- Tío, necesito hablar con el abuelo y ustedes ahora, se la razón por la que hoy se nos llamó a la gran casa Relish - Amelie y Charles miraron con seriedad al piel canela.
- Más te vale que hables en serio, pero ella no estará presente, no vas a molestar al abuelo con tus tonterías - dijo tajantemente la delicada joven.
- Ella debe estar presente - y viene una persona más llegando justo ahora, dijo el piel canela que miraba su celular.
Charles y Amelie no lo podían creer, el mismísimo Joseph Gastrell descendía de una lujosa limusina.
- Llega tarde anciano - dijo con desdén Altair.
- Vaya niño tan grosero, me recuerdas a tu padre - dijo el imponente patriarca de los Gastrell haciendo enojar al piel canela.
- Veo que esto es serio Altair, pasen, sea bienvenido a su casa Sr. Gastrell - dijo Charles sorprendido por la presencia del gran señor.
Andr&
- Y porque estás tan seguro de que va a funcionar? - pregunto el líder mirando a su nieto.- Porque soy Altair Sallow, sin el perro arrogante de por medio, no hay mejor candidato a los ojos del viejo Relish que yo - la seguridad y determinación de su nieto, hicieron sonreír al viejo patriarca.- Muy bien, que así sea entonces, Charlie, Amelie, lleven a la niña a vestirse como una dama digna de mi nieto, esta noche será grande para nuestra familia – ordeno el líder Sallow.- Bien hecho joven Sallow, aunque pudiste ahorrarte el insulto hacia mi hijo - reprocho Joseph al piel canela.- Que estemos juntos en esto no significa que me agrade tu hijo - respondió Altair con arrogancia.- supongo que no, sigues siendo un gamberro patán que a mis ojos no merece a la dulce Andrómeda, pero la dejo en tus manos - respondió con una sonrisa el patriarca Gastrell.Amel
El trayecto fue algo incómodo, en la lujosa limusina, iban los integrantes de la familia Sallow, el patriarca no dejaba de admirar la belleza y casta de la ahora prometida de su nieto, Charles no dejaba de parlotear y era constantemente regañando por su padre e hija, la esposa de este iba en silencio ignorando a todos como solía hacer siempre, Amelie no intentaba disimular su odio por la cobriza y Altair iba más ocupado embelesado con la belleza de su prometida que prestando atención a lo demás, por su parte la piel nívea solo quería salir volando del vehículo pudiendo apenas soportar aquella aura asfixiante. Finalmente llegaron a la recepción en la lujosa casa principal de los Relish, Andrómeda trago duro, lo que estaban a punto de hacer no era cualquier cosa, vería por primera vez al patriarca de aquella imponente familia, se sintió mareada, pero su determinación y coraje la hicieron caminar con su elegante porte de siempre, no la intimidarían, vería a su hermano y tía y a
El ambiente en la lujosa recepción de los Relish se había relajado, el vino, la buena comida y la elegancia estaban presentes por todos lados, un desfile de vestidos y trajes de gala, podía apreciarse aquí y allá.Andrómeda y Aubrey se sentían como peces fuera del agua, ¿que era todo aquello? Con tal cantidad de innecesario derroche, bien podían vivir con comodidades por más de dos años... ¿cómo encajarían en un mundo así? Tan distinto a lo que estaban acostumbrados, ¿Que pasaría con ellos? Nereida estaba descansando en una de las habitaciones acompañada de su prometido, la cobriza y su pequeño hermano se habían convertido en el centro de atención de todos los presentes, quienes los llenaban de halagos que se sentían tan ciertos como ver víboras caminando, la joven solo quería correr al lado de su mejor amiga y
Los Sallow regresaron triunfantes a su mansión, Charles comenzaría al día siguiente con los preparativos para celebrar la fiesta de compromiso de Altair y Andrómeda, sería un evento único y se encargaría de arrojar "la casa por la ventana" para tan importante evento, Amelie estaba furiosa, ya tenía suficiente con deberle respeto, según su abuelo, a su estúpido primo, ahora debía mostrarlo por la salvaje de su prometida, Frederic Sallow estaba orgulloso, el honor de su familia se había incrementado y ahora su ya poderoso apellido tendría el mismo peso que el de los Gastrell. Los jóvenes prometidos volvieron al departamento que habían decidido compartir, Andrómeda se dejó caer en la cómoda cama, había sido un verdadero shock todo lo que había pasado en tan poco tiempo, ¿que había sido de su vida? ¿En qué momento se había convertido en la protagonista de aquella novela trágica? Era tan irónico, todo aquello era tan irónico, tantos años creyendo ser alguien, peleando por los suy
