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Capítulo 3: ¿Un hijo?

Andriano

Ruedo los ojos internamente ante la insistencia de esta mujer, si aún no la he despedido es porque es muy buena en su trabajo, pero no pienso permitir que pase algo entre nosotros, no me gusta mezclar lo personal con el trabajo.

-Señorita Claribel, le sugiero que mantenga la distancia y dejé de ofrecerse o tendré que despedirla.-le digo con seriedad porque ya me tiene cansada.

-Yo... lo lamento tanto si lo incomode, pero usted me gusta y podríamos intentarlo.-dice la descarada.

-Claribel, ve a recoger tus cosas y lárgate de mi empresa.-le digo ya cansado.

-Pero...-le interrumpo negando con la cabeza.

-Vete, se te pagará la liquidación por tus servicios hasta el momento, pero no te quiero volver a ver.-digo al tiempo que me levanto para salir de la oficina.-Cuabdo regrese no quiero que estés más en mis instalaciones.-advierto para seguidamente salir de allí queriendo un poco de aire fresco.

Ya no soporto estar en Francia, solo estaba esperando que mi hermana mejore para regresar a nuestro país natal. No quiero seguir en este lugar porque no me trae buenos recuerdos.

Los Santoro, después de tantas injusticias logramos salir adelante y al fin pudimos encontrar a nuestra lucecita. Ahora solo me dedicaré a disfrutar de mi hermana, de sus hijos y de mis padres, ya hemos pasado por tanto así que es momento de ser felices.

Camino hacia la salida de mi empresa, quiero despejarme un poco así que caminaré y disfrutaré del fresco.

Me he dedicado tanto a buscar a mi hermana y tratar de proteger a mis padres que me olvide de mi vida, pero tampoco podría pretender seguir sabiendo que tenía una hermana que fue robada por esos malditos que gracias a Dios hoy están pagando sus delitos, aunque para mí eso no sea suficiente.

También quería que Charlotte Durant pague por haber sido una m*****a perra con mi hermana, pero nunca encontraron pruebas contra ella, ¿Y cómo hacerlo? Si, ella fue la persona que ventilo toda esa información para que sus padres fueran presos, el anónimo siempre fue ella. Por eso no me sorprende que no hayan encontrado nada en su contra...

En el pasado busque a esa mujer para sacarle información sobre cada movimiento de sus padres, y para seguir los suyos, pero cometí el error de acostarme con ella.

Sentí que había traicionado a mi hermana por haber estado con una de las personas que la lastimaron, y por eso le dejé bien en claro que solo había sido un error y que no nos volveríamos a ver.

Y lo he cumplido porque hace unos cinco años fue la última vez que ví a esa mujer, y no quiero volver a hacerlo, ese es uno de los motivos por lo que quiero regresar a Italia cuánto antes.

Aunque no me guste aceptarlo aún no puedo borrar su aroma o la suavidad de su piel, incluso temblaba entre mis brazos como si esa fuese su primera vez... Esa mujer es tan rara, nunca la ví suplicarle para que le creyera o tratando de defenderse, tal vez nunca se arrepintió de su mal trato hacia Isabelle, pero es algo que jamás olvidaré.

Nadie sabe nada de esa mujer, y tampoco he querido investigar, pero eso es lo que dicen los medios, "está disfrutando de la herencia de sus padres" "está de vacaciones" "se casó con un millonario y por eso no se la ve", no sé cuál de todas esas especulaciones sean reales, y tampoco me importa.

Solo puedo sentir desprecio hacia esa mujer.

Mis pensamientos se ven interrumpidos por la risa de un niño que al parecer viene escapando de sus padres.

Mis ojos se abren incrédulos cuando la mirada de ese niño se conecta con la mía, sus ojos verdes y sus rulos... es tan parecido a mi cuando era niño que mi mundo se detiene, ¿No es posible, verdad? Esto solo es una alucinación y entonces sucede...

-Fabiano, te he pedido que no corrieras, mi amor.-dice esa voz que jamás podría olvidar y me congelo cuando ella repara en mi presencia, sus ojos primero me observa sorprendida para minutos más tarde lucir temerosos.

Nadie vuelve a decir nada, solo nos observamos sin poder creer que estemos allí después de tantos años.

Mi cerebro no logra procesar lo que está pasando en estos momentos, esto es tan ilógico y loco...

-Mami, solo quería ver a los paja... pajaritos.-dice esa vocecita provocando que nuestra conexión de miradas se rompa.

