A los minutos, ya estaba en el sofá, luego de haber subido y lavado los dientes. Burhan se había encargado de limpiar lo ocasionado atrás. La joven pensó en la persona que debía de ocuparse de la limpieza completa del piso. No le preguntó al respecto, sentía cada parte de su ser prisionero de un letargo. Él estaba a sus pies, por lo que tenía los pies de ella sobre sus muslos. Miraban algo en el enorme televisor pantalla plana que había en el living. —¿Te sientes mejor? —preguntó como por enésima vez a la joven. Ella continuaba sumergida en la pantalla, no prestaba atención en realidad. —Un poco, estos síntomas no van a desaparecer aún —bufó. —Pero pasará, ya lo verás. —Lo sé, espero que sea pronto —susurró resoplando. —Por cierto, ¿ya sabes a donde ir para llevar el seguimiento del embarazo y todo eso? —No sé, justo lo hablaría contigo, y ya que has sacado el tema, ¿qué opinas al respecto? —Bueno, ¿con quién has ido a la cita médica la primera vez?—No tenía cita previa, solo
Mabel había despertado tarde ese día, no sabía dónde podía estar Burhan. Era sábado en la mañana y él no estaba a su lado. Entonces subió a la tercera planta, jamás había estado ahí, por lo que quedó sorprendida al ver que ahí se encontraba el gimnasio personal de Burhan. Había una multitud de máquinas. Lo avistó en el banco press, una de las máquinas del gimnasio más básica, la cual consiste en un banco con un soporte para poder apoyar la barra. Con razón ese cuerpo tan fornido. Él estaba tan centrado en lo suyo que no se percataba de la presencia de la joven. Recorrió el lugar, había una prensa de piernas, máquina de dorsales, tres cintas de correr, elípticas y hasta una máquina de remo. Estudió otras, pero no dio con el nombre en ese momento.¿Cómo no supo esto antes? Quizá porque nunca había subido. Se le quedó mirando, tenía el cuerpo bastante musculoso, cada parte de su fisonomía fuerte, se mantenía muy bien y se sintió privilegiada de tener a su lado a un hombre tan fuerte co
—Gracias. ...Ansiosa, se había puesto a buscar en su móvil sobre Capri. Las fotos que encontró en la web dejaba ver un lugar hermoso y se perdió en todas esas imágenes, parecían de película y que pudiera estar ahí, un sueño maravilloso y hecho realidad. Claro que eso aún no ocurría, pero en serio, como deseaba estar ahí. »Si se habla desde el punto de vista administrativo, la isla de Capri es parte de la Ciudad metropolitana de Nápoles, en la región de Campania.Esta isla tiene 10,36 kilómetros cuadrados de su superficie total, otorgándole un perímetro aproximado de 17 kilómetros. Existen dos municipios en la isla, de nombre Capri y Anacapri.(...)—¿Qué haces, Mabel?—Estoy leyendo sobre la isla de Capri, se ve preciosa, no pudo creer que iremos —suspiró. —¿Nunca antes has ido? —abrió los ojos sin poder creerlo. Se extrañaba porque venía de una familia acomodada, aunque al recordar cómo estos se habían portado con ella era comprensible que quedara fuera de los viajes que debían
—Lo sé, y te lo agradezco, pero conocer a papá es algo que me urge hacer el corazón, lo siento aquí —se palpó el pecho sobre su órgano vital y mirándolo con una mirada profunda y triste suspiró —. No lo veo ni lo creo un malo, no sé por qué, no sé si estoy equivocada, pero en mi corazón papá no ha hecho nada malo y en el fondo espero que así sea, Burhan. El hombre abrió los ojos impresionado. ¿Es que creía que su madre fuera capaz de enviar a la cárcel a un hombre inocente que posiblemente no le hizo nada como ella misma aseguro?—Mabel —la llamó y enseguida tuvo toda la atención de ella —. ¿Piensas que Giselle lo ha inventado todo, sin importar cuánto daño causaría?—Creo a ella capaz de eso y más, no está bien de la cabeza, admito que me duele un poco Burhan, porque siento que todo pudiera ser distinto sin esa locura que la domina. ¿Crees que no me gustaría tener una buena relación con ella? Eso lo deseo pero no sé puede, ella lo impide con su actitud, con esa forma de ser tan ext
