“Bonita casualidad”
Elías.
Tres hamburguesas para Elza, dos para la señora María y dos para mí.
De igual forma sigue ganando la gótica en esta competencia de comida, claro que su madre y yo aún no comprendemos en que momento fue que decidimos tener una.
Empiezo a creer que solo fue una excusa para comer más y disimular ante la mirada de los demás. Una verdadera niñería si es así, pues a ella no debe de importarle lo que otros piensen siempre y cuando sea feliz.
—Entonces ¿se conocieron en el hospital?
Pregunta su madre y ella asiente convencida, la miro con el ceño fruncido y se queda confundida.
—No.—Elza me mira y deja de comer su quinta bolsa de papas fritas— ¿No lo recuerdas cierto?
—No…—murmura apenada y la señora Mar
“Deja que te hagan feliz”Elza.Me sorprende que Elías no paré de hablar acerca de lo cómoda que es la casa donde crecí, camina de un lado a otro mirando con entusiasmo cada cosa en el lugar, la verdad a mí madre y a mí nos da un poco de vergüenza el hecho de que está por caerse y tiene varios agujeros en el techo por donde se cuela el agua cuando llueve.Sube las escaleras a donde mamá le señala que pude cambiarse y lo hace como todo un niño feliz, casi le falta poco para dar brinquitos.Ah no. Corrijo, lo acaba de hacer en la planta alta.—Él es muy…—Camino tras de mamá a la habitación.—Muy ¿Qué?—Pregunto.Saco de la mochila que traje el vestido que Elías me regaló en el apartamento y dudo seriamente en si debo o no pon&eacut
“Hablar sin decir nada en realidad”Elías.— ¡Un brindis por los recién casados!—vocifera una viejo gordo desde el medio de la sala, a penas y se puede mantener en pie de lo ebrio que está.Elza prueba el líquido de su copa y sin que nadie cree ellala mire lo echa en la planta que colocaron en una esquina de la mesa.—Iré al baño—aviso, para que ambas mujeres no se extrañen.La señora María no para de moverse incomoda sobre su silla por como la ven otras personas, la hija en su defecto está tan concentrada en el portavasos que le da igual por estos momentos lo que suceda alrededor. Quiero creer que es por el aviso que le di antes de salir de casa, pero puede ser también porque su ex novio bailara animado con su pareja muy cerca de nosotros.<
“Una noche de lluvia”Elza.El clima se ha prestado para el momento, mamá se está mojando parada a un lado de la puerta del copiloto. De inmediato Elías le abre la puerta y la deja entrar, luego hace lo mismo conmigo y por último sube él.—Lamento la tardanza, de haber sabido habría aguantado a llegar a su casa.—Dice apenado, mamá seca su rostro con un pañuelo y el castaño se pone en marcha.—No hay problema cariño, todos tenemos necesidades y además este es tu auto. Yo era quien no deseaba estar allí adentro…Era un poco agobiante tanta gente y el sonido por los aires.La excusa es buena, pero no tanto porque el castaño sonríe con los labios cerrados y mirada perdida.En el camino transcurrimos en silencio, cada quien pensando en lo suyo.“¿Vi
"Lleno de deseos"Elías.No debí comer ese dulce de mango a escondidas, mi estómago parece que se me va a explotar.Camino rápido para llegar al baño lo antes posible, alguien jala de mi brazo haciendo que pierda el equilibrio y caiga sentado.—Elías, lo siento... —Elza ayuda a levantarme, trato en lo posible de no mostrar el dolor reflejado.—Elza, necesito ir al baño—me interrumpe tapando mi boca.—Mira, sé que soy un verdadero grano en el culo para ti —muerde su labio inferior— pero, no es para tanto digo no tienes que negar a tu familia, tampoco esconderla, puedo ser muy flexible.Truena mi tripa y quiero usar el inodoro pero ella sigue hablando acerca de lo amplia que puede llegar a ser su mente con respecto a la sexualidad, la verdad en este momento me importa un bledo, solo quiero ir al ba
"Una suerte del asco"Elza.Maldigo el momento en que decidí beber de esa botella que compraron los chicos. También la idiotez crónica de la que soy capaz al embriagarme."Me dijiste que sí, aceptaste ser mi novia Rondón"Suspiro profundo.Vamos en camino al hospital porque nos toca jornada laboral, por la mañana Amanda llamó diciendo que de no llegar antes de las cuatro, capas y los directivos nos arman el escándalo del siglo por la falta de personal durante estas semanas.¿Quién los entiende? primero nos echan por pelear, y luego nos obligan a volver por supuestas faltas de personal... A mi parecer tienen algo oculto, porque ese día durante la reunión vi suficientes médicos para cumplir con todos los horarios que nos corresponden al castaño y a mí.La brisa helada choca contra m
"Si tan solo supieras la verdad"Elías."Le falta poco para que la bacteria llegue hasta los órganos y se vuelva un grave problema"¿Cómo puede llegar hasta tal punto?, ese tal Mark tiene a la muerte contando los minutos a su lado...Suspiro profundo.Debo convencerla.Elza se está colocando la bata y discutiendo con Amanda acerca de "se supone que somos amigas y no me dijiste que te hiciste novia de él". Supongo ese él soy yo, porque no paró de sonreír en cuanto bajamos del auto en el estacionamiento.—Iré a dar una vuelta y cerciorarme de los pacientes que han llegado—Digo, dando un apretón al hombro de Elza.No me mira pero asiente con las mejillas rojas, se ve tan hermosa de esa forma.Camino por los pasillos y al llegar a la sala de emergencias lo veo a él. Con
"Seguir tu destino"Elza.No tolero la injusticia, nunca lo he hecho.Tomo asiento en la parada tratando de pasar la rabia que llevo dentro, la anciana del otro día está aquí. Arrugo la nariz en espera de que nuevamente me dé con su bastón pero en cambio mira a los lados y luego posa su penetrante mirada en mí.—Está muy bonita la tarde, ¿no crees? —dice pausada y calmada.Trago un nudo que llevo en la garganta aterrada porque tenga algo malo guardado bajo sus mangas. Respiro profundo y miro atrás, recordando todos y cada uno de los momentos que pasé en aquel hospital al cual los años se le van notando en la pintura blanca caída.— ¿Qué será de mí ahora? —pregunto bajito y sin querer obtengo una respuesta rápida y precisa.—Probablemente te vaya
"No hay límites para tu terquedad"Elías.Elza se coloca la bata y camina desganada hasta la sala de espera. Mira con desprecio a todos y luego repara en mí, bufando y con ganas de acostarse a dormir en cualquier silla que vea por allí.—Esto será rápido...—Dice.John se fue en búsqueda del director que nos pidió traer de vuelta a Rondón, Jack y Carlos volvieron a sus labores. Por mi parte, solo me quedare a admirar lo que ella tenga que hacer porque los pacientes que debía de atender se marcharon en cuanto no les di una respuesta positiva.¿Es mi culpa que la niña con tan solo trece años ya esté embarazada?, no lo creo, a menos que sea hijo mío y estoy muy seguro que no lo es.—Todos, —llama la atención a las enfermeras y pacientes. Roberth quien era hasta hace seg