Leander.Mi brazo duele pero lo mantengo presionado con trozo de tela. Papá me ve a la distancia, sé que sabe que estoy herido pero ha preferido irse con Dania. Y estoy molesto por eso y porque haya dejado ir al licántropo.¿Qué demonios se supone que estuvo haciendo a solas con él?Near me pide que me tranquilice, que debemos confiar en ella, además, que no me moleste porque nuestro padre se porte de esta manera con ella; pero yo no logro entender cómo es que puede ponerse de su lado cuando nos ha rechazado.—Deja de decir esa palabra —gruñe Near—. ¿No viste lo que hizo para defendernos? Ella quería asesinar a ese Lycan porque nos hizo daño, Leander, estoy seguro.Mi estómago se revuelve. Vi el odio en su mirada mientras atacaba al Lycan eso es cierto. Y todavía no sé cómo ella pudo saber que estábamos en peligro. Y aunque la tuve en mis brazos hasta que despertó de su desmayo, y me sentí de nuevo completo al verla darme una sonrisa, nada tiene sentido, porque si realmente nos quisier
Dania.Cuando su lengua mojada pasa de mi hombro a mi cuello, siento mis paredes contraerse. Estoy tan mojada, sensible. Desde el momento en que me pegó a su pecho para ocultarme de los demás, mi deseo hacia él aumentó.Entonces siento un aura diferente rodeándome, es más fuerte, como un potente calor que brota de la piel de Leander. Para cuando me giro para verlo, casi jadeo internamente. Porque puedo reconocer los ojos de Leander y los de Near aunque sean muy parecidos; los de Leander son color miel, cálidos, pero los de Near son mucho más oscuros que eso, casi como si estuviera besándose con el color dorado de su pelaje.—¿Near? —quiero saber.Porque por alguna razón siento que no logré llegar a Near como con Leander. Lo sospeché ayer cuando él olfateó mi cuello y soltó ese sonido satisfactorio.La idea de que no haya podido manipularlo a él es aterradora porque eso quiere decir que Leander está debatiéndose con Near. Sin embargo, más allá de eso, su aura me atrapa de una forma en l
Leander.—La próxima vez que intentes dejarme a un lado voy a tomar el control y te juro que no te dejaré salir. Y no me importan las consecuencias —gruñe Near en mi cabeza, y puedo ver una imagen clara de su rostro rabioso.Justo ahora me odia porque le impedí disfrutar un poco más con Dania. Pero es que aunque yo mismo estaba hipnotizado con el sabor de su piel y sus dulces gemidos, no podía dejar de pensar en que la castaña no tenía derecho de tener nuestra primera vez si no nos quería como sus compañeros.Cuando salí de esa habitación con el corazón desbocado, mi familia pudo darse cuenta mi lucha contra Near; andando como dos almas en un torbellino, y me siguieron.Unos minutos después de que me calmé pude tener la fuerza para mandar a Near al fondo, bloqueándolo pese a sus rugidos que martirizaban a Raid.Le conté a Adriel lo que me había pasado, y mi confusión acerca de que Near había tomado el control sobre mí propio cuerpo de alguna manera, manteniéndome en una especie de con
Dania.Subimos al avión para hacer nuestra segunda escala, y aunque escucho algunos murmullos detrás de mí entre los Cox, los ignoro. Solo tomo asiento en mi puesto correspondiente, y luego de unos segundos tengo que ver hacia atrás en el pasillo porque ninguno de los 3 hombres toma asiento. Gabriel parece decirle algo en el oído a Adriel cuando Leander se aproxima a mi fila de asientos.—¿Me puedo sentar? —cuestiona señalando un asiento a mi lado, poniéndome nerviosa.Miro a su padre solo unos segundos porque creía que estaría a mi lado, pero él se ha sentado en otra fila junto a Adriel, así que miro a Leander y asiento mientras trago hondo.Su gran presencia a mi lado me hace sentir pequeña e insegura ante mi decisión. Él intimida demasiado, y después de todo lo que hemos pasado es aún peor. Él aclara su garganta, con sus grandes brazos cruzándose en su pecho, mirando fijo hacia al frente, mientras todos mis sentimientos comienzan a burbujear.¿Por qué me persuadió de comer? Bueno,
