T_T Kennyyyyy....! GRACIAS POR LA PACIENCIA. Mis lindos lectores, más tarde (para mí, porque ya ando de madrugada), seguiremos con esta historia T_T. Anduve un poco mal, pensé que iba a ser fácil, pero luego me chocó. Sin embargo, ya pasé los fuertes síntomas y me encuentro mejor. Así que, me he sentido revivir. Gracias por seguir aquí, y por sus hermosas palabras de ánimos y bienestar. Besos.
*DOS AÑOS DESPUÉS…**°Narra Morelia Dalas°―Hola, Anna. Exactamente, hoy, cumples un año más de tu conmemoración. Me reconoces, ¿Cierto?, obviamente sí. Llevo visitándose, junto con esta vez, ya tres veces y ha sido todo un honor pasar unas horas contigo.»Lamento, no poder venir seguido. Ya sabes, la india es muy lejos, y realmente se me ha hecho difícil regresar. Si te preguntas si me encuentro bien, lo estoy. Aunque no puedo mentirte, extraño demasiado a tu hermano.Sonrío levemente, al recordar su rostro mientras aprieto las flores de mis manos.―Ay… Kenny. ―Suspiro―. Él ha dejado un enorme vacío en mi corazón y no lo culpo, sé lo que significa haberme abandonado. ¿Él te viene a visitar, Ana? ―pregunto con amabilidad en tanto acomodo las flores al lado del lecho―. Espero que sí, todo este tiempo he pensado que quizás me lo cruzaría, pero no fue así. Sé que lo estás cuidando, Anna. Intuyo, que él está bien y eso me conforta.―No deberías estar aquí.Me alejo del lecho, al escuchar
°Narra Kenny Stewart° «Cinco, cuatro, tres…, dos…, uno» Respiro hondo y expulso el aire. Mi reacción envuelta en impulsividad me ha puesto en alerta, para calmarme y evitar una crisis. Detallo directamente el rostro de la mujer en frente de mí, sus ojos inician a cristalizarse. Entonces, intimidado y con una extraña sensación, aflojo mi presión en su brazo. Confundido, arrugo mi entrecejo. Hace un momento me enfrentó como una leona, pero en cuestión de segundos se volvió como un gato indefenso. No lo comprendo. ―Tú… ―replica con un temblor entre sus labios. ―¿Me conoces? ―cuestiono. Aunque aquello lo reflexiono rápidamente: «¿Quién no me conocería?» ―Ah… ―exclamo. Suponiendo una teoría en mi cabeza. Por lo tanto, la suelto. Quizás ella quiere tomar esto a su ventaja, y no estoy para aguantar a otra tipa pidiéndome algo a su favor. Posiciono mis manos en la cintura, alejándome tres pasos de ella, y ante la situación, río con ironía, ―Mira linda, no sé lo que te sucede o que
°Narra Kenny Stewart° No sé qué responder, mi amigo me observa y me da la mirada cómplice. No estoy seguro de lo que debería de hacer. Matt, viendo mi inconformismo, trata de salvar la situación. ―Perdón no los presenté, ella es mi prima Yolanda. ―Ella le asiente como saludo―. Y él mi amigo Kenny. Usted la conoce, ¿verdad? La mujer me mira, yo también lo hago con intriga. Quiero oír su respuesta. ―No, lo siento mucho por mi reacción de hace un momento ―me dice la mujer, y luego se dirige a Matt―. Lo que sucedió fue que su rostro era similar a alguien que conozco. Yo, lo confundí por alguien más. «Ahora comprendo» Matt, parece entusiasmado por saber que no tenemos ningún vínculo. Yo me suelto de Yolanda, porque a este punto me siento un poco incómodo. Bebo de mi vaso, y escucho el sonido de mi celular, mientras ellos hablan. Veo en mi pantalla y leo un mensaje de mi hermano. “Pensé en encontrarte donde Ana, sin embargo, ni te has atrevido en aparecer. Espero pronto verno
°Narra Morelia Dalas°Luego de presenciar escenas incómodas de Kenny. Y de pensar miles de veces que mejor sería irme. Ahora, él pedía que nos vayamos a otra parte.Por supuesto, eso acaba de parecerme demasiado inesperado, pero es Kenny.―¿Có-cómo? ―tartamudeo. Mis parpados con movimientos rápidos no pueden detenerse. Definitivamente, él me ha impresionado―. Pero ¿Y su amigo? ―Tontamente, pregunto. No debería haber dicho eso, porque en realidad no me importa, sin embargo, por los nervios es lo único que ha salido de mis labios.Kenny refleja su clásica expresión de cuando está fastidiado. Entonces, simplemente me dice:―No importa.Por consiguiente, baja su agarrar hasta mi mano y me lleva, sin mi consentimiento.Me encuentro confundida, pero no me atrevo a preguntar más.Estamos caminando en dirección hacia la salida. Pero de repente, una mujer, diferente a las que lo acompañaban, se pone en frente de Kenny, deteniéndonos.―¿Tan temprano te vas? ―le dice con alto sarcasmo y mira nue
