Esteban.

Al llegar al hotel me preocupaba por Celeste se miraba un poco pálida, Estela se había quedado dormida la recoste en su cama y me senté afuera en el balcón, troné mis dedos y mi sombra apareció.

-Vigilada no quiero que nada le pase.

Mi sombra asintió con la cabeza y desapareció, se que algo le pasa el collar que le di me hace sentir su preocupación.

-Hay Celeste que secretos ocultaras querida, bueno mañana averiguaré.

A la mañana siguiente me levanté temprano, desayunamos juntos y Estela insistió en ir a la guardería, primero me sentía culpable al dejar en la guardería pero ella es feliz ahí. Me diriji a la casa de Celeste, toque la puerta y nadie me abría, pero su bicicleta estaba aquí donde estará. Trone mis dedos y apareció una sombra.

-¿Dónde está?

Me indicó que estaba dentro así que decidí ver si la puerta no tenía seguro y para mí sorpresa estaba abierto, la encontré estaba dormida en el sillón y al parecer estaba leyendo un l