Al final, todos estuvieron de acuerdo aunque Axel no tanto, pero después de todo sabía que la chica era peligrosa en esa etapa vampirezca de su vida. Porque podría atacar a cualquier humano sin piedad hasta saciarse por completo. Ya que los crímenes de los vampiros habían cesado en el pueblo gracias a Eduard.
Axel subía las escaleras en silencio y con calma, el sol se había puesto hace media hora y eso significaba que Darla ya podía salir de su habitación a dar una vuelta. Quizás le podía enseñar a cazar. Toco la puerta suavemente y al segundo toque ella abrió la puerta.
—¿Estás lista para salir de aquí? Pregunta con una sonrisa.
—Más que lista.
—¡Genial! Entonces vamos de caza.
_¿Caza? Eso significa ¿Salir del castillo? ¿Qué vamos a cazar? Abrió mucho los ojos.
—Si saldremos, no muy lejos. Y pues, cualquier animal que veamos en el bosque. debes aprender a cazar tu c
—¡Eres muy fuerte, hijo! Dice Elizabeth.—Aun no doy todo mi poder.—Entonces debemos practicar mucho más.El chico asiente mientras madre e hijo detienen la lucha, sonrientes.—Eh logrado rasgar tu ropa, ma.—Eso es buena señal. Tu padre aun no lo ha logrado.—Entonces, debo luchar con papá también.—Si debes hacerlo, entrenar con él. Le sonrió. —Vamos a por algo que tomar.—Sí, eso suena bien.Después de esa noche Axel entrenaba con su madre muy a menudo, pero antes de eso, iba en busca de Darla como todas las noches para entrenarla también. Pero ella se negaba a verlo y le dolía saber que ella no le quería ver. No pensó que su declaración podría incomodarle tanto.—Debes practicar Darla, por favor.—Esta noche no quiero hacerlo, Axel.—Llevas así varias noches, no está bien que te quedes
Después de unos minutos a su mente le vino como un torbellino aquel beso compartido con Axel, la delicadeza con que se lo dio. La dulzura de sus palabras al decir que le gustaba. Se toco los labios y cerró los ojos. Quería probar más de ese chico, pero no quería involucrarlo en sus planes.Se merecía a una buena mujer, y ella, al parecer estaba frita. Después de todo lo que había pasado, le habían atrofiado el cerebro y el corazón. Sin saber porque, abandono la comodidad de la cama saliendo al exterior. ¿Qué buscaba? Su mente sabía bien que buscaba. Guiada por su instinto dio con él.No se podía creer que Darla estuviera parada frente de su habitación ataviada solo con un camisón de seda rosa. Todas sus alertas se activaron al instante.—Hola, ¿estas ocupado?—No. ¿sucede algo?—¿Puedo pasar?—¡Claro!Ella así lo hizo, la observo mirar su habitación con mucho detenimien
Podía sentir las uñas de Darla encajarse sobre su espalda, rasgando su carne mientras era invadida seguidamente por su amante nocturno. Lo disfrutaban, cada vez el ritmo de sus embestidas era más de prisa dentro de ella. Sin dejar tiempo para respirar o hablar. Solo sentir, tocar y amar. Porque después de haberla hecho suya, definitivamente se había dado cuenta que estaba enamorado de Darla y no pensaba dejarla escapar de su lado, a menos que ella así lo quisiera...No conto las veces que le había hecho el amor a Darla. Pero si conto con que ella lo disfruto al máximo, era insaciable y eso lo mataba. Porque no había nada más que darle placer a esa mujer hambrienta. Estaba ya por amanecer y ambos permanecían juntos bajo las sabanas de seda.Ella no dijo nada, al poco tiempo se levanto de la cama para recoger su camisón. Estaba claro que estaba bajo la atenta mirada de Axel, pero aun así no le importo. Comenzó a vestirse y este se extraño, su habitaci
