Mi corazón latía a mil por segundo, solo el hecho de saber que en cualquier momento llegaría Kim, me tenía demasiado nerviosa, por mediación de Kai decidimos reunirnos en una cafetería cerca del departamento de Cris, mi amiga insistió en acompañarme pero no se lo permití, ya no soy la misma chica tonta y miedosa de hace unos años atrás o al menos quiero pensar eso, ya que cuando vi a Kim una vez más pude percatarme que aun me afecta su presencia, aun mantengo sentimientos por ese estupido alfa.
Decidi sentarme en una de las ultimas mesas del lugar, mientras saboreaba una exquisita taza de chocolate caliente, para ver si asi mis nervios se controlaban un poco, pero mi lobo no cooperaba, a ese tonto animal lo podia sentir moverse de un lado a otro ansioso y feliz de saber que volveria a ver a aquel Alfa.
Me quedé observando a Luar desde lejos, no me marche de la cafetería solo me oculte tras una columna que había en el lugar, vi como lloraba y sentí como mi pecho dolía, mi lobo aullaba entristecido por verla así. Lo menos que quiero es dañarla, sigo enamorado de ella, la necesito tanto, extraño todo aquel amor que me profesaba, sus caricias, con la ternura que me miraba, extraño todo de ella, mi único y verdadero amor, la única persona a la que he llegado a amar. Es cierto que dije un montón de estupideces y solo le demostré que soy un insensible, pero tampoco me podía ver débil, lo que sí puedo asegurar es que jamás sería capaz de quitarle al cachorro,no soy tan inhumano, además jamás he dudado que ese niño es mío, aunque nunca he confiado en nadie en ella si. Solo quiero ver a mi niño, conocerlo, hablar con él,
Alice se quedó de pie en el mismo lugar sin moverse en la habitación de Kim, soltó una risa súbita, parecía loca, su pulso se encontraba acelerado y solo pensaba en vengarse.– Kim Collins pagarás por esto, aún no has aprendido a conocerme – decía mientras masajeaba su cuello que aún dolía.Entre toda la furia que sentía, también pudo percatarse que había llevado a Kim al límite, tanto era así que el tipo no lo pensaría dos veces para matarla de ser necesario.– Total, defiendes a una chiquilla que ni siquiera es tuya – decía casi inaudible mientras sonreía – Estupido Alfa, pero aún no es momento de que te enteres.Alice sabía de sobra que si su esposo se enteraba de que Lacely no era su hija sería un fuerte golpe para él, pero ese detalle aún no podía darlo a conocer, todavía lo quería a su lado y torturarlo día a día.Solo el hecho de que nunca la amo, la llena de odio y solo quiere verlo sufrir, en algún momento doblegaria a ese Alfa, aunque en ello le fuera la vida, no le interesa
Hoy no era uno de los mejores días para Luar, acababan de llamarla del hospital para darle la información de que ella tampoco era compatible con su padre, al escuchar aquellas palabras se dejó caer en el sofá, sus ojos se humedecieron, asomandose sus lágrimas para luego rodar sin parar por sus mejillas, cada día que pasa, es menos la esperanza de que su padre pueda seguir con vida.¿Ahora que haría?Seguir esperando no es una buena opción.Ya todos los familiares y amigos cercanos se sometieron a las pruebas y nada, aunque su padre ha ido aguantando con las hemodiálisis, ellas no eran la solución.Todos los problemas se le juntaban, dentro de unos días comenzaría en su nuevo trabajo, por primera vez Ethan iría a la escuela y por si fuera poco, el fin de semana se acercaba y una vez más tendría que ver a Kim, sería la primera reunión con el cachorro.Luar solo veía que su mundo se le venía encima, que la ansiedad comenzaba hacer de las suyas, pero cada vez que se sentía a morir solo le
– Le dije que se largará – vociferaba la Omega.– Luar por favor hablemos.– No hay nada más que decir, lo odio señor Collins, lo odio hasta morir, odio como dejó sus huellas en mi, aún las siento tan profundas que no se han borrado – gritaba entre lágrimas – Sólo quiero limpiar mi alma, arrancar este sentimiento , olvidar todo lo que paso, pero a veces siento que no puedo, he podido darme cuenta que el tiempo no cura nada, solo nos enseña a vivir con el dolor y por eso lo odio, asi que solo marchase.– Luar aún te amo, usted me enseñó a amar, dejastes en mi el más bello sentimiento, aún la llevo en lo profundo de mi corazón, siempre te tengo en mis sueños y te busco cada noche en ellos con la esperanza de que se haga realidad un día, se que fui un cobarde, que debido a mi tonto orgullo hoy no estás a mi lado pero siempre serás la mejor parte de mi historia, una que contaré sonriendo, porque sin importar el pasado, sin importar el final, lo más bello fue haberlo vivido, fue haberte te
