se miraron de manera cómplice y hasta se pudiera decir que había un matiz de tristeza en ambas miradas.

-Bueno- dice Nani rompiendo el hielo.

-Ahora usted como todo el caballero que es, le va a subir la maleta a Megan a su habitación que yo voy a preparar el almuerzo.

-Si señora, como usted mande.

Recorrieron el camino hasta la sala los dos en un mutis total, Ashton recogió la maleta y le indicó el camino escaleras arriba.

A Megan le temblaban hasta los pensamientos, estaba nerviosa y no entendía el porqué, simplemente iban caminando juntos escaleras arriba, nada más que eso, pero solo estar cerca de ese hombre le hacía sentir cosas nuevas para ella.

-Esa puerta que ves ahí es el cuarto de Brandon, ahora mismo está en uno de abajo por lo de la pierna, este de aquí a la izquierda es el tuyo y esa puerta al final es el mío.

Megan tragó grueso antes de hablar.

-¿Y el de Nani?

-Duerme abajo, no le gustan las escaleras.

-O sea que ¿aquí solo dormimos tú y yo?

-¿Molesta o feliz?

Megan viró los ojos en blanco y prefirió entrar a su cuarto sin responder a la insinuación de Ashton, este por su parte sonrió y entró después que ella.

-¿Qué te parece tu habitación?

-Wow, es inmensa, mi apartamento entero cabe aquí.

-Ashton solo sonrió por la ocurrencia de Megan y la sinceridad de sus palabras, parecía una niña con juguete nuevo.

-Bueno yo te dejo para que puedas acomodarte.

-Gracias.

Megan no volvió a ver a Ashton en todo el día, comentaron en el almuerzo que había salido con Dante, ella Nani y Brandon almorzaron juntos y realmente se sintió a gusto, Brandon era muy ocurrente y Nani le reía todas y cada una de sus tonterías.

-Tienes suerte de que sea yo el paciente y no mi hermano.

Le decía Brandon a Megan mientras esta le cambiaba los vendajes y le revisaba la herida.

-Ese protesta por todo, hasta por lo que no existe.

-Si que tiene mala fama tu hermano, oye y hablando de otra cosa ¿se sabe algo de lo del tiroteo de esa noche, ya saben quien te hirió?

-Emm, no no, todo ha quedado en que fue una bala perdida- Brandon estaba tratando de restarle importancia al tema, no era conveniente que la doctora supiera más de lo que necesitaba saber.

-¿Sabias que tenemos un jardín y una piscina en el fondo de la casa?

-No, no he curioseado los alrededores de la casa.

-Pues deberías ir, es un lugar hermoso, creo que te gustará.

Megan siguió la recomendación de Brandon y por la tarde fue a dar un paseo por el jardín, era un lugar muy bonito la verdad tenia una variedad de flores increíbles, estaba muy cuidado, se ve que había alguien que se ocupaba de él.

-Así pasó la tarde noche, paseando en el jardín y contándole todos los por menores a su amiga Helen por teléfono.

Estaba teniendo una tarde muy tranquila. Todo lo contrario a Ashton que desde que salió de la mansión estaba en un galpón golpeando a diestra y siniestra a unos hombres de los del tiroteo dónde habían herido a su hermano.

-¡HABLA! O te juro que tendrás una muerte tan pero tan lenta que vas a desear no haber nacido.

Ashton seguía golpeándolo si darle tregua hasta que Dante intervino.

-Ya fue suficiente, lo vas a matar y no resolveremos nada, el objetivo es que hable.

-Tienes razón-dijo Ashton ofuscado.

-Ya es tarde, mejor te vas para la mansión y me dejas a mi resolver esto. No te preocupes que alguna información les voy a sacar.

-Esta bien, me voy entonces, mañana me dices que soltaron.

-Hecho.

***

Megan no podía dormir, era pasada la media noche y no había visto más a Ashton desde que llegó a la mansión, al parecer era verdad que es un hombre muy ocupado.

“Seguro que anda con una rubia toda operada ( pensaba Megan) yo los he visto en la clínica ( ahora no solo pensaba, ahora hablaba y gesticulaba para ella misma.

“A estos hombres con plata solo les gustan esas mujeres todas falsas, nunca se fijarían en alguien como yo, bajita, llena de pecas y con rollitos de más.

“Bueno Megan , aquí estás para trabajar y nada más que para eso, que cada quién esté con quién le de la gana estar.”

Y con ese ‘ discurso motivador’ decidió levantarse he ir a preparar una tasa de té caliente. Toda la casa estaba en penumbras, todo el mundo estaba durmiendo mientras que ella parecía un alma en pena.

Mientras ponía la tetera, encontrada después de una búsqueda exhaustiva, sintió un ruido, se detuvo y espero pero no volvió a sentir nada más, entonces empezó a tararear una melodía que le gustaba mucho.

El ruido que había escuchado Megan había sido provocado por Ashton al tropezar con un mueble en la penumbra de la sala.

Antes de subir a su habitación prefirió pasar primero por la cocina a ver si comía algo, se había pasado todo el día en el maldito galpón entre golpes y torturas a los tres hombres que habían capturado, solo tomó un baño antes de irse porque no le gustaba llegar a su casa con olor a sangre.

Para su sorpresa ahí estaba Megan, tarareando una melodía que él no conocía pero le gustó lo que vio. Tenia un pijamas de muñequitos, nada sexi la verdad, pero a él le pareció hermosa, se quedó parado, tranquilo sin hacer el menor ruido, quería seguir viéndole, quería seguir disfrutando de su cabello alborotado y de su manera de ser tan sencilla, pero el encanto duró poco porque en eso…

-¡Puta madre! ¡¿quieres matarme del corazón?!

-Vaya, vaya, tiene la boquita sucia la doctora- se sentó cómodamente en una silla de la isla.

-Disculpa, no suelo decir groserías pero de verdad me asustaste mucho.

-Discúlpame tú a mi, no era mi intención hacerlo, solo me entretuve mirándote.

Megan tragó grueso, no entendía porque Ashton la miraba así, parece que la estaba desnudando con la mirada y lo peor es que eso le estaba gustando, tuvo que apretar sus muslos porque estaba sintiendo una sensación de excitación nueva para ella.

-¿Quieres té? Tenía que disimular con algo.

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