La mayoría saludan a Victoria con educación y reverencia cuando pasa ya sea por educación o porque la conocen, excepto los guardias pero ellos debían estar alertas todo el tiempo. Al llegar finalmente con el ama de llaves ve que está planeando una cena que tendrán dentro de un mes, por orden de la Reina. -Señora Estela, ya debe conocerlo pero aquí está Andrew y será uno de los primeros sirvientes personales de la Reina Joselinne y quiero que le instruya todo su conocimiento a él desde cómo vestir, modales, porte y demás tareas. Tiene un mes, no… Mejor dicho, 15 días empezando desde hoy.- Mira a Andrew a los ojos directamente.
-Cuando tengas tus horas de comida, ven a vernos en el estudio de manera inmediata y con una tasa de té con una rebanada de pastel de fresas, por favor. Otra cosa, señora Estela, sea consciente que tiene 15 días para hacer al joven Andrew un auténtico caballero y sirviente personal de la Reina, si no... Pasará sus últimos días en el calabozo del Castillo.-
-Si, mi señora... ¡¿Solo 15 días?!- Se sorprende y la ve a ella mientras suspira cansada pero hace que un guardia se acerque. -Necesito que traigas más chicas para el banquete que habrá en un mes.- Escucha lo último que dice la tigre de bengala blanca y niega con la cabeza. -Le enseñaré todo sobre cómo debe comportarse para que no haya necesidad de hacer lo último.- Le entrega las hojas a su ayudante. -Apresúrate en traer a las chicas mientras voy entrenando al muchacho en todo lo que debe saber.-
Asiente cuando le dice de sus horas libres pero no le gusta la idea de no estar sola en esos momentos de privacidad para comer ya que era el único momento en el día, en que se sentía libre y podría pasear sola por el jardín pero pasar tiempo con la reina Joselinne sonaba excelente y le gustaba la idea. -No la defraudaré respecto a esto.-
-Bueno Andrew, te veré en tu hora de comida, sé puntual con lo que te pedí y disfruta tus clases. Iré con la Reina e ignoraré su petición de querer estar sola, voy a ir a la torre del este por si me necesitas.- Sale de la cocina para ir a la torre donde decide subir pero se queda por una ventana a la mayoría del Reino, dejando salir el aire para sentirse triste nuevamente ero no provenía de ella. -Joselinne... Ya basta, por favor.- Aún estando sola en la torre, es su momento para dejar salir todo lo que ella siente.
Annabelle o más bien, Andrew, va con Estela hacia el comedor real mientras escucha lo que le dice sobre los modales y de cómo vestirse también pero ella solo tenía un solo traje algo sucio pero funcional, n sabía dónde conseguir algún otro que fuera elegante. Le gustaba porque era sencillo y no deseaba llevar nada extravagante. -Tendré que hacerme a la idea de todo esto pero... Pasar tiempo con la Reina Joselinne no es tan malo.- Al menos las noches eran suyas para poder pasear por el jardín y hacer otras cosas personales.
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A la hora del almuerzo, Annabelle llevaba la tarta de fresas y también la taza de té que supuso era para la Reina Joselinne, así que la había decorado con las fresas en forma de rosa. Al llegar al estudio, toca la puerta y entra cuando le dan permiso.
Le ordena que pase y ve que es e mismo sirviente de la mañana y que ya era el que había nombrado como sirviente personal per se extraña por lo que lleva en las manos y voltea a ver a su guardiana. -¿De nuevo cuestionando mi autoridad, Victoria?-
Se levanta para sentarse mientras lame su pata tranquilamente. -Aprendí de la mejor, no te tengo miedo, Joselinne. Es solo que de nuevo no estás comiendo bien.- le indica a él que se acerque. -Si quieres que Andrew sea tu sirviente personal, debe velar por tu bienestar y sobre todo, que no estés sola.- Puede ver que se tensa un poco pero después ve el té con el postre. -Come antes de que se te baje la energía.-
Deja todo frente a la Reina y se agacha para cambiar el vendaje que le había colocado a Victoria esta mañana luego de lavar sus patas traseras pero primero las limpió con un paño húmedo que había traído en su delantal. -Está mejor o ¿aún le duele, señorita Victoria?- La venda de nuevo y evita que se apoye en esas patas para que no se lastime más.
