La mañana comenzaba, el ambiente cada vez más fresco anunciaba el definitivo fin del verano, la lluvia golpeaba fuertemente los cristales de aquel hospital donde Andrómeda se encontraba, su ánimo no podía ser más pesimista, toda la noche buscando a su adorada familia, ni Altair ni ella lograron dormir, dio parte a la policía sobre la desaparición de su tía y su pequeño hermano, los protectores de la ley se habían burlado de ella, incluso le insinuaron que quizás, se habría fugado con un hombre, estaba furiosa, de no ser por Altair no habría logrado contenerse y habría terminado presa por golpear a un policía...el ojos zafiro uso su poderoso apellido para movilizar a la "ley" en busca de su familia, después de muchas horas aún no había ni rastro de ellos ni del chófer del apuesto moreno, era inconcebible, como es que tres personas desaparec&iacut
- Que está pasando aquí! SUELTALA GASTRELL! - la voz de Altair Sallow lo saco de sus pensamientos y lo volteo a ver con desprecio, soltó a la rebelde cobriza y está camino hacia el moreno.- No paso nada, mejor vayamos, tenemos cosas que hacer - dijo Andrómeda queriendo evitar una discusión entre ambos hombres.Ambos se miraban desafiantes, el piel canela tomo a la hermosa jovencita por su pequeña cintura y la besó con brusquedad, con posesión, la joven rodeo el cuello de su amado con sus blancos brazos, hundiéndose más en ese apasionado beso que llevaba toda la mañana necesitando, además, quería calmar a su temperamental novio, lo último que necesitaba era una pelea absurda, Draco miro con odio al ojos zafiro, sus ojos parecían enrojecerse, esa joven rebelde debía y sería solo de él, y no descansaría hasta hacerse con ella.
En una lujosa mansión, un hombre apuesto, pero de cruel apariencia, daba lecciones de etiqueta a su ahora nuevo pupilo.Sebastián Miracle era el encargado de educar como futuro patriarca a Aubrey Relish, el chiquillo, tenía en sus planes, lo obedecería para lograr sus propósitos, obtendría poder y a la mujer que llevaba años deseando, pero le era inalcanzable...Amelie Sallow...la telaraña estaba lista, solo necesitaba hacer caer a unos cuantos más en ella.El hombre de piel pálida, casi enfermiza, ojos rojos llameantes que le daban una apariencia siniestra al carecer sus iris de melanina, cabello negruzco ondulado y elegante porte, era el mayordomo y mano derecha de Henry Relish, durante años había servido a aquella familia intentando obtener beneficios a su favor, ahora, tenía en sus manos al que era heredero y futuro patriarca, moldear al niño a su conveniencia era la ll
- Tío, necesito hablar con el abuelo y ustedes ahora, se la razón por la que hoy se nos llamó a la gran casa Relish - Amelie y Charles miraron con seriedad al piel canela.- Más te vale que hables en serio, pero ella no estará presente, no vas a molestar al abuelo con tus tonterías - dijo tajantemente la delicada joven.- Ella debe estar presente - y viene una persona más llegando justo ahora, dijo el piel canela que miraba su celular.Charles y Amelie no lo podían creer, el mismísimo Joseph Gastrell descendía de una lujosa limusina.- Llega tarde anciano - dijo con desdén Altair.- Vaya niño tan grosero, me recuerdas a tu padre - dijo el imponente patriarca de los Gastrell haciendo enojar al piel canela.- Veo que esto es serio Altair, pasen, sea bienvenido a su casa Sr. Gastrell - dijo Charles sorprendido por la presencia del gran señor.Andr&
- Y porque estás tan seguro de que va a funcionar? - pregunto el líder mirando a su nieto.- Porque soy Altair Sallow, sin el perro arrogante de por medio, no hay mejor candidato a los ojos del viejo Relish que yo - la seguridad y determinación de su nieto, hicieron sonreír al viejo patriarca.- Muy bien, que así sea entonces, Charlie, Amelie, lleven a la niña a vestirse como una dama digna de mi nieto, esta noche será grande para nuestra familia – ordeno el líder Sallow.- Bien hecho joven Sallow, aunque pudiste ahorrarte el insulto hacia mi hijo - reprocho Joseph al piel canela.- Que estemos juntos en esto no significa que me agrade tu hijo - respondió Altair con arrogancia.- supongo que no, sigues siendo un gamberro patán que a mis ojos no merece a la dulce Andrómeda, pero la dejo en tus manos - respondió con una sonrisa el patriarca Gastrell.Amel
