SIPNOSIS
Hola me llamo Albert Collins tengo 28 años y soy profesor de Literatura en un Colegio prestigioso, llegue a vivir en un departamento lujoso porque mi familia es humildemente millonaria y pues soy el único hijo que prefirió estudiar Letras y Filosofía y no la Carrera Contable como mis dos hermanos mayores que son los que están al frente de las empresas familiares, mis padres ya se retiraron a disfrutar su vida con paseos alrededor del mundo. Me recriminan que trabajo en un puesto muy bajo para mi categoría, pero es que esta es mi vocación y me gusta mi trabajo.
Mis hermanos me comprenden, recibo un mensual con una jugosa cantidad, tengo mi auto Ferrari, mi ropa de marca, tarjetas de crédito, tengo todo para vivir holgadamente y sin trabajar, pero la vocación de enseñar es tan fuerte que simplemente lo hago y así conseguí este empleo de Profesor
Pero no me arrepiento porque por esta linda vocación, conocí a quién me removería el tapete, ya había tenido muchas novias que llegaron a mi cama en la segunda salida, pues, era muy fogoso, lo que no sabía era que el destino me puso en mi camino a la lujuria en persona, pero a la vez inocente y rebelde que me sacó canas verdes a mi vida y esta es la historia que les contaré de Dianne Carter. Mi Inocente Alumna Rebelde.
Me desperté como todos los días a las 5 am, me estiré en mi rica cama, oh si, mi amada camita bella, abracé mi almohada la verdad tenía sueño, pero era mi primer día en el colegio donde debía dar mis clases, me deslicé hacia el suelo gatee un poco y ya me levante a bañarme para quitarme el sueño y la pereza, mi madre decía que yo era grandote bueno ser grandote al tener 2,10 mt creo que tenía razón, las tardes iba al Gym a tonificar mis músculos quería que las damiselas tengan buena carne para disfrutar.
Me vestí con mi camisa azul marino, mi corbata azul oscura, pantalones y saco azul oscuro, revisé mi cabello, mi perfume y bajé a desayunar me recibió mi bella nana, no se rían, todavía tenía nana, cuando me fui de casa para tener la mía me siguió se llama Marina, sé que me ama como un hijo y me consiente, al verla la salude
—Hola, mi nana bella —ella al verme me abrazo y me beso en la mejilla diciendo
—Buenos días, mi amorcito, te hice tus panqueques favoritos con miel y jugo de naranja, pero primero comete la ensalada de frutas
La observé con amor, me cuida tanto y conteste
—Si mi nana bella —me comí todo y agradecí la comida.
Subí a mi auto y ahora si rumbo a lo que me gusta mucho, enseñar, esa es mi vocación iba muy contento, ya había estado de profesor en varias instituciones, pero mis padres me consiguieron acá porque según ellos eran colegios de baja categoría, pero en fin lo que quería era desempeñar mi rol de profesor lo que más amaba.
Llegue al colegio, estaban formados en el patio llegue ahí y estuve parado esperando para hablar con la rectora, miré a los alumnos después a los colegas profesores, en fin sentí una mirada fuerte sobre mí, seguí esa mirada y era una hermosa jovencita que se acomodaba su cabello y me sonreía, pero no perdí la compostura sabía que a lo mejor era una menor de edad y no quería problemas, así que fije mi mirada a la interlocutora que hablaba en esos momentos y olvidé a la chiquilla impertinente.
Cuando terminó me acerque a la rectora, saludamos y fuimos a rectoría, hablamos y un inspector me llevó al curso donde debía dar mi primera clase del día, pues mi horario no era tan extenso, miré y era un sexto curso, entre deje mis cosas en el escritorio y los jovencitos al verme se quedaron parados y saludaron
—Buenos días, profesor —y conteste muy serio —Buenos días, siéntense por favor
Había un papel blanco en una carpeta abierta con nombres allí, la agarre y vi que era la lista de alumnos, la deje a un lado debía presentarme primero
—Bien alumnos, mi nombre es Albert Collins, seré su profesor de Literatura, mi pénsum será el mismo que debe estar en sus libros, así que no tendremos problemas, bien tomaré lista, pasé lista y me contestaban, los miraba para ir conociéndolos cuando dije
—Dianne Carter —y me di cuenta de que era la jovencita que me comía con la mirada y contesto
—Presente para lo que usted desee profesor —los demás soltaron una pequeña risilla y yo no hice gesto alguno, simplemente seguí con la lista y la vi sentarse cruzando los brazos, los que estaban alrededor se le reían.
Comencé mi clase parece que les gusto mi tono de voz y mi manera de enseñar que me di cuenta de que me atendían con mucha curiosidad y cuando hice algunas preguntas me contestaban muy bien, sonó el timbre y me despedí saliendo del aula, llegue al principio de la escalera y me fije que estaban todos fuera del curso observándome bajar las escaleras, no le di mucha importancia a eso, cuando terminé mi clase en otra aula era la hora del receso y subí donde estaba el salón de maestros, llegue al final de las escaleras estaba virando para caminar hacia el salón y sentí una nalgada leve, me di vuelta y bajaban muchos alumnos entre ellos la que me miraba aquella de nombre Dianne iba riéndose.
Me quedé con la incógnita de que fue adrede o fue casualidad de los empujones entre ellos para bajar y yo estaba muy cerca de ellos, seguí caminando y entre al salón de maestros había refrigerios, café, gaseosas, conversé con los demás maestros, me contaron que los alumnos son bien portados, no son como en las públicas que siempre tienes problemas.
Como no tenía la primera hora después del receso me quede asomado en la baranda, se veían alumnos en el patio creo que les tocaba educación física, estaba ensimismado mirando y se escuchó un bullicio era el sexto curso que bajaban muchos y otra vez sentí la palmeada en mi nalga, miré, pero había muchos y no podía culpar a nadie solo miré que se escuchaba una leve risita entre ellos
Llegaron al patio y se formaron cuando la vi que sus ojos brillaban mirándome, Dianne, sí era ella, no disimulaba siquiera, todos sus compañeros de clase se dieron cuenta, pues, las risitas seguían, me di vuelta y salí de allí fui a la biblioteca para entretenerme hasta que llegue la hora de mi próxima clase.
Sonó de nuevo el timbre y tomé rumbo al curso donde debía impartir mis clases, fue tranquilo el ambiente muy respetuosos e inteligentes, termino la hora, salí revisando una carpeta donde puse las listas, solo tenía que firmar el registro de salida e irme.
La profesora Emma Risker que impartía Matemáticas al verme se vino junto a mí y caminamos conversando amenamente hasta llegar al salón de profesores donde vi más colegas, nos saludamos y parece que les caí muy bien, estoy feliz aquí, hago lo que me gusta y el ambiente aquí es muy hermoso o eso era lo que yo creía... Ay, mamá
Jamás imaginé que al ejercer la vocación que más me gusta iba a conocer a la señorita calamidades, hasta ahora el ambiente está bien, me siento bien, pero lo que se me venía, nunca me lo esperé ni en sueños
Bien, pues, nos despedimos y comencé a bajar las escaleras