Se sentaron en una mesa para conversar y decidir que era lo primero que pretendían hacer para solucionar el problema que tenían encima, desde luego una solución diplomática era lo indicado ya que no estaban tratando con cualquier vampiro. Castigar al hijo de un líder no sería una tarea sencilla.
—Eduard, el clima está muy raro últimamente, ¿no lo has sentido? Elizabeth comento mientras observaba por la ventana.
—Si. Hace ya varios días que hay algo sospechoso en el aire. No me da buena espina.
—No, a mi tampoco. Responde la mujer frunciendo el ceño.
—¿Dónde está Axel?
—Con Darla ¿Por qué? Pregunta girándose para verlo.
—¡Tendremos visitas! Que Darla se meta en su habitación y no salga.
—¿Qué pasa? ¿Quien viene?
—Los ancianos han sido despertados y vienen en camino.
Elizabeth, corrió a velocidad vampiro en busca de su hijo. Apenas había caído el s
Eduard permaneció en silencio, sentía la mirada de todos. Sabía perfectamente lo que aquello significaba. Era no volver a ver a su hijo nunca más, jamás procrearía ni tendría una familia. Sus sentimientos serian suprimidos y se volvería tan vacio y malvado como las personas que tenía en frente.Elizabeth no soportaría perder a su hijo, Axel era un buen muchacho, volverse anciano era como volverlo un vampiro al cien por ciento. Capas de asesinar hasta sus propios padres.—¡ No lo permitiré! Dice la voz de una mujer detrás de todos ellos.Su mujer entraba en el despacho como dueña de todo aquello. Sin miedo en su mirada, caminaba segura de sí misma y de sus palabras.—Tu eres la fulana hibrida. Ariel siempre lanzando veneno por la boca.—Soy Elizabeth, procura recordarlo.—Eres una bocaza.—No más que tu.—¿Qué? Pregunto molesta.—¡Bast
—Tu hijo ha ocasionado demasiados problemas.—Vince no deberías meterte, tu hija y tú se verán involucrados.—¡Ya lo estamos todos! Dijo sin más.—No deseo que le pase nada a Vannesa.—Ella estará bien, mientras este bajo mi protección.—Selios no piensa lo mismo. Ya sabes cómo es de cabron.—Yo me ocupare de él, si fuese el caso.—No es un vampiro con el que se pueda tratar a la ligera. Lo sabes, es un maldito caprichoso.—¿Me cuidas el culo Eduard? Pregunta con sarcasmo.—Mas bien el de mi sobrina, tu no me interesas.—¡Basta ya! parecen unos críos. Tenemos un problema serio aquí señores, ocupémonos de él.Elizabeth analizaba
La pelirroja camino dirigiéndose hacia la puerta pero la mano del chico la detuvo a mitad de camino. Ella lo miro a los ojos y se perdió en ellos ¿Cómo podría amarlo tanto y que él no se diera cuenta de ello?Axel no supo si por instinto, posesión, celos o avaricia tomo a Vannesa de la cintura acercándola a él. Sus labios estaban tan cerca que pudo saborear su aliento. Los miraba semi abiertos, estaban listos para que los besara ¿lo haría? Sería un idiota si no lo hacía. Recorto el espacio que aun quedaba entre ellos mientras unía sus bocas en una sola.Vannesa no se esperaba que la besara ¿el infierno se estaba apagando? ¿Estaba soñando? Axel la besaba, a ella, a la que decía llamar prima. Paso las manos alrededor de su cuello y el la apretó más de la cintura. Era un beso perfecto, congeniaban a la perfección. Pero la felicidad no duro mucho, ya que el mismo Axel fue quien interrumpió aquella majestuosa unión. La separo lo suficiente
Como Darla lo sospechaba, era un maldito vampiro. Con más experiencia que ella, pero no se iba a dejar intimidar por él. Estaba lista. Se lanzo sobre el atacándolo directamente, las chicas humanas salieron corriendo del piso dejándolos solos.El vampiro era fuerte, pero ella también, su fuerza residía de la ira y el odio. Atacaba directamente al cuello. Pero el tio sabia defenderse muy bien, aunque ella con su baja estatura se escurría fácilmente tenía ventajas. Nunca más volvería a quejarse de su tamaño, era bueno en las peleas. Mientras le ocasionaba muchos daños graves al vampiro al parecer nada lo detenía, sanaba rápido. Intento darle la estocada final, pero en un descuido él, la tomo del cuello tan fuerte que podía quebrarlo en cualquier momento.—Creíste que podías venir aquí y tomar mi vida como a los otros idiotas. Soy diferente preciosa.—No... mucho. Porque morirás igual que ellos. Respondió con la voz apretad