°Narra Kenny Stewart° El sol se ve completamente hermoso desde este punto de mi departamento. Por ello, escogí este lugar. Me gusta por las mañanas contemplar el amanecer y el atardecer. Como explicarlo… me hace sentir tranquilo y relajado.Olfateo el agradable aroma del café y lo bebo sosteniéndolo con una mano mientras que, la otra, la tengo sumergida en el bolsillo de mi pantalón, como de costumbre.El sabor amargo de mi bebida, lo disfruto con deleite. Detallo, como las personas inician su día. Salen por la ventana y sacuden sábanas o todo tipo de prendas. Cosa que me causa algo de extrañeza. A veces, me pregunto: Si yo hubiese sido una persona común y corriente de igual manera, ¿Cómo hubiese sido?Tener un padre y una madre amorosa, junto con mi hermano. Salir, sobrevivir el día a día por nuestros sueños de querer ser un doctor, un abogado, o un empresario renaciente.A veces, por no decir casi todo el tiempo, me realizo variedades de cuestionamientos. Envidio a las personas que
°Narra Morelia Dalas°Kenny me había pillado. La verdad, que cuando me desperté sentí sorpresa al ver esa enderezada y elegante espalda en frente de mis ojos. Después de tantos años creyendo que ya no lo tendría así de cerca, decidí aprovechar la inesperada situación para únicamente contemplarlo sin pensar en nada más.Luego, hizo latir mi corazón con su cambiada forma de ser. Ese roce de sus dedos en mi barbilla me había estremecido por completo que, ni bien salió de su habitación, me sonrojé intensamente sin controlarme. No podía creerlo, estaba en su departamento, uno nuevo, claro, pero estaba aquí.Obedecí y me fui a bañar, después me cambié y me puse, el polo de color negro que me había dejado para utilizar y un pantalón gris de lana delgada. Su ropa me quedaba algo grande, pero no me pareció tan mal.Me vi al espejo algo emocionada, hasta que abruptamente aterricé, y recordé la gravedad de la realidad: Kenny definitivamente había perdido la memoria y no me recordaba.Sin embargo
•Narra Morelia Dalas•—Una disculpa por la demora, Señor Stewart —se excusa la señorita que estuvo a cargo de mi preparación.Aprieto mis manos que no paran de sudar.Sé que, ahora, para situaciones importantes, me visto diferente y me siento cómoda, sin dudarlo. Pero siendo Kenny quien comanda cada detalle de mi vestuario y maquillaje a su gusto, me hace sentir nerviosa.Es una locura, todo lo que estoy haciendo, lo es.No escucho alguna respuesta de Kenny sobre las palabras de la señorita. Supongo que seguro le ha respondido con solo una seña.—Señorita Dalas, ¿Está lista? —me dice ella, entonces trago saliva y me dispongo a cruzar el velo oscuro, que es lo único que nos separa, para posicionarme en frente de Kenny.Kenny se encuentra de espalda con el celular en su oído, seguramente estaba por realizar una llamada. Él se gira y su gesto cambia drásticamente.Fijo su intensa mirada, apretando mis labios con timidez. Y él, abre un poco los suyos como si su aliento se le detuviera en c
•Narra Kenny Stewart• Todo el tiempo estuve tratando de concentrarme en mis objetivos. Hice como si no me importara el inoportuno actuar de Matt, porque tenía cosas más fundamentales de que tocar con mis supuestos amigos. No percibí nada de lo que sucedía a mi alrededor hasta que vi como Matt trataba a Morelia. Ella le seguía a cada coqueteo, así que supuse que le gustaba. Con un fastidio, siendo que era mi acompañante, ignoré con más intensidad el asunto. A los minutos, la aparición de Belunia me había sorprendido. La muy sexy mujer, me tomó a fuerzas para bailar. No pude negarme. Incluso, realmente, lo estaba disfrutando, pero mi terca mente me hacía regresar de nuevo a Morelia. Ahí es cuando me percaté de que Matt estaba siendo insistente, todo se había tornado desagradable. Estuve por avanzar hacia ellos, pero una figura se interpuso entre ambos y yo. Arrugué toda mi frente a la expectativa de aquello que sucedería, esa osadía de ambos hombres me estaba molestando por completo