Celeste.
Me desperté un poco adolorida y a mi mente llegaron esos recuerdos lindos y sexys, mis manos recorriendo su cuerpo y el recorriendo el mío me dio un estremecimiento y sonríe a más no poder, me levante cuidadosamente de la cama para no despertarlo, camine un poco y encontré su camisa tirada, me la puse y me llegó casi a las rodillas, vaya que él es más alto que yo, me dirigí a la cocina le iba a hacer el desayuno, estoy parada enfrente de la mesa pensando que hacer, cuándo sentir dos manos abrazarme por la espalda y pegarme a su pecho.
-Buenos días Esteban.
-Querida quién te dijo que podías levantarte de la cama pasaras todo el fin de semana en el cuarto con migo.
-No puedo Esteban necesitamos comer bueno por lo menos yo.
-Descuida querida tengo gente que puede ocuparse de eso.
Trono sus dedos y varias sonbras aparecieron de no sé d&oacu
Celeste.Me desperté después de un rato que se fue Esteban, me dirige a la cocina el desayuno ya estaba hecho, otra vez por esas sombras era algo extraño, mantenían la casa limpia, yo solo me senté en intenté hacer un poco de conversación con ellas.-Tienen mucho conviviendo con Esteban.Se voltearon a ver unas a otras y solamente acintieron con la cabeza.-No pueden hablar.Negaron con la cabeza otra vez después de esas palabras ya no supe que decir, así que solo sonreír con el desayuno, después de que me lo comí ellos lavaron los platos. Mi teléfono sonó y conteste.-Bueno.-Hola Celeste querída quiero preguntarte que tienes que hacer mañana en la noche.-Nada en realidad iba a buscar empleo pero no lo sé.-Querida ya te he dicho que no busques eso yo te daré todo lo que necesites.-Esteb
Celeste.Casi en cuanto Esteban se fue escuché que tocaron la puerta creí que era el, que quería jugar una broma, me levanté de la silla y camine hacia la puerta.-Esteban porque no abres la puerta no seas chistoso.Al abrir la puerta mi sonrisa se desvaneció era Johnny y no se miraba muy contento parecía que estaba drogado.-Qué Celeste esperabas a alguien más.Quise cerrar la puerta y empecé a sentir miedo Johnny empeso a golpear la puerta para intentar abrirla, voltie con Estela se miraba asustada.-Estela corre a mi habitación.No sé movía estaba paralisada así que le grite.-Que corras.Reacciono se bajo del la silla y salió corriendo al cuarto, escucho como la puerta estaba tronando tomé aire y corrí lo más rápido que pude a la habitación cerré la puerta, estábamos encer
Esteban.Estoy en la bodega de vinos de la mansión, estoy mirando y pensando cuál sería el mejor para esta hermosa ocasión, cuando una de mis sombras aparece, se miraba alterado me informó que estaban atacando Estela y a Celeste, hice un porta lo más rápido que pude para aparecer en la cocina todo se miraba batido, la mesa estaba sola, la puerta principal estaba rota, las sombras me señalan la habitación, la puerta estaba derribada y una ventana quebrada, me asomé por la ventana y miré a lo lejos dos dos personas, salte por la ventana y corrí lo más rápido que pude.Al acercarme a esas dos personas, uno lo reconocí era ese imbécil que nos encontramos aquella vez afuera del hotel creo que su nombre es Johnny y el otro bulto en el suelo es Celeste y la está golpeando, voy a matar este imbécil.Voy a romper las reglas, decidí aparecer mi guadaña tomé impulso con un solo movimiento lo decapite, su cuerpo callo por un lado, solté mi guadaña y me acerqué a Celeste la lev
Esteban.Mire las puertas de la oficina de mi padre, abrí la puerta de golpe.-Samael.La encontré, ella estaba hincada en el suelo desnuda y él estaba demasiado cerca de su rostro, me acerqué y la tomé por la cintura la levanté y la apegué a mi cuerpo.-Qué crees que estás haciendo Lucifer.El solo se rió cínicamente.-Vamos hijo solo estaba jugando con la nueva adquisición de la mansión.-Te prohíbo tocarla.Eso no le parecio bien a mi padre, mostró sus dientes en forma en una macabra sonrisa y se acercó a mi.-Hijo tú no me vas a prohibir hacer nada, si yo quiero jugar con tu nueva mascota lo haré entendiste.Yo solo le gruñe y no iba a permitir que tocará a Celeste, el dío una carcajada en mi rostro y desapareció en una nube de humo negro. Celeste temblaba, me quite la camisa y se la puse, la cargue en brazos y me la llevé a mi habitación, al llegar la senté en la cama y tome su rostro en mis manos y la hice mirarme a l