Gabriel Cox.Después de tomar un vaso de agua y asegurarme de que mi hijo mayor esté bien, continúo contando la historia, con la esperanza de que Dania entienda lo importante que es que ella acepte que es la bruja elegida.—Alexander formó un hogar con Darlene, quien una noche tuvo una revelación en el templo. Se dice que la Diosa Isis se hizo presente y la ayudó a escribir ese libro de hechicería en donde también se hablaba de una profecía que todos conocemos —digo, mirando de reojo a una Dania incomoda.»Darlene y Alexander tuvieron dos hijos, ambos lobos. Uno dorado, como tú, Leander, y el otro con un pelaje castaño. Alexander sabía que, si la profecía era cierta, entonces solo el primogénito de cada lobo dorado podría cumplir la profecía. Idealizó demasiado a su hijo mayor, mucho más después de descubrir que su don era diferente al suyo; abandonó por completo a su hijo menor. Y este último se sumió en un desprecio en contra de su padre, madre y hermano por sentirse desplazado.»El
Leander.Decido quedarme en la habitación con mi padre al ver su rostro preocupado. Ahora siento mucha más carga sobre mis hombros al saber toda la historia familiar. Ahora esto no solo se trata de salvar a la humanidad ni a los licántropos sino que se hacer justicia; y la única forma de hacerlo es que nuestro impacto sea tan grande que actos como esos no puedan repetirse nunca más.He sentido a Near demasiado callado, como si él mismo se mantuviera al fondo de mi mente. Ni siquiera lo he escuchado opinar sobre lo que nos contó papá, solo reaccionó con un aullido de dolor por saber cómo ocurrió la muerte de nuestra madre.Ahora entiendo que la imagen sobre mamá enferma en cama solo quizás era un viejo recuerdo de alguna gripa o fiebre, y mi pequeño cerebro realmente se aferró a ello junto a lo que mi padre nos había hecho creer “estaba muy enferma”.No culpo a papá de ocultarme la verdad, pues, sé que tal vez de contármela desde el inicio hubiera tenido demasiado remordimiento no solo
Leander.Tomo un libro de la sección fantasía, hago la compra y lo guardo en mi maletín. Hoy hay un intercambio de regalo por el día de San Valentín, y mi amigo secreto me ha pedido esto como regalo. Luego pido un uber que me lleve directo al trabajo, y ya en el auto, desvío mi vista en las calles, viendo a todas estas personas, y vuelvo a preguntarme como cada día, ¿alguno de ellos será como yo?No hay forma de que pueda identificar a otro de mi especie si aparenta bien ser un simple humano, como lo aparento yo, mi padre, e incluso mí hermano. Pero desde que tengo uso de razón, mi lobo Near y yo hemos querido saber qué se siente tener una vida plena siendo nosotros mismos.Lo único que sé, es que mi familia, los Cox, hemos sido desterrados de la comunidad en donde otros hombres lobos habitan con sus cachorros y sus compañeras. Como no tenemos el privilegio de compartir con ellos, siempre que hay luna llena, voy con mi hermano al bosque más lejano, con la esperanza de encontrar a otro
Leander.—Bien vamos, ¿quién está jugando conmigo? —cuestiono a todos.Cinco días. Han pasado cinco días desde San Valentín, y cada mañana encuentro pequeños obsequios en mi escritorio. El primer día fue una caja de galletas con un ligero sabor a naranja que Near y yo dudamos en comer, pero terminamos amando. El segundo regalo fue una pulsera negra con un dige extraño que Near piensa que proviene de Egipto; luego fue un cupcake, un collar con el mismo dige, y hoy, de nuevo galletas.—Eres el favorito de Dios, galán —me dice Kristin, coqueta—. No recibiste un regalo la semana pasada y ahora recibes uno diario. ¿Quién es la mujer que se ha arriesgado a conquistar a este bombón, eh?Las demás chicas ríen pero solo juegan conmigo. Ninguna de ellas ha sido la causante de esto. Todas saben que no tienen oportunidad conmigo porque trabajamos juntos desde hace tres años y me he negado a todos sus intentos de coqueteo. Quizás piensan que soy gay, y eso es lo mejor.—Come una, quiero saber si