-Mmm…- Empieza a comer el pastel y las fresas que saben bien y sigue leyendo, también sintiendo alivio cuando cura las patas de Victoria, logrando relajarse un poco más pensando en ese tonto contrato de matrimonio que debe hacer.
-No, muchas gracias por curar mis heridas.- Cuando termina de curarla, se siente mejor y también de tener un ambiente diferente en el estudio. -Andrew, necesito que te quedes aquí. Puedes sentarte en la silla de enfrente al escritorio- Ve la mirada de Joselinne de que no le gusta la idea. -Por favor, toma asiento. No muerde, así que acompaña su soledad.-
-Si, señorita.- Se sienta frente a ella y deja sus manos en su regazo mientras va recordando lo que la señora Estela le había explicado en toda la mañana sobre los modales, las habitaciones, cómo debía vestirse y varias cosas más pero le prestó atención a la Reina Joselinne, en caso de que necesitara algo. Ve que busca un documento y quería tratar de ayudar pero no quería que se molestara. Ve que hay uno debajo de la mesa y se agacha para recogerlo y dárselo. Nota que se relaja y eso también hace lo mismo en su cuerpo.
Tomo el papel para seguir trabajando y lo compara con el resto ya que era el tratado diplomático con el que estaba lidiando. -Victoria te quitó tu hora de comida, ¿no? Toma la mitad que dejé del pastel, no quiero que mi primer sirviente personal no tenga energías para su siguiente lección.- Deja de leer para recargarse en la mesa. -Ahhh... Victoria, ¿dónde está a botella que tenía en el escritorio esta mañana?-
-No, no dejaré que la botella acabe con tu vida. Ya tengo suficientes problemas con mantenerte viva como para que me des otra lata.- Se quedó a su lado donde ve que está frustrada. -Ya te dije que no te daré de beber vino u otra cosa para hacerte daño, no me importa si me lastimas de nuevo.-
Toma el pastel y lo prueba ya que nunca había comido en casi todo el día y gime bajo por el sabor. -¡Guao! Los ricos si que saben de estas cosas. Tontos con suerte.- Ella podría hacer uno pero nunca tendría los ingredientes frescos. Se lo come despacio para poder disfrutarlo, notando que la Reina está molesta de nuevo y suspira mientras deja el tenedor al terminar.
-Majestad... Sería mejor que bebiera el té en vez del licor. Eso solo hace que su cuerpo se enferme por dentro, porque aunque el licor sea delicioso, como me dicen que es, también es peligroso para el cuerpo. He visto como las personas dejan de comer. Vomitan, maldicen, están de mal humor... En fin, son muchas cosas y no son positivas.-
-Cállate, no te pedí tu consejo o que hablaras, Andrew. Es mi tiempo y mi vida que te estoy dando, así que no lo te sientas con suerte solo por subirte de rango.- Sigue de mal humor con la idea de tomar té en vez de licor.