Esteban.Fui al armario de Ángela, no me gusta tomar su ropa pero seguro habrá algo que le quedara a Celeste, tomé un vestido negro ibarra a resaltar su linda pie blanca, lo tomé y salí. Al caminar en el pasillo me encontré a 3 sirvientas y las detuvo.-Quiero que les quede algo muy claro y quiero que se lo digan a los demás, hoy llegó una nueva muchacha, ella es mi acompañante nadie puede tocarla excepto yo, la van a reconocer es blanca.Ellas asintieron con la cabeza yo les pase por un lado, al llegar a la habitación me encontré con la agradable sorpresa que estaba mi madre y Ángela. Después de que se fueron me acerqué a Celeste se estaba mirando los pies y se estaba cubriendo el cuerpo, puse mi mano en su mejilla y la hice que me mirara al rostro.-Qué pasa querida.Ella no me quería mirar a los ojos miraba hacia la pared.-Me dio vergüenza tu madre sabe quién soy y lo que somos.-Claro yo mismo se lo dije.Fue cuando me volteo a ve
Celeste. El día que llegue aquí al infierno estaba demasiado asustada, tenía miedo, incertidumbre, vergüenza pero Esteban y Estela han hecho que todo eso se me olvide. Esteban me llena de obsequios, mimos, regalos y atenciones es un gran demonio. Ya no me siento tan incómoda estando con Ángela y Lilith, me han estádo invitado a tomar el té, la primera vez que fui a tomar el té con ellas estaban las amantes de Lucifer, eran cuatro damas todas eran diferentes, dos tenían alas de murciélago, una apareció un chacal y la otra un carnero, al parecer a Lilith no le importaba compartir a su marido, son mujeres agradables. Todo eso pasó hace tanto tiempo, las décadas han pasado tan rápido, a veces extraño mi hogar el sol, la arena blanca, las olas del mar pero al ser una alma pecadora no puedo ir, tengo prohibido ir al mundo humano, aveces Esteban abre portales en los que yo puedo ver la playa más nunca puedo tocarla. Después de todo este tiempo Esteban
Hoy en el hotel las cosas están tranquilas, no hay mucho que hacer. Estoy en el mostrador recibiendo a los pocos clientes que iban llegando o los que se retiran, creo que debería de presentarme. Mi nombre es Celeste, tengo 25 años y ya tengo un año trabajando en este bonito te es un hotel, que se encuentran en Filipinas, me mudé aquí ya hace proximadamente un año y medio.Soy de estatura promedio, mi cabello es negro y mis ojos son verdes, no hay nada en especial. Ya casi metiéndose el sol, llegó una pareja, parecías de recién casados se miraba bastante felices. Se acercaron al mostrador, el hombre es alto, delgado, tiene el cabello negro y los ojos azules, la mujer también era alta, tiene un muy bonito cuerpo, es rubia y tenía los ojos azules, parecían sacados de una revista. Han de ser extranjero ya que tiene la piel muy blanca.-Hola buenas noches que les puedo ayudar.El hombre me miró -tenemos una reservación.-Su nombre por favor.
Los años pasaron y siempre cada seis meses venía la pareja de casados, a tiempo mire que la señora venía con una linda pancita, después que una niña en brazos se miraba tan hermosa, la niña se parecía mucho a su padre. Hoy volvieron a llegar como siempre habían hecho una reservación con anticipación, pero llegaron y se miraban molestos, el cargaba a la niña en brazos y ella volteaba para el otro lado, parecía que venían peleados.-Hola buenos días su reservación de siempre.-Sí Celeste gracias.Toque la campana para que Arturo viniera por las maletas y los acompañara a su sweet. Cuando Arturo volvió me contó un chisme grandísimo parecía vieja de barrio como esas de las telenovelas, llegó y me empezó a sacudir de los hombros.-Arturo tranquilo me vaa a revolver las ideas.-No vas a creer lo que pasó.-No a ver dime.-Cuándo dejé las maletas escuché como la señora llama estúpido a su marido.-En serio, Arturo no debes de estar cont