El trayecto fue algo incómodo, en la lujosa limusina, iban los integrantes de la familia Sallow, el patriarca no dejaba de admirar la belleza y casta de la ahora prometida de su nieto, Charles no dejaba de parlotear y era constantemente regañando por su padre e hija, la esposa de este iba en silencio ignorando a todos como solía hacer siempre, Amelie no intentaba disimular su odio por la cobriza y Altair iba más ocupado embelesado con la belleza de su prometida que prestando atención a lo demás, por su parte la piel nívea solo quería salir volando del vehículo pudiendo apenas soportar aquella aura asfixiante. Finalmente llegaron a la recepción en la lujosa casa principal de los Relish, Andrómeda trago duro, lo que estaban a punto de hacer no era cualquier cosa, vería por primera vez al patriarca de aquella imponente familia, se sintió mareada, pero su determinación y coraje la hicieron caminar con su elegante porte de siempre, no la intimidarían, vería a su hermano y tía y a
El ambiente en la lujosa recepción de los Relish se había relajado, el vino, la buena comida y la elegancia estaban presentes por todos lados, un desfile de vestidos y trajes de gala, podía apreciarse aquí y allá.Andrómeda y Aubrey se sentían como peces fuera del agua, ¿que era todo aquello? Con tal cantidad de innecesario derroche, bien podían vivir con comodidades por más de dos años... ¿cómo encajarían en un mundo así? Tan distinto a lo que estaban acostumbrados, ¿Que pasaría con ellos? Nereida estaba descansando en una de las habitaciones acompañada de su prometido, la cobriza y su pequeño hermano se habían convertido en el centro de atención de todos los presentes, quienes los llenaban de halagos que se sentían tan ciertos como ver víboras caminando, la joven solo quería correr al lado de su mejor amiga y
Los Sallow regresaron triunfantes a su mansión, Charles comenzaría al día siguiente con los preparativos para celebrar la fiesta de compromiso de Altair y Andrómeda, sería un evento único y se encargaría de arrojar "la casa por la ventana" para tan importante evento, Amelie estaba furiosa, ya tenía suficiente con deberle respeto, según su abuelo, a su estúpido primo, ahora debía mostrarlo por la salvaje de su prometida, Frederic Sallow estaba orgulloso, el honor de su familia se había incrementado y ahora su ya poderoso apellido tendría el mismo peso que el de los Gastrell. Los jóvenes prometidos volvieron al departamento que habían decidido compartir, Andrómeda se dejó caer en la cómoda cama, había sido un verdadero shock todo lo que había pasado en tan poco tiempo, ¿que había sido de su vida? ¿En qué momento se había convertido en la protagonista de aquella novela trágica? Era tan irónico, todo aquello era tan irónico, tantos años creyendo ser alguien, peleando por los suy
El frío comenzaba a sentirse, una nueva mañana llegaba, la cobriza se disculpaba con sus amigos por no avisarles del plan y provocar el desmayó de Nereida, había decidido seguir su vida normal, no quería recibir un solo billete de su "familia" Joseph Gastrell decidió continuar con la beca aunque ya se sabía sobre su hijo André, Andrómeda se despedía de todos para ir hasta su trabajo, sin embargo ya no estaba sola, el líder Relish había asignado a un imponente guardaespaldas para ella, Jacob Smiders, el hombre era increíblemente alto y moreno, su cabello corto café oscuro, tenía un par de cicatrices en ambas mejillas, su mirada era sanguinaria, a pesar de ser muy apuesto inspiraba terror, la chica se vio obligada a aceptarlo, fue una de las condiciones del patriarca para dejarla en paz...claro, que nunca le dijo que también trabajaría.- Señorita, si el