|[Escenas y palabras fuertes, leer bajo responsabilidad]|
Todos se habían retirado de la habitación del alpha, dándome mayor privacidad a las dos almas en el lugar. Alex se encontraba arrodillada a un lado de la cama, con su rasposa mano tocando suavemente la cabeza de su pareja, quien aún dormido sentía las sensaciones que esta me mandaba. Jugaba con los finos cabellos dorados que se enredaban en sus dedos cada vez que lo peinaba, esperando que abriera sus ojos para encontrarse con esos orbes celestes para que contraten con sus mejillas sonrojadas. Era raro el verlo así, tan vulnerable ante cualquiera…con los ojos cerrados sin saber el peligro que podría estar a su lado.&nb
—¡Roxan!—Gritó Derek abrazando a la mujer pelirroja, aquella se había trasformado nuevamente en humana luego de ser empujada por la peliblanca. —¿Derek? ¿Eres realmente tu?—Preguntó tomando su cara con ambas manos, repasando sus rasgos con las llenas de los dedos. Sus ojos se aguaron y abrazo nuevamente a el chico con fuerza. —¿Dónde has estado todo este tiempo? Te he extrañado como no te imaginas.—Dijo apretujándola más fuerte, sintiendo como ella lo hacía igual. —No se si es un tema del que tengamos que hablar aquí afuera ¿No?—Preguntó mirando alrededor, dándose cuenta de que la mayoría de las personas que estaban ahí la miraban extraño, incluida Alex. —Tienes razón, mejor entremos.—Razono Derek alejándose levemente de ella para tomar su mano con una sonrisa para luego jalarla hacia el y pasar el bra
Había quedado en un shock realmente grande. ¿Su madre le hablo en un sueño como a ella? ¿Una guerra se aproximaba y ella tenía que pararla? ¿Cómo lo iba a hacer si no sabía pelear más que morder en el cuello, en el punto vital? ¿Cómo lo hacía si falló en ser luna en los primeros días? —Estás realmente segura de esto? Es decir, de que mi madre te habló por un sueño.—Preguntó indecisa, se había dado cuenta de que en esa sola oración había confesado y reafirmado que ella era la hija de la gran y conocida diosa luna. —¡Claro que si! Lo noté en tu loba, pero no sabía que eras tú en concreto.—Respondió con una sonrisa, quería resolver todas sus dudas, o al menos la mayoría. —Bien, digamos…hipotéticamente que yo estoy dispuesta a entrenar para pelear con “Los malos" pero…¿Cómo lo haríamos? Apenas se me defender y tu eres más bruja que loba, se te nota.—Habló lo más educadamente que podía a pesar de la situa
—Princesa…yo…lo siento.—Dijo antes de salir de la habitación, necesitaba estar solo y pensar en lo que había pasado. Ella corrió, corrió y corrió sin importarle nada, sin tener en cuenta que el sol se escondía. Las ramas golpeaban su cuerpo, sonando en un sonido seco y agudo al chocar la piel y picarla al igual que en sus brazos. La brisa que el viento traía refrescaba su cuerpo al igual que removía su cabello, ella iba a una impresionante velocidad, de sus ojos caían lágrimas que volaban hacia atrás, se sentía abrumada por la incapacidad que sentía por no poder decir algo más cuando estaba ahí, presenciando tal escena. Pero ahora solo quedaba su futuro por delante, y sabía que si quería prosperar no tendría seguir con ese tema, eso ya había pasado antes cuando estaba en su antigua manada y estuvo realmente mal durante semanas, pero está vez no se podía permitir eso. Las dudas y preguntas seguían dándo