Se sube a la mesa para rugir en la cara de su protegida para que le preste atención. -¡Ya basta Joselinne! ¡Siempre es lo mismo! No quieres que nadie te ayude, tus asuntos de trabajo solo son para distraer tu mente, salvas personas donde las hechas de aquí a los 15 días, dejándolas en la calle y sobre todo... ¡Quieres matar a este Reino con tu muerte! Estoy cansada de cuidarte todo el tiempo cuando te causas daño, no vine a este mundo a sufrir solo por lo que te dijo la Bruja Oscura.- Se sienta en el escritorio mirándola a los ojos. -Deja solo una vez, que tus sentimientos salgan para bajar esa amargura que tienes y deja que se acerquen a ti.-
-Lo siento, Majestad.- Baja la cabeza pero tiembla un poco cuando escucha el rugido de Victoria, hasta podría jurar que las paredes del Castillo temblaron. Ve que los papeles se caen y se levanta para poder recogerlos mientras solo lee un poco de ellos, ordenándolos luego por lo que tenían escrito y así ahorrarle algo de trabajo a Joselinne. -Tiene un hermoso nombre pero no puedo decirle en voz alta.- Deja las hojas en la silla ya que el escritorio estaba ocupado pero ve que las patas fe ella tiemblan. -Tiene que estar acostada, señorita Victoria. Sus patas aún están heridas.-
-¡Yo también estoy harta de ti, Victoria!- Se levanta de la silla frente a su escritorio para verla a los ojos. -Desde que estás conmigo, pensé que serías una magnífica Guardiana Real para tener algo de sentido común pero parece que es todo lo contrario. Impones tu autoridad ante la mía, siempre me estás cuestionando todo lo que hago y sobre todo... ¡Hablas por mí cuando no quiero hacerlo!- Golpea la mesa con un puño no queriendo aceptar la realidad de lo que estaba sucediendo exactamente en este momento y en su vida.
Victoria sabía que debía evitar que su protegida siguiera dañando su propia vida pero era difícil el convencerla. -Es porque yo sé lo que sientes en verdad. Se cómo piensas, cómo te enojas, cómo lloras y te callas cuando quieres ayuda. Tú estás gritando por dentro que quieres que te ayuden pero desconfías tanto de tu destino y de tu instinto que alejas a todos para sentirte miserable tú sola y mostrarles que eres fuerte para llevar esta nación a la gloria, aún sabiendo que no puedes sin ayuda.-
-¿Ahora qué debo hacer? No me puedo meter en este tipo de situaciones para no molestar a nadie.- Se aparta pero se queda cerca en caso de que ocurriera algo malo pero tiene una idea. -Hay... Hay un método para liberar las frustraciones. A mí me funcionaba en mi hogar.- Se sonroja ligeramente cuando ve que tiene la atención de ambas. -Solía agarrar un objeto pesado y lo golpeaba varias veces mientras gritaba lo que me hacía sentir mal. Eso quitaba un poco mi estrés.-
-No, ella necesita algo más grande. Algo como para dejar que su egoísmo y necedad bajen para ser una mejor persona.- Se baja del escritorio y Joselinne se sienta en su silla de nuevo. -Estaré en la habitación, no saldré al jardín.- Sale de la oficina para ir a su cuarto donde puede estar tranquila.
-Vete... Vete de aquí.- Coloca una de sus manos en sus ojos para tranquilizarse. -¡Date prisa y lárgate de aquí!- Escucha el sonido de cómo recoge la bandeja con los platos y al momento en que la puerta se cierra, dejar salir las lágrimas pero sin emitir ni un sollozo y solo seguir trabajando.
Recoge las cosas y sale de la habitación para ir a las cocinas y limpiar todo pero va al resto de las habitaciones para poder limpiarlas también. No nota que alguien, algunos hombres, lo siguen y entra mientras ve que es el comedor para fiestas, por lo que decide ayudar a la señora Estela y pulir los cubiertos que usarían en la gala de baile que habría en un mes.
