– Ethan amor ten cuidado – le decía a mi pequeño niño de cinco añitos ya, que corría emocionado por el parque.Luego de una larga semana de trabajo hoy tenía el día libre por lo que decidí dedicárselo a mi cachorro, Ethan había querido ir a tomar helado, se encontraba feliz y daba brinquitos por todo el lugarYa habían pasado casi seis años desde que me fui a vivir a Italia con Andrew, hace solo unos meses que mi amigo se comprometió con una linda Omega italiana que aunque ya llevaban más de dos años saliendo, decidieron hacerlo más formal ante familiares y amigos.Desde que llegué a Italia no perdí mi tiempo y comencé a estudiar, Andrew me ayudó a ingresar en la universidad, cuando nació el pequeño perdí un semestre pero en cuanto pude retome los estudios y así me gradué en Mercadotecnia, fue difícil y duro ya que apenas podía pegar ojo entre el bebé y todo lo que tenía que aprender pero al final logré tener una carrera.De pronto mi teléfono comenzó a sonar y al mirar vi que era mi
A pesar de que mi cuerpo no quería responder, no dejé que la ansiedad me invadiera y me giré lo más tranquila que pude , para ver parado frente a mi al mismísimo Kim Collins.– Buenas señor Collins, cuanto tiempo – sonreí para parecer calmada.– Luar desde cuándo estás aquí? – preguntaba acercándose a mi.Mi reacción fue dar dos pasos hacia atrás y él se percató por lo que se quedó donde estaba.– Solo estoy de paso resolviendo unos inconvenientes – respondí tajante.– ¿Y el pequeño o la pequeña, está contigo?– Es un niño y no, no lo traje conmigo – no quería que se enterara de que Ethan estaba en el país.– Y porque no te creo? – dijo alzando una de sus cejas.– Pues crea lo que se le dé la gana, está en su derecho – me preguntaba de dónde había sacado la valentía para hablarle así a Kim, pero no podía parecer débil, no soy la misma de antes y eso tiene que saberlo.– Además de tu aroma, se siente el de un niño, un rico olor a chocolate con leche – sonrió.– Porque solo llevo separa
– No lo puedo creer – gritaba Kim enfurecido por toda la sala del departamento de su amigo mientras sostenía un trago en su mano derecha del que tomaba a cada segundo – Me abandona y se va lejos sin dejar rastro y ahora aparece diciendo que no me dejará ver a mi hijo.– Calmate amigo – decía Kai.– Tu sabías que ella estaba aquí?-- preguntó con el ceño fruncido el alfa.– No, Cristal jamás me ha hablado de Luar en todos estos años, así que mucho menos me diría que regresaría, cada vez que le preguntaba por ella me decía que estaba bien y cambiaba el tema – respondió Kai.– No es justo amigo, yo no la abandoné, estuve dispuesto a dejarlo todo por ella, por el niño y ahora mira con lo que me sale – tomó un sorbo de su vaso – Pero averiguare donde se encuentra y va a tener que dejarme ver a mi hijo – dijo y una sonrisa se reflejó en sus labios – Sabías que se llama Ethan? Me encanta el nombre, se parecerá a mi o a ella? – decía ilusionado el alfa.– Yo tampoco lo conozco, no podría decir
En el asiento trasero del auto, iba un pequeño cachorro todo ilusionado y feliz, Ethan había insistido tanto en que le dijeran donde lo llevarían, que Cristal no pudo contenerse y se lo dijo antes de salir de casa.Ethan jamas había ido a un parque de diversiones pero por lo que veía en la tele y lo que le contaban los amiguitos que había dejado en italia parecía emocionante ir a uno, así que todo el tiempo que duró el viaje no dejaba de hacerle preguntas a su madre y tía.Al llegar y ver lo grande que era el lugar no dejaba de dar brincos, sus ojitos tan negros como la noche se abrieron tan grande que pareciese que se le saldrian, mientras reflejaba un brillo inigualable en ellos.Luar al ver a su cachorro tan emocionado, la felicidad la in