La casa de Magentha en todos los sentidos era humilde y hermosa, forrada en madera roble, con dos ventanas sin barrotes con marco blanco, la puerta a un costado con un adicional con solo una red para mosquitos, rústica y perfecta, no era más grande que tres habitaciones normales en una. El ambiente a su alrededor era silencioso y tranquilo, pues era una de las pocas casas que se mantenían alejadas del centro. Magentha con naturalidad se agachó para tomar una de las maletas que estaban en el piso para decorar la entrada, y debajo de ella sacó la llave que tenía escondida, era divertido ver como protegía su casa a pesar de que cualquier lobo normal hubiera olido el olor suyo impregnado en la maseta, sacando cuentas para agarrar la llave. La mujer abrió la puerta con suavidad, adentrándose a la caballa a paso lento, pero inclinándose a un costado para que Alex tuviera vistas de lo que había dentro. —Puedes pasar.—Habló la mujer haci
—Ve a dormir, aunque se a de día mañana será algo ajetreado con todo lo que está ocurriendo. Estoy segura de que si duermes en la noche no despertarás al día siguiente.—Aconsejó, viendo la indecisión en los ojos de la peliblanca. —Bien, pero solo unas horas, después iré a buscar mis cosas y nos iremos…¿Dónde…donde duermo?—Preguntó mirando a la anciana, quien la miraba con burla ante la repentina timidez y vergüenza. La mayor pasa al lado suyo y señala con su dedo que camino que tenía frente a ella, tomándole la muñeca para que ella la siguiera a un pequeño cuarto. —Es aquí, duerme tranquila…Te aconsejo que ocultes tu olor, puede que el alpha a pesar de todo esté buscándote.—Aquella mención solo hizo que su estomago se revuelva en un mal recuerdo de aquellos dos. —Bien, gracias y buenas noches.—Se apuró a decir mientras se encaminaba a la cama y se dejaba caer en ella, viendo de reojo como la anciana
Estaba a metros de llegar al castillo, todo había salido bien desde lo del accidente del techo, y aunque le estaba resultando muy fácil llegar al “Castillo” sintió detrás suyo suaves pisadas que se sincronizaban con las suyas, rodó los ojos mientras aceleraba el paso al saber que alguien se iba a interponer en su camino, una idea apareció en su cabeza, si ese alguien seguía siguiéndola iba a hacer un escándalo al llegar a la gran mansión dónde vivía alpha y estaba repleto de guardias con sus sentidos cien por ciento activos. Se dio la vuelta tratando se encarar a quien estuviera detrás suyo, pera grande fue su sorpresa al ver que no había nada más que su sombra, le quito importancia sintiéndose paranoica y comenzó su rumbo nuevamente al castillo. Apenas llegó a la puerta miro a sus costados sintiéndose completamente extraña al no ver ni un solo moro merodeando la costa, claro que eso cambio al ver como se acercaban dos enormes hombres lobo con más músculo que ropa cubriéndolos para
(Capítulo sin editar) – okey, vamos! Tengo una salida por la parte de atrás,tu ve habré la puerta y espérame en el árbol más oscuro que veas.-asentí, y mire mi celular ya son las 5 de la mañana. Pase los muebles que habían en la sala y fui para atrás,di la puerta que llevaba hacía a fuera y salí encontré el árbol más oscuro y me escondí atrás de el. Espere solo 5 minutos cuando veo que magentha joven ya salió,me debe muchas explicaciones. – vamos a tomar forma lobuna e iremos a la cabaña que se encuentra al norte,solo sígueme y en unas horas vamos a llegar.- asentí y nos transformamos,ella es una loba marrón y negra,con ojos miel intensos. Es más chica que yo pero muy rápida y hábil. Después de tres horas corriendo vimos a lo lejos un lago enorme y la cas
Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Vᴇɪɴᴛɪᴄᴜᴀᴛʀᴏ_________________ʙɪᴄʜᴏNarra April:– chicas,son increíbles. La verdad es que son unas de las personas en las que confío.-digo mientras estamos comiendo,porque se me vino en la cabeza todos estos momentos de soledad que tuve en la vida,me di cuenta que ellas son personas importantes para mí, y me impresiona el poco tiempo wey estube con ellas la pasé tan bien.– aww,nosotras también te queremos mucho.-dice Alex tocándose exageradamente la cara.– es verdad, te quisimos en tan poco tiempo que te queremos como hermana.-sigue magentha.– awwww que adorables.- les doy un abrazo a las dos.