“¿En serio quiere que me ponga esto?” pensaba Megan al ver el ropón de dormir que tenía arriba de la cama, era hermoso no podia negarlo, rojo entre seda y encaje.-Bueno Megan- se dijo a si misma - todas las mujeres lo usan y es solo para él, no es que vayas a salir a la calle con esa escasez de tela arriba.Soltó la toalla y sin pensarlo más se lo puso, le quedaba perfecto y la verdad que se le veía bien, el color le hacía contraste con su piel blanca y su pelo rojizo, se miró al espejo y lejos de sentirse incómoda le gustó lo que vio, se sentía femenina, sexy y a pesar que no era de maquillarse mucho siempre llevaba con ella un brillo de labios con el que se pintó para dar el toque final. -Megan, ¿todo bien?- Indagó Ashton del otro lado de la puerta.-Si, emm… puedes pasar si quieres, ya me bañé.Ashton entró al cuarto y ahí estaba ella parada esperando por él, por supuesto se había puesto la bata por arriba del ropón y la tenia amarrada porque a última hora le dio un poco de vergü
-¡¡Ahh!! -protestó Megan por el dolor clavándole sus uñas en la espalda. El, la llenó de besos y mimos por todo el rostro.-Shuuu… ya pasó, ya pasó, ese dolor solo es esta vez- le decía estando dentro de ella pero sin moverse, dándole tiempo a que su vagina se adaptara a él.Poco a poco comenzó a moverse dentro de ella.-Me encantas nena, estas tan estrecha que eso no hace más que excitarme y querer enterrarme en ti más y más.Ashton aumentaba el ritmo a medida que veía que Megan empezaba a relajarse y a disfrutarlo.Megan por su parte ya no sentía el dolor que sintió con la primera estocada, el dolor que sentía no superaba al placer que ya su cuerpo estaba experimentando.Ashton poco a poco fue aumentando el ritmo, le subió las piernas y las colocó en los hombros de él, así tenía más acceso a ella. -Que rico se siente estar dentro de ti ¡ohh! ¿Ya no te duele tanto verdad? -No… ya no.-¿Te está gustando? Necesito saber cómo te sientes. Megan lo miró fijo a los ojos, se veía tan sex
A la mañana siguiente a Megan le dolían hasta las pestañas, estaba hecha un desastre, se sentía pegajosa por el semen y tenía marcas por todo el cuerpo, Ashton se había puesto… “creativo” durante el resto de la noche. Salió de la cama y se fue al baño, necesitaba una ducha con carácter inmediato.-¿Nena? dijo Ashton entrando a la habitación.-Aquí estoy, me estaba bañando, no sentí cuando te levantaste.Tú estabas rendida y no te quise despertar- le dio un beso- vamos a desayunar.-¿Y tú cocinas?- burlándose de él preguntó.-No, pero sé picar frutas, jamón y queso- le hizo una mueca y le sacó la lengua- ¿tienes que ir al hospital hoy? -No, hoy no opero, bueno si, a recoger el carro.-Tranquila, de eso Dante se ocupó.- ¿Y cómo lo abrió?- Preguntó un tanto extrañada.-No tienes la menor idea de las cosas que puede hacer Dante. -Hizo una pausa y suspiró, ya estaban ambos sentados a la mesa - yo si tengo que trabajar pero trataré de regresar temprano. -No te preocupes, igual no iré a n
Megan estaba que se la llevaban los demonios, ¿¡como Ashton le había hecho semejante maldad!?Quería dejarlo con las ganas, pero castigarlo a él significaba también castigarse ella misma así que guardó su molestia y salió rumbo al final del pasillo donde estaba la habitación de Ashton. Nunca antes había entrado ahí, era grande, muy grande, no podía ver cada detalle porque estaba en penumbras pero predominaba el color blanco, la decoración era moderna y muy sencilla.Megan estaba mirándolo todo cuando salió Ashton del baño totalmente desnudo, se notaba que estaba recién bañado.-¿Te gusta lo que ves? A Megan esa pregunta le causó mucha gracia porque fue la misma que le hizo el día que se conocieron en la clínica, con la diferencia que ahora ella tenia un poquito de más autoconfianza. Así que en vez de responderle se desnudó y se acostó en la cama justo en la posición que estaba en su cuarto recostada a los codos para así poderlo ver y solo le dijo: -ven y compruébalo tú mismo. Asht