Selios le sonrió pícaramente mientras la detallaba de arriba hacia abajo, devorándola con la mirada. Lo que causo miedo en Vannesa, sabía bien que ese vampiro era peligroso. Era un anciano, su padre le hablo del caprichoso, malvado, sin escrúpulos, codicioso y sobre todo posesivo Selios. Y le había puesto el ojo a ella, y no era bueno estar a solas con él, tan alejada de todos.—¿Damos un paseo?—No.—Entonces, te llevare conmigo.Vanessa intento correr hacia el otro lado pero Selios la tomo por la cintura acercándola a el de manera intima. Y sin más, junto los labios con los de la chica de forma brusca. Vannesa intento por todos los medios separarse pero lo logro. El beso finalizo en cuanto alguien le quito de encima a Vannesa ese pesado. Y ese alguien fue su padre.—Te Advertí que te alejaras de mi hija.—¡Oh Vince! Me has arruinado el momento con esta preciosa.—Cáll
—Créeme lo que te digo. Ella está llena de odio, por la forma en que murió.—Estaremos vigilándola.—Yo hago lo mismo, se que hace unos días salió del castillo. Estuvo en el pueblo.—¿Por qué no fui informado?—Porque ella se escabullo y nuestro hijo la encubrió.—Axel está en serios problemas.—¡No! Es mejor que ella piense que no sabemos, ella busca algo o a alguien. Descubriré quien es. Sé que tuvo algo que ver con la muerte de esos humanos.—¡Imposible!—¡Créeme es así! Y el que apareció muerto en el antiguo bar de Vince también fue asesinado por mano de ella.—Elizabeth, creo que exageras.Pero la mujer sabía que no estaba para nada equivocada, esa chica que su hijo había tomado como su novia estaba llena de rencor y algo muy malo estaba planeando. Tendría que tener los ojos bien abiertos con respecto a ella.
—Así que has decidido venir después de todo.—¡Eh venido a por tu cabeza! Le dice la joven intentando darle frente, pero es retenida por la madre de Axel.—¡Calla! Le ordena.—¡Oh! Mi querida Elizabeth, ¿estás defendiendo a esta chica? Sabes que mató a mis hombres, y pienso cobrarme a cada uno de ellos. Lo último lo dijo en tono de amenaza.—Ella no hará nada al respecto. Esta pedida por los ancianos, nada puedes hacer.—¿Los ancianos eh? Veo que están despiertos esos viejos.Elizabeth intentaba retroceder, sabía que ese extraño tenía cosas en mente y no era nada bueno. No estaba segura de que pudiera vencerlo, pero tampoco que no tuviera el poder para escapar con vida.—Déjame, yo he venido a por él y no me iré sin terminar con su vida.—¡Eres una chiquilla muy bocaza! No te basto con que te violara y te rompiera en pedazos.—¡Maldito mise
Axel subió y se planto en la habitación de Darla, toco la puerta un par de veces, no obtuvo respuesta así que decidió abrir la puerta de la forma ruda. Encontrándola mirando por la ventana.—¿Por qué has hecho todo lo que hiciste?—Era mi deber.—Un deber que te condenara.—Ya estoy condenada Axel, es que no lo vez.—¡Claro que no! Yo te di una oportunidad para vivir, ¿Porque la desperdiciado así?—Es mejor que te hagas a la idea que no terminare con vida. Y que el final feliz para mí no existe. Yo debo estar muerta ya, y mírame aquí estoy esperando mi próxima muerte.—Yo te protegeré, Darla.La chica volteo y lo miro con lágrimas en los ojos, si hubiera conocido a Axel en otros tiempos y circunstancias hubieran podido lograr tener un final feliz. Pero parecía que estaban destinados a no terminar juntos. El era un gran hombre y ella no se merecía tenerlo.