-Bien, debemos irnos.-dice ella agachándose a la altura del niño para seguidamente alzarlo en sus brazos y darse la vuelta para empezar a alejarse y cuando me doy cuenta de que los estoy perdiendo de vista es cuando reacciono y corro para alcanzarlos.

-Charlotte, detente.-le pido cuando estoy cerca de ellos y decir su nombre en voz alta fue tan raro después se tanto tiempo.-Tenemos que hablar.-le digo porque si bien aún no puedo procesar se que ese niño... puede ser mi hijo, no, no puede ser es mío.

-Dejame ir, por favor.-susurra cuando logro detenerla del brazo.

-Necesito una explicación.-digo a punto del colapso.

-Bien, pero primero tengo que dejar a mi hijo en un lugar seguro.-dice resignada a lo que asiento aunque no pueda verme.

-Está bien, podemos ir a donde quieras.-aseguro tratando de ocultar mi desesperación por saber si lo que imagino es verdad.

-A mi casa, es en el único lugar que hablaré contigo.-dice con seriedad.

-Ahi será entonces.-afirmo y una sonrisa escapa de mis labios cuando me doy cuenta de que el niño me observa con curiosidad.-¿Cómo te llamas, pequeño?-le pregunto aunque recuerdo que su madre lo ha llamado "Fabiano", un hermoso nombre por cierto.

-Fabiano Avril de Charlotte Avril.-dice provocando que mi sonrisa se ensanche más y su madre se atragante, ¿Avril? ¿Acaso está casada y por eso lleva otro apellido? ¿Y por qué me molesta esa idea? !porque puede ser mi hijo y si es así nadie tiene el derecho de ocupar mi lugar!

-Un gusto pequeño Fabiano, yo me llamo...-no puedo terminar de hablar porque Charlotte se suelta de mi agarre y empieza a alejarse.

Suspiró profundamente antes de seguirlos, debo tener paciencia y no explotar frente al niño, pero eso depende de ella.

Observo desconcertado el lugar por donde me está guiando, ¿Acaso pretende entregarme a algun delincuente? ¿No vivirá por aquí, verdad? Eso es imposible porque se muy bien que toda la herencia de los Durant paso a sus manos, así que de seguro solo quiere joderme la paciencia.

No me gusta hacer de menos a nadie, pero esto no podría llamarse barrio y mucho menos casas, esto parece un lugar de mala muerte y lo pobreza que puedo visualizar es espantosa.

-Deberias disimular un poco la repulsión que te provoca el lugar.-dice esa mujer cuando nos detenemos frente a un departamento que parece ser su casa.-Llevare a mi hijo a su habitación y luego hablaremos.-me dice sin darme opción a replicar.

Me despido de Fabiano con la mano y el imita mi acción sin soltarse de su madre.

Los observo alejarse y solo me quedo parado allí sin nada más que hacer, el lugar es pequeño, pero está bien cuidado y unas fotografías de Charlotte y Fabiano adornan la pequeña sala de estar.

-Bien, ¿Qué quieres saber?-me pregunta sacándome de mi inspección. La observo durante unos segundos, sus ojos tienen determinación y no hay ni una pizca de temor como había minutos atrás.

-No entiendo que haces viviendo aquí.-es lo primero que digo al no entender el porque de su estadía en este lugar.

-¿Acaso pensaste que estaba de vacaciones por Miami disfrutando de la herencia? ¿O qué me case con un millonario?-pregunta sarcástica dándome a saber que está al tanto de lo que rumorean.-No tengo porque darte explicaciones así que deja de lado tus malditos prejuicios y dime de una vez que quieres saber o mejor vete de mi casa ahora mismo porque no pienso tolerar que denigres mi hogar por tus aires de grandeza.-dice con seriedad recordándome lo víbora que está mujer, a ella no le importa nadie más que ella misma y esto solo lo confirma.

-Fabiano es mi hijo, y no me interesa que vivas aqui, pero mi hijo no tiene porqué aguantar tus berrinches.-digo con dureza y casi me retracto cuando veo un abismo de dolor en sus ojos, pero estos rápidamente se convierten en furia y la Charlotte que conozco aparece.

-¿Berrinches? Mira, querido, me importa poco lo que pienses de mi y que me juzgues como todo lo hacen ¿Por qué sabes que? ¡No vivo de ustedes así que por mi pueden meterse su opinión dónde le quede!-dice con furia, pero sin levantar la voz.-Pero eso sí, jamás, escúchame bien jamás vuelva a decir que mi hijo no me importa y que soy mala madre por tenerlo aquí, porque tú no sabes nada.-me dice sin una pizca de temor.