Joselinne termina de adelantar los proyectos y comenzar otros que necesita la gente de su Reino y debía reunirse con los consejeros antes del banquete para proclamar las nuevas leyes modificadas por lo que ha visto en algunos lugares cuando compró a los sirvientes y también para pasar del pasillo extenso a ver en las sombras a los sirvientes trabajar para ella y el Castillo. Tenía que planificar bien lo del contrato matrimonial con alguien para poder acceder al dinero de su herencia. Ver cómo conversan, ríen, se quejan o hasta coquetean con miradas a la persona que les gusta donde solo ve desde afuera de su mundo, hace que desee volver a esos días donde su padre, su madre y ella iban a comer con ellos o cuando los ayudaban a hacer los banquetes de las fiestas importantes y a comer un poco de todo, con la excusa de aprobarlo. Todo eso era lo que quería pero ahora solo observa por una pequeña rendija de la puerta que todos están bien y contentos de estar en el Castillo, aunque también c
-¡Ustedes lo tienen todo! ¡¡TODO!! ¡MI DESTINO ES ESTAR SOLA! ¡¡ESE FUE EL TRATO!! ¡¡ES COMO OBTUVE A VICTORÍA E HICE EL TRATO CON LA BRUJA OSCURA Y NO CON LA BLANCA, POR HERENCIA DE LA FAMILIA!!- Empieza a secar sus lágrimas, sin emitir un sonido de sollozo pero si de respiración agitada, no quería derrumbarse delante de él pero estaba muy cansada de todo.-¿Por qué hizo ese trato? ¿Qué le ofreció para que aceptara?- Se levanta rápido y cierra la ventana y evita que se acerque para abrirla de nuevo. -Claro que sé lo que es eso. ¿Cree que esta vida es la que uno mismo escoge? ¿Qué yo quería vivir lejos de la familia de mi madre? ¡¿Fue mi decisión que abusaran de mi hace años como pago por recibirme?! ¡No me diga que no sé lo que es la soledad! ¡Sé muy bien lo qué es!- Se obliga a calmarse, aún manteniendo su voz de hombre. -¡Tiene a Victoria! ¡Se muere de preocupación por usted! ¡Anhela ayudarla! No todos desean hacerle ningún mal.- Suspira y se aleja mientras se frota su hombro. -No
Cuando Joselinne despierta, sabe que debe irse de viaje y aunque no deseaba hacerlo, debía cumplir con sus deberes. No quería pensar en lo que había pasad en la torre mientras se colocaba su vestido pero la oferta de su sirviente Andrew era tentadora. Tendría a alguien con quién hablar y no sentirse tan sola pero si le pasaba algo… Estaba indecisa. Se termina de alistar y va sale de su habitación para bajar por las escaleras, al lado de su Guardiana. -Te vez bien luciendo el vestido.--Cállate, Victoria. Sabes que odio cuando uso vestidos de fiesta, excursión y corona.- Se sube al carruaje donde los guardias, 3 de ellos, se colocan en cada puerta y uno al lado de paje que guiaba los caballos. -Vámonos, ya es hora.- Da la orden para que todos avancen y habían 2 sirvientas en la parte de atrás pero eran las más antiguas y no le tenían tanto miedo a la Reina como las nuevas sirvientas recién llegadas.Se queda cerca de la ventana del segundo piso mientras ve como Joselinne se sube al car
Andrew se sienta al lado de ella y va memorizando de nuevo el orden de cada cubierto mientras repasa cómo tocarlos, cómo usarlos y también lavarse las manos correctamente. Toma la copa también y finge que bebe algo para luego dejarla y siente algo de hambre pero comería más tarde en la noche.Victoria espera que les sirvan la comida donde ve sus trozos de carne y los va comiendo de 1 en 1 uno pero se detiene cuando ve que él que no quiere comer, así que se detiene para verlo u tiene una idea. -Andrew, ¿podrías comer conmigo, por favor? Verás, me gusta comer acompañada de alguien más. No soy como las demás personas que comen en el salón de forma elegante, no me gusta- Sigue comiendo donde toma otro trozo de carne.-Amm... Claro.- Se encoge de hombros y toma de la misma comida que comen los otros sirvientes pero practica cómo comer correctamente ya que no deseaba hacer quedar mal a la señora Estela y demostrarle a la Reina Joselinne que podía estar a su lado sin molestarla o que se preo