Los días fueron pasando y todo estaban en calma, Megan seguía con su rutina del hospital, ya estaba yendo todos los días porque Brandon estaba recuperado y ya no era necesario estar pendiente a él, así que había retomado su horarios. Llevaba ya casi tres meses viviendo en la mansión, ella y Nani se llevaban de maravillas, era como la hija hembra que le faltaba, Nani hasta le enseñó algunas recetas que no sabía.Brandon ya había empezado a trabajar, se ocupaba de los negocios legales, o sea de los hoteles, además como tenía ese carácter tan sociable era la cara visible de la familia Smith, solía salir en revistas y esas cosas. Mientras que Ashton se ocupaba de los negocios turbios junto a Dante y siempre se mantenía en la sombra. Así era el día a día de la familia Smith.Ashton estaba encerrado en su oficina revisando papeles del trabajo cuando Brandon entró.-¿Ya viste los números de este mes?- dijo mientras se sentaba delante de su hermano y con el escritorio de por medio.-Si, ya lo
Rodrigo se quedó sin saber que decirle, se conocían hace años y jamás Ashton le había dicho algo ni remotamente parecido.-Hermano- le puso Rodrigo el brazo por encima de su hombro- tienes todo el derecho de enamorarte y te juro que me alegro muchísimo que eso pase y más que sea de ella, porque sé que es buena muchacha y te quiere, eso se le nota.Hizo una pausa Rodrigo- solo creo que deberías decirle la verdad.-¿Cuál verdad?, ¿que soy un puñetero mafioso?, ¿que mis manos están manchadas de sangre? -había dolor en las palabras de Ashton.-Esto es lo que soy y lo que voy a seguir siendo hasta el último día de mi maldita vida - respiró profundo - fue lo que me tocó y una mujer como Megan no anda con tipos como yo.-Ashton, tus manos estarán manchadas de sangre, no lo dudo pero recuerda que esas mismas manos son las que salvan todos los años miles de personas de bajos recursos.-Las salvan ustedes- dijo con sus ojos húmedos.-Con tu dinero, y en tu clínica, así que si somos justos, la
Dias después…Era increíble como la vida de Megan había cambiado, la clínica seguía siendo algo importante para ella por supuesto pero ya no era lo único, Ashton ocupaba un espacio muy grande en su vida, era inevitable seguirlo negando, ese hombre le movía el piso, el cielo, las estrellas y hasta los planetas. Ya no se quedaba hasta altas horas en la clínica sino tenía algo que hacer, todo lo contrario salía de primera en cuanto terminaba porque le encantaba pasar tiempo con él, incluso hasta con Nani y Brandon se sentía a gusto. Era lo más cerca que había estado en toda su vida de una familia y la verdad era que se sentía bien, no lo podía negar.-Megan ¿tú me estás escuchando?- preguntó Helen. Estaban las dos en la cafetería de la clínica desayunando algo porque hoy el día iba a ser largo.-¡Claro!, claro que te escuché, es muy buena idea.-¡Dios!- dijo mirando al techo toda dramática Helen- que hiciste con mi amiga, llévate a esta impostora y devuélveme a la original. -¡Ay no sea
Megan no podía hablar, estaba en shock, sus manos le temblaban, veía las fotos una y otra vez, una y otra vez pero no había dudas, era él. Soltó todo aquello de golpe, era como si la estuvieran quemando todas esas imágenes, se llevó las manos a la cabeza, solo hacía negar con ella, no podía ser, no él, seguro que era algún montaje, si era eso, con la tecnología moderna se podían hacer milagros. -“Serénate, Megan serénate y revisa con calma”- se dijo a si misma y después de respirar varias veces profundamente volvió a revisar las fotos.Por más que veía no encontraba ninguna pista que le indicara lo contrario, ¡era él!. Sus manos volvieron a temblar, ni cuando operó por primera vez en su vida se puso así. En la caja no solo habían fotos, sino también unos papeles que parecían ser como fotocopias de periódicos viejos, Megan empezó a leer y no podía creer lo que decía ahí, tuvo que soltar todo aquello y correr al baño cuando las ganas de vomitar la sorprendieron, vomitó hasta las ganas