Ambas se dirigieron hacia la segunda planta, al empujar la puerta la muchacha se dio cuenta de lo maravillosa que era aquella habitación. Era bonita, delicada, en colores crema, incluso con más como que el resto de la casa. Se adentraron las dos, Valentina hizo un veloz escrutinio, cada parte le gustó y se sentó al borde de la cama. Bastante cómoda. —¿Te gusta?—Me encanta, digo, ¿A quién no? Todo es bastante bonito en realidad, Mabel —comentó con una dulce sonrisa en los labios.La joven se unió a su lado, se sentó e inspiró. —Bueno, aquí dormiremos. —¡Yupi! Oye, ¿duermes con Burhan?La miró con ese brillo en los ojos, las mejillas rosadas. Eso confirmaba más que eso. —Sí, decidimos también estar juntos, me pidió ser su novia y acepté, ha sido una decisión acertada, porque estamos juntos en esta etapa y que ya sea su pareja lo vuelve más real… ¿sabes?—Sí, es cierto lo que dices. Es increíble que alguien como él, te lo digo con todo respeto, no haya tenido a alguien sentimental e
El resto de la mañana se la pasó viendo una maratón de películas, mientras que Burhan se ejercitaba en su gimnasio. Pero dejó de estarse quieta para buscar el cargador de su móvil. Estaba arriba en la habitación donde se había quedado con Valentina, pero no dio con él, así que recordó que realmente lo había dejado en la habitación de Burhan. Se detuvo abrupta en la busquedad del aparato al toparse en la habitación con una fotografía. Sus ojos se abrieron de par en par, estaba una muchacha de ojos azules intensos y pelo dorado. Sonreía y se le veía feliz. La cama estaba sin hacer y había una copa quebrada, hecha trizas en el suelo. Se agachó para tomar una esquirla, mirando la escena algo estupefacta. ¿Qué había pasado anoche cuando ella se quedó con su amiga en la habitación de invitados? No tejía ni remota idea de lo que ocurrió ahí, pero supo que algo andaba raro con Burhan. Sabía que debía salir de ahí antes de que fuera pillada, husmeando ahí ¿por qué no había recogido los crista
—¿No? De acuerdo, no debes darme explicaciones si no lo deseas, solo que me pareció raro todo, pero si no quieres hablarlo, te lo respeto. Se quedó callado. —Haré la llamada. —No siempre huirás de la verdad, Burhan… algún día tendrás que decirme, tendrás que contarme.—¡Joder! Ahora no, no aún, Mabel —rugió un tanto furioso antes de retirarse de ahí y dejarla con una especie de dolor en su cuerpo, fue una daga directo a su corazón, incluso si había sido un poco imprudente. No veía por qué tenía que responderle de esa manera. Luego de eso ya no quería ir a ningún lado. Se le salieron algunas lágrimas, pero trato de contenerse, de disimular que sus palabras le había afectado. ¿Que demonios ocultaba, Burhan? ¿Qué le afectaba tanto que no podía siquiera hablar de eso sin enfadarse apenas salía el tema a colisión?¡Dios! Este tardó como media hora en aparecerse. La comida había llegado, Burhan le aviso para que fuera con él hasta el comedor. —Ven a comer, por favor —le pidió, inclus
—Mamá…—Lo sé todo, maldita sea, ¡sé lo que está ocurriendo y con quién estás! —empezó a vociferar, dejándola muda. —No sé de qué hablas —trató de igualar el tono con dureza. Ella era una despiadada mujer, de eso no había ninguna duda. —¡No te hagas la tonta, maldita zorra! ¿Es en serio, Mabel? ¿Estás en una relación con ese hombre adulto, tu profesor? —le lanzó duras acusaciones que aumentaban la presión y la furia en su corazón. Tragó grueso —. No es posible, has elegido estar con él en vez de regresar, sabes que nunca serás bien recibida aquí. ¡¿Me has entendido?!—No me importa, no pensaba regresar de todas formas, y sí, estoy en una relación con él. Es lo único bueno que me ha pasado en la vida. Saber que no volveré a verte a ti ni a Nolan, me alivia. No quiero volver a verte nunca más, me dieron la espalda, nunca me apoyaron.—Burhan Al-Mansour, ese hombre debería estar en la cárcel, ¿sabes? —soltó furiosa, con intenciones de hacer daño. Sus palabras lastimaron a la joven, qu