El frío comenzaba a sentirse, una nueva mañana llegaba, la cobriza se disculpaba con sus amigos por no avisarles del plan y provocar el desmayó de Nereida, había decidido seguir su vida normal, no quería recibir un solo billete de su "familia" Joseph Gastrell decidió continuar con la beca aunque ya se sabía sobre su hijo André, Andrómeda se despedía de todos para ir hasta su trabajo, sin embargo ya no estaba sola, el líder Relish había asignado a un imponente guardaespaldas para ella, Jacob Smiders, el hombre era increíblemente alto y moreno, su cabello corto café oscuro, tenía un par de cicatrices en ambas mejillas, su mirada era sanguinaria, a pesar de ser muy apuesto inspiraba terror, la chica se vio obligada a aceptarlo, fue una de las condiciones del patriarca para dejarla en paz...claro, que nunca le dijo que también trabajaría.- Señorita, si el
-Tu y yo vivimos muchas cosas juntos...fuiste la persona quién más me protegió, quien más me ayudó, siempre, sé que fui una carga para ti en más de una ocasión...tú tuviste que lidiar con mi depresión, con mis arranques cuando pasó lo de Cole...siempre estuviste para mí...desde que era pequeña...y yo en verdad lo siento, siento haberte causado problemas - la voz de la chica sonaba quebrada, realmente el peliblanco la conocía, había estado con ella por tantos años, desde que era una niña y la vio convertirse en mujer, Altair apretó los puños, ese maldito tenía muchos más recuerdos con ella, la vio reír, llorar...crecer...de todos los imbéciles que pretendían los afectos de su chica, ese era el único que le representaba un peligro real en el corazón de la joven. - No digas eso! Tu nunca fuiste ni serás una carga para mí, fui yo quien te falló, yo jure protegerte y no lo hice bien, nunca vuelvas a decir que eres una carga ni que me causas problemas...Andrómeda, ¡yo daría mi vid
La noche era fresca el viento dejaba como obsequio, pequeñas hojas y flores secas atoradas en los grandes ventanales del hospital de la fundación Sagrado Corazón que los Gastrell administraban, Andrómeda leía con gran amor el cuento de Ricitos de oro al pequeño Jayden que la escuchaba con atención, Jacob esperaba fuera de la habitación custodiando la puerta, Altair había decidido acompañar esa noche a su amada para conocer al pequeño del que tanto le hablaba la cobriza, el piel canela observaba en silencio la escena, parecían madre e hijo, escuchaba la suave y melodiosa voz de la joven cantando una dulce canción de cuna al pequeño que de a poco comenzaba a quedarse dormido, el ojos zafiro sentía su corazón tranquilo al escucharla cantar, una vaga imagen se dibujó en su mente, una mujer de largos y castaños cabellos con un par de zafiros idénticos a los
- Altair, que haces afuera? Te enfermaras, hace frío - Andrómeda pudo ver una profunda tristeza en los zafiros ojos de su amado, parecía estar sufriendo tanto que de un momento a otro se rompería como un cristal frente a ella.El piel canela la tomo entre sus brazos, aspiraba su perfume, sentía su calor, la amaba, la amaba tanto que no podría ya vivir sin ella, la cobriza rodeo su cuello con sus blancos brazos y lo besó, el tiempo se detenía cuando estaban juntos, aquel beso tan lleno de amor era lo que necesitaba la atormentada alma del ojos zafiro...estaba seguro...la necesitaba quizás mucho más de lo que ella a él.- No tienes que decirme lo que te sucede amor mío...pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, te amo Altair...no estás solo - el piel canela la apretó más contra su cuerpo...no estaba solo, era la primera vez que lo entend&ia