-Eso es lo que me haces creer cuando atacas así, tú solita te has ganado esa reputación así que no te hagas la mosquita muerta ahora.-digo enfurecido por querer hacerse la víctima.-Eres tan m*****a que no te importo que mi hijo creciera sin su padre y es más que seguro que te casaste por eso llevas ese apellido, pero mi hijo no lo llevará, él tiene una padre y no pienso permitir que dejes a otro ocupar mi lugar.-le digo enojado de solo imaginarme tal cosa.

-¿Debería llamarte macho alfa? ¿O quieres que te aplauda?-pregunta con su característico sarcasmo.-Si, es tú hijo, pero también es mío y lo que haga con mi vida como has dicho es mi problema, y mi hijo también lo es, porque si te busque para que supieras de él, no iba a negarte ese derecho, ¿Pero como querías que te dijera si desde ese día desapareciste? ¿Cómo hacerlo si hasta con tu apellido me mentiste? ¿Acaso tenía alguna dirección o contacto tuyo? No, nada porque solo te acercaste a mi para buscar pruebas que te ayudarán a meterme presa al igual que hiciste con los Durant, entonces explícame, Andriano, porque no entiendo tu punto.-me dice sin dejar de lado su seriedad.

-Pudiste avisarle a Isa o cuando descubriste quien era me podrías haber mandado una mensaje aunque sea anónimo como te gusta trabajar, siempre haciéndote la misteriosa.-digo irritado por su actitud.

-Querias que te pudiera "Hola, Andriano, soy la enemiga de tu hermana y tenemos un hijo, ¿Quieres hacerte cargo?"-dice sarcásticamente.

-Deja tú maldito sarcasmo.-le digo perdiendo la poca paciencia que tengo.

-Tú a mi no me mandas.-contrataca.

-Mas te vale que no intentes huir con mi hijo o tendré que tomar otras medidas.-le advierto.

-A mi no me amenazas y ni se te ocurra intentar quitarme a mi hijo porque ahí en verdad me vas a conocer.-me amenaza al tiempo que se acerca hasta donde me encuentro.-Y claro que mi hijo sabe que tiene padre, por lo mismo no te deje decirle tu nombre, él es inteligente y se daría cuenta de inmediato, pero quiero decírselo yo misma. Y Andriano no puedes esperar que te reconozca cuando no tenía manera de mostrarle ni siquiera una foto de su padre porque al señor misterioso le gusta estar en perfil bajo.-me dice recalcando lo que le dije anteriormente de lo de hacerse la misteriosa.

Sus palabras me hacen suspirar frustrado porque se que en eso tiene razón, no me gusta que andén detrás de mi todo el tiempo y amo mi privacidad por lo mismo prefiero mantenerme en perfil bajo.

-Solo quiero que él sepa que soy su padre y pasar tiempo con él, pero no voy a permitir que lo vuelvas a alejar de mi.-le aviso y él que avisa no traiciona.

-No pienso ir a ningún lado así que no tienes de que preocuparte, y Andriano, conmigo pueden hacer y decir lo que se les plazca, pero más te vale que no lastimes a mi hijo porque te vas a arrepentir.-me vuelva a amenazar y es que parece que es todo lo que está mujer sabe hacer.

-Quiero que sepa que soy su padre cuánto antes.-informo y ella suspira agotada mientras asiente.

-Se lo diremos mañana, creo que por hoy ha sido suficiente, ambos tenemos que pensar en que es lo que haremos.-dice más relajada y asiento mientras le doy una repasada sin pensarlo, no se si es mi imaginación, pero está demasiado delgada para mí gusto, ¿Acaso hace alguna de esas absurdas dietas para verse "bien"?-Si era todo, te voy a pedir que te retires de mi casa, esto ha sido mucho por hoy.-me pide sin una pizca de simpatía.

-Bien, mañana vendré temprano y si o si le diremos.-digo con seriedad para seguidamente darme la vuelta y salir de allí.

¿Cómo puede cambiar la vida tan de repente? Hace unas horas no sabía de la existencia de ese niño y ahora resulta que soy padre de un hermoso niño.

Buenas tardes, espero que estén muy bien y que hayan disfrutado del capítulo y si es así déjenlo en los comentarios.

Les advertí que Andriano no se comportaría de la mejor manera, pero no va a ser tan ciego como ya saben quien...

Nos leemos pronto...

Estefanía...Saludos.

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