Kai llegó al departamento con Ethan, el pequeño solo de entrar preguntó por su madre al no verla por allí.– ¿Tía Cris y mi mami? – dijo acercándose a la Omega.– Está durmiendo pequeño – hablo con cariño Cristal mientras le dejaba un tierno beso en la frente.– ¿Se siente mejor? Ya no le duele la cabeza? – preguntaba preocupado.– Ya está mejor bebé pero necesitaba dormir – le sonrió – Ve y lávate para que comas la comida que te preparo tía con mucho amor, ya luego vas a ver a tu mami – el niño asintió y se marchó obedeciendo la orden de Cristal.Kai se aseguró de que Ethan no se encontraba cerca y habló.– ¿Cristal que le sucedía a Luar? – habló preocupado el alfa.– No es nada grave, solo fue un ataque de ansiedad, le solía suceder cuando éramos más jóvenes, muchas veces la vi ponerse así, se me encogía el corazón cada vez que la veía temblando como una hoja – callo unos segundos y suspiró – Ella siempre ha sido demasiado sensible, pero hacía un tiempo que no le ocurría.– Me parec
Unos años atrás: Había sido el día más frío desde que comenzó el invierno en Milan, Luar se encontraba prácticamente forrada, un tierno gorro de lana de color rosa con un par de orejitas, adornaba su negra cabellera, junto a una bufanda y guantes del mismo color, aportando un toque glamuroso a su Outfit, unos jeans maternales de color negro de cintura baja y ajustables, ya que se encontraba de seis meses por lo que se aseguró de que no le apretaba y se ajustara a su barriguita, para no hacerle daño a su bebé, unas botas altas de cuero, un jersey de color cremita una talla más grande y un sobre todo largo hasta las rodillas. Trataba de procurar mantener el calor corporal y aislar el frío y la humedad para así cuidarse a ella y a su cachorro del frío. Se encontraba caminando por las calles de Milán sin rumbo alguno, hacía unos minutos que había tenido unas palabras con Andrew debido a que el alfa aún no entendía que a pesar de haber pasado varios meses aún se encontraba deprimida por
El fin de semana llegó y Luar se sentía demasiado nerviosa, el hecho de tener a Kim Collins compartiendo el mismo espacio la hacía sentirse preocupada, aunque siempre supo que este dia llegaria, su hijo tenía derecho a conocer a su padre y el Alfa por más arrogante y egoísta que fuese tambien tenia el mismo derecho de ver a su hijo.La omega se encontraba en su cuarto caminando de un lado hacia otro, la hora que habían fijado ya se acercaba y ella sentía que su corazón se saldría en cualquier momento de su pecho.Sus manos temblaban como hojas sacudidas por el viento, mientras tenía que secarse cada cinco segundos por la manera tan horrible en la que le sudaban.– Luar amor, tranquila, todo saldrá bien – escuchó que le decía Cris desde la puerta, no se dio cuenta en qué momento su amiga había entrado.– Solo le ruego a la madre luna porque asi sea – respondió – Me da miedo de que Alice ya sepa de que estoy de regreso.– Esa esquizofrénica no hará nada.– ¿Tú crees? – preguntaba Luar d
Luar sintió como su pulso se aceleró y por unos segundos su mente quedó en blanco, por más que la tuviese delante aun no creía lo que veía.¿Acaso el estupido de Kim le había contado a su esposa sobre el encuentro que tendría con su hijo?¿O es que el muy hijo de puta decidió no cumplir con la promesa de no decirle nada a Alice?Luar sentía que en cualquier segundo tendría un ataque de pánico, el miedo se apoderó de ella y sentía como una fina capa de sudor cubría su frente, pero no, no se permitiría ver débil frente aquella bruja.– Sigue siendo la misma maleducada de siempre, ¿No me invitara a pasar? – decía con sarcasmo Alice.– Como sabes que…– Eso es lo de menos, solo he venido a apoyar a mi esposo, a conocer a su bastardito – dejó ver una sonrisa burlona.– Usted no tiene nada que hacer aquí, por favor retírese – hablaba Luar alzando un poco la voz.– Vas a asustar al pequeño ¿Ese es el ejemplo que quieres darle a tu hijo?Luar miró por encima de su hombro derecho y pudo darse