Llegue alterada al departamento, Ethan no dejó de llorar en todo el camino, mientras se aferraba a mi cuello demasiado fuerte verlo así me partía el alma, se que sentía miedo y en su inocencia no entendía lo que ocurría pero se daba cuenta de que algo andaba mal.Al llegar a casa apenas y pude desprenderlo de mi, con ayuda de Cristal mi bebé se soltó pero aún sus lágrimas seguían rodando por sus rosadas mejillas.– Amor necesito que dejes de llorar y escuches a mami – le decía tranquila mientras lo acariciaba y liberaba un poco más de mi aroma para ver si así lograba calmarlo.Sus ojitos se encontraban enrojecidos y algo hinchados y a pesar de mis deseos de llorar tenía que contenerme, tenia que ser fuerte por mi hijo, la idea era calmarlo, no empeorar la situación.– Toma pequeño– le decía mi amiga entregándole su vaso preferido con agua – Toma un poco amor, te ayudará a que te calmes y puedas escuchar a mamá. Ethan nos miraba a ambas, sus ojos se veían desorientados, en su mirada p
Mi corazón latía a mil por segundo, solo el hecho de saber que en cualquier momento llegaría Kim, me tenía demasiado nerviosa, por mediación de Kai decidimos reunirnos en una cafetería cerca del departamento de Cris, mi amiga insistió en acompañarme pero no se lo permití, ya no soy la misma chica tonta y miedosa de hace unos años atrás o al menos quiero pensar eso, ya que cuando vi a Kim una vez más pude percatarme que aun me afecta su presencia, aun mantengo sentimientos por ese estupido alfa.Decidi sentarme en una de las ultimas mesas del lugar, mientras saboreaba una exquisita taza de chocolate caliente, para ver si asi mis nervios se controlaban un poco, pero mi lobo no cooperaba, a ese tonto animal lo podia sentir moverse de un lado a otro ansioso y feliz de saber que volveria a ver a aquel Alfa.
Me quedé observando a Luar desde lejos, no me marche de la cafetería solo me oculte tras una columna que había en el lugar, vi como lloraba y sentí como mi pecho dolía, mi lobo aullaba entristecido por verla así. Lo menos que quiero es dañarla, sigo enamorado de ella, la necesito tanto, extraño todo aquel amor que me profesaba, sus caricias, con la ternura que me miraba, extraño todo de ella, mi único y verdadero amor, la única persona a la que he llegado a amar. Es cierto que dije un montón de estupideces y solo le demostré que soy un insensible, pero tampoco me podía ver débil, lo que sí puedo asegurar es que jamás sería capaz de quitarle al cachorro,no soy tan inhumano, además jamás he dudado que ese niño es mío, aunque nunca he confiado en nadie en ella si. Solo quiero ver a mi niño, conocerlo, hablar con él,
Alice se quedó de pie en el mismo lugar sin moverse en la habitación de Kim, soltó una risa súbita, parecía loca, su pulso se encontraba acelerado y solo pensaba en vengarse.– Kim Collins pagarás por esto, aún no has aprendido a conocerme – decía mientras masajeaba su cuello que aún dolía.Entre toda la furia que sentía, también pudo percatarse que había llevado a Kim al límite, tanto era así que el tipo no lo pensaría dos veces para matarla de ser necesario.– Total, defiendes a una chiquilla que ni siquiera es tuya – decía casi inaudible mientras sonreía – Estupido Alfa, pero aún no es momento de que te enteres.Alice sabía de sobra que si su esposo se enteraba de que Lacely no era su hija sería un fuerte golpe para él, pero ese detalle aún no podía darlo a conocer, todavía lo quería a su lado y torturarlo día a día.Solo el hecho de que nunca la amo, la llena de odio y solo quiere verlo sufrir, en algún momento doblegaria a ese Alfa, aunque en ello le fuera la vida, no le interesa