Una hermosa pelirroja de piel blanca y con pecas en la cara, espalda y pecho caminaba con su hermoso vestido floreado de tirantes. Sus ojos azules como el mar destacaban entre sus largas pestañas.Vannesa siempre que visitaba a Axel se vestía lo más hermosa posible para llamar su total atención. Pero siempre fracasaba, no había manera de que la viera como una mujer. Siempre era la tierna prima. Eran más que obvio sus sentimientos por el chico, pero él era único que no se daba cuenta.Llego hasta el jardín del castillo de su tío, siempre lo encontraba allí por las noches. Caminaba contenta porque tenía un año que no lo veía. Su madre insistió en llevársela a casa de su abuelo para que conviviera con él, y quizás conociera a alguien. Pero ella se negó a conocer chicos, solo quería a uno.Desde luego a Victoria no le atraía que su hija se uniera a Axel en matrimonio, no soportaba a la madre del chico por ende prefería no tener más
Su madre lo dejo solo en la puerta, y al instante recordó a Darla. La había dejado sola afuera y ya estaba por amanecer. Corrió en su búsqueda pero ya no estaba, solo encontró una nota que decía."Me he ido a mi habitación. Disculpa"Bueno, ya no se sentía tan culpable por abandonarla. Desde que tuvieron sexo hace una semana ella lo frecuentaba seguido por las noches y continuaban teniendo sexo alocado, pero solo para eso. Follar y nada más. Mientras él se tragaba más de ella. Porque Darla temía dar el siguiente paso.Entonces ¿que haría con ella?… El quería una pareja, y ella solo un revolcón de unas noches. Tocaría volver a tocar el tema sobre su relación nuevamente.—Y bien, ¿Cómo te fue con Axel? Pregunta Vince a su hija en cuanto llegaron a su casa.
Se sentaron en una mesa para conversar y decidir que era lo primero que pretendían hacer para solucionar el problema que tenían encima, desde luego una solución diplomática era lo indicado ya que no estaban tratando con cualquier vampiro. Castigar al hijo de un líder no sería una tarea sencilla.—Eduard, el clima está muy raro últimamente, ¿no lo has sentido? Elizabeth comento mientras observaba por la ventana.—Si. Hace ya varios días que hay algo sospechoso en el aire. No me da buena espina.—No, a mi tampoco. Responde la mujer frunciendo el ceño.—¿Dónde está Axel?—Con Darla ¿Por qué? Pregunta girándose para verlo.—¡Tendremos visitas! Que Darla se meta en su habitación y no salga.—¿Qué pasa? ¿Quien viene?—Los ancianos han sido despertados y vienen en camino.Elizabeth, corrió a velocidad vampiro en busca de su hijo. Apenas había caído el s
Eduard permaneció en silencio, sentía la mirada de todos. Sabía perfectamente lo que aquello significaba. Era no volver a ver a su hijo nunca más, jamás procrearía ni tendría una familia. Sus sentimientos serian suprimidos y se volvería tan vacio y malvado como las personas que tenía en frente.Elizabeth no soportaría perder a su hijo, Axel era un buen muchacho, volverse anciano era como volverlo un vampiro al cien por ciento. Capas de asesinar hasta sus propios padres.—¡ No lo permitiré! Dice la voz de una mujer detrás de todos ellos.Su mujer entraba en el despacho como dueña de todo aquello. Sin miedo en su mirada, caminaba segura de sí misma y de sus palabras.—Tu eres la fulana hibrida. Ariel siempre lanzando veneno por la boca.—Soy Elizabeth, procura recordarlo.—Eres una bocaza.—No más que tu.—¿Qué? Pregunto molesta.—¡Bast
—Tu hijo ha ocasionado demasiados problemas.—Vince no deberías meterte, tu hija y tú se verán involucrados.—¡Ya lo estamos todos! Dijo sin más.—No deseo que le pase nada a Vannesa.—Ella estará bien, mientras este bajo mi protección.—Selios no piensa lo mismo. Ya sabes cómo es de cabron.—Yo me ocupare de él, si fuese el caso.—No es un vampiro con el que se pueda tratar a la ligera. Lo sabes, es un maldito caprichoso.—¿Me cuidas el culo Eduard? Pregunta con sarcasmo.—Mas bien el de mi sobrina, tu no me interesas.—¡Basta ya! parecen unos críos. Tenemos un problema serio aquí señores, ocupémonos de él.Elizabeth analizaba