Vi Loup se fundó cuando el padre de Derek mató al alpha tirano que gobernaba la mitad de las tierras que en la actualidad tenían. Su padre era un dios para los mayores de treinta años, pues todos los demás vinieron cuando la manada ya estaba más formada y con mucho más territorio, después de la muerte de Zen, el alpha tirano, muchos pensaban que la maldición se iría y volverían a un color normal de lobo. Pero no, la diosa luna sabía que había corazones malos en la manada y a pesar de estar castigando a inocentes, quería que esa lección la tuvieran en cuenta durante muchas generaciones. Pero se compadeció con la de Derek, quien esperaba que Alex se diera cuenta de que el no mentía, que sienta su olor como el lo hace con ella, los sentimientos que se revuelven a verla, su rostro y cuerpo incomparables, que sus ojos solo estén puestos en el. Pero aún no era posible, además se tenía que
En el bosque, muy contentos caminaban sin parar, ambos transformados en magníficos lobos el ying y el yang. La hermosa loba blanca, cachorra enamorada del lobo negro quien su divinidad mostraba en cada paso que daba. Blanca se acercó a el para empezar a olerlo, acariciando su cabeza y pecho con la suya para que sus olores se acoplen sin estar marcados. Ambos se miraron fijamente, el ambiente era bueno y muy familiar, pero la loba aún era una cachorra por lo que no se resistió a jugar, lanzándose contra el lobo negro tratando de taquearlo. Pero este con agilidad digna de un lobo con experiencia en las batallas, esquivó gran cuerpo peludo de la loba para salir corriendo a un lugar muy conocido para el. La loba divertida comenzó a perseguirlo, esquivando ramas y todo tipo de cosas que impedían acercarse a el, por unos momentos lo perdió de vista haciendo que aumentará la velocidad para alcanzarlo. El olor de el macho dejaba un ras
Después de una charla amena, Alex y Derek separan sus caminos y se dirigen a sus respectivos cuartos. La razón por la que estas almas no dormían juntos es por que Alex aun no estaba lista para estar en la misma cama que alguien, menos con un chico, y Derek entiende y apoya la idea de ir lo más despacio que ella necesite. Derek sabía que ella aún no sentía el vínculo con él, era normal…necesitaba marcarla para mostrarle que en realidad era el su alma gemela. Alex se dirigió a su cuarto, dando saltos por todo el pasillo feliz del grandioso día que había tenido hoy. Soltando una pequeña risa al recordar la cara sonrojada del lobo al ella responderle el coqueteo. Mientras tanto, el lobo rasgaba en su interior tratando de salir, pero no del control de Derek…si no de felicidad pura, quería aullar y demostrarle al pueblo que su mate le dio una segunda oportunidad que el no derrocharía p
Despertó junto a algo cálido y cómodo ¿Cómo no podía despertarse de buen humor teniendo a alguien junto a ella? Sonrió al ver como el gran brazo de Derek arropando su cintura fuertemente, pero claro cuando se despierta en las mañanas el deber llama. Por lo que, agarrando uno de los dedos de el lobo, corrió su brazo lentamente y sin despertarlo, saliendo de la cama corriendo directo al baño. Aliviada y con necesidad de volver a la cama junto a el, caminó de puntitas y se volvió a meter en la cama, abrazando el cuerpo más grande y escondiendo su cabeza en el pecho del contrario. —Princesa.—Susurró dormido, apretándola contra el—Desearía despertarme así todos los días.—Declaró dándole un delicado beso en su cabeza—Eso sería la gloria. Buenos días. —Buenos días Derek.— Devolvió el saludo tratando de separarse apenada, pero tal y como pred