Joselinne ve que tiene algo en el pecho y se da cuenta de que son senos, justamente como ella y también tiene las partes íntimas de una mujer pero la extraña marca en su cadera… No se le hacia familiar. Incluso logra notar algo más sobre sus partes y jadea un poco. Eso la pone nerviosa y también siente algo cálido en el cuerpo pero no quiere ver más, así que cierra los ojos, cubriéndolos con su mano pero de nuevo la curiosidad la está matando y quiere seguir mirando como sus senos también sobre salen un poco. Eran más grandes pero seguramente usaba algo para que fueran planos.-¿Qué hago? -¿Qué hago? ¿Qué hago? ¡No puedo salir así!- Con mucho cuidado va hacia atrás, donde rompe una rama pero cuando ve que Andrew se voltea y posiblemente la descubre, se golpeó con un árbol en la cara. -Duele, duele, duele…- Se cubre el rostro por el dolor que siente en la frente y nariz.Escucha ruidos detrás de ella y se maldice por su descuido para colocarse el pantalón y la camisa rápidamente y lueg
Quería sonreír por lo que hacía por ella pero mejor se resignó a que solo sea su sirvienta personal donde deja que toque su cabello y ella misma se pone un poco de maquillaje, resaltando sus ojos y mejillas, colocándose un color rosado en los ojos y color coral en sus labios. -Bien, no puedo hacer más... No nací con la belleza de mi madre pero es un avance.- Suspira un poco para verse al espejo donde se siento mal, así que solo cierra los ojos para evitar colocar sus manos sobre su cabeza.-Es cierto, no puede compararse.- Termina de hacerle el peinado. -Es más hermosa que ella, si se me permite el comentario.- Y en verdad lo era. Cuando no usaba maquillaje, se veía adorable y le gustaba pero no quería perder la confianza de su Reina por hablar demasiado antes de tiempo. -Ya todo está listo y puede ir a verificar que todo esté en orden.--Ya veremos en la cena de hoy, solo quiero saber todo lo que has aprendido.- Se levanta para ir a un cuadro donde tiene una pared falsa con las joyas
Mientras la escucha, sigue mirando su cara, donde se ve que en verdad salió del infierno para estar en un lugar mejor pero sigue sintiendo que algo que no está bien del todo pero seguramente se debía a todo lo que había pasado. -Entonces estás un poco feliz estando aquí, ¿no?- Mira su rostro donde me acerca un poco más a ella. -Es por eso que te defiendes de todo y mantienes ese disfraz, tuviste una vida más dura que la mía, no se compara realmente y yo me estoy ahogando en un vaso vacío.- Baja la mirada, sintiendo algo de pena por ella pero no le daría una mirada de lástima para no lastimar su orgullo. -Lamento preguntar sobre tu pasado, no debí hacerlo y no era de mi incumbencia.- Se abraza a si misma.-Lo estoy. A excepción de esos estúpidos caballeros, aquí me siento relajada y no tengo tanto miedo ahora. Me he entrenado desde esa tercera vez que me sucedió para nunca más dejar que nadie me tocara, no era fácil con ellos pero al menos no terminé castrada o peor.- Sonríe más relaj
Annabelle le había traído el desayuno como siempre a su Reina y no había hecho comentarios sobre el día anterior y la estaba tratando como siempre. Se queda en la entrada cuando ve que se va, observado su lindo trasero pero vuelve a las cocinas y finge que va a una habitación a limpiarla pero se escabulle y se cambia de ropa para luego seguirlos de forma silenciosa. Estaba vestida de negro y usaba pantalones que le quedaban grandes para no delatar que era mujer. Quería ver lo que realmente planeaba ese ministro. Ella solo era una sirvienta pero no deseaba que su Reina sufriera por ninguna persona. -Tengo que evitar fijarme mucho en ella de esta forma pero... Es demasiado hermosa como para no hacerlo.- Se sube sobre un árbol mientras sigue observando desde lejos para que no la descubran ya que los había encontrado por el ruido que hacían los perros de caza y los caballos.********************************************Mientras Joselinne y el ministro Jim siguen cabalgando, van buscando c