De alguna manera había convencido a Derek de dejarla ir hacía su antigua manada, claro que a escondidas de los guardias, pues no sabían si aún la seguían buscando. Cuando llegaron a la casa, un mal presentimiento recorrió la columna vertebral de Alex y su instinto se activo, solo iban a buscar lo que quedaba de sus cosas en su antiguo cuarto. Mientras tomaba un bolso grande para poner sus pertenencias, el teléfono de Derek sonó, haciendo que este se disculparse y se alejara unos pasos para atender, Alex por privacidad decidió no escuchar la conversación y dedicarse a guardar su ropa. Los pasos pesados de el alpha llegaron a ella y con la mirada suplicante se acercó. —Princesa lo siento, tengo que ir urgentemente a la manada. Ya sabes, Almir tubo uno
Se preparó para ir a la escuela, tenía planeado ir hacia allá para poder reportar el por qué había faltado tantos meses sin decir nada, a pesar de que estaba segura de que toda la manada sabía de su situación. El sonido de la bocina se escucho retumbar por toda la casa, su corazón dio un latido casi doloroso al recordar las dos simples palabras que le había dicho al hombre frente a la casa. Alex antes de irse repasa su atuendo, un vestido azul de tela suave y oleada de mangas cortas y botones falsos que iban desde el cuello en U hasta su cintura debajo de este tenía una remera manga larga con cuello de tortuga de color blanco amarillento, con calzas negras que cubrían completamente sus piernas junto a sus zapatillas del mismo color. Lista para salir, ató su cabello en una colita baja y salió de su casa no sin antes tomar un vaso de agua como tenía de costumbre. Se quedó impresionada al ver un herm
—Te conviene venir conmigo. Soy mucho mejor que ese alpha y puedo dejarte ser la principal de mis concubinas.—Habló de la nada el muchacho cuando vio que la pareja comenzó a caminar lejos de ahí. —Preferiría morir.—Acotó Alex reteniendo a Derek el cual gruñir por lo bajo muy tenso, mientras ella luchaba por tener el control de su cuerpo contra la loba. Ella era débil en su forma humana, no tenía ningún entrenamiento físico que demostraba su fuerza lobuna. Se alejaron poco a poco, mirando a tras de vez en cuando, y cuando estuvieron lo más alejados Derek le tomó de los hombros y se agachó para mirarla fijamente. —Lo siento Alex, me tengo que ir. Nos vemos Princesa.—Derek la abrazó apenas termine de hablar, dejándole un beso en la frente. Quería demostraba siempre que podía el amor que tenía por ella, pues a pesar de el poco tiempo que se conocían, el lazo de mates lo volvía loco—Te espero afuera. &nbs
—¡Gracias señorita!—Hablaron al unísono antes de separarse para retomar sus posiciones mientras Alex se dirigía a la mansión del alpha. No tardo mucho en llegar a su destino siendo atendida por los guardias que la conocían, tomando a Derek para acomodarlo en la gran cama de su habitación mientras ella les mencionaba a los guaridas que llamasen al médico lo más rápido posible. Estaba completamente asustada, tenía que haber corrido lejos de su pareja por que alguien había pensado que era buena idea dispararle a su mate con una flecha mágica que al parecer adelantaba el celo. Eso además de atentar contra su integridad física, también lo hacía para Derek, pues sus feromonas podían cambiar y hacerse irregulares por tal suceso. —¿Qué es lo que a pasado Luna? ¿Usted no lo había llamado?—Preguntó desesperada la beta de Derek, Almir. La mujer además de ser el beta era su mano derecha, su mejor amiga, le parecía tan irreal ver que el alpha de esa forma, co
|[Escenas y palabras fuertes, leer bajo responsabilidad]|Todos se habían retirado de la habitación del alpha, dándome mayor privacidad a las dos almas en el lugar. Alex se encontraba arrodillada a un lado de la cama, con su rasposa mano tocando suavemente la cabeza de su pareja, quien aún dormido sentía las sensaciones que esta me mandaba. Jugaba con los finos cabellos dorados que se enredaban en sus dedos cada vez que lo peinaba, esperando que abriera sus ojos para encontrarse con esos orbes celestes para que contraten con sus mejillas sonrojadas. Era raro el verlo así, tan vulnerable ante cualquiera…con los ojos cerrados sin saber el peligro que podría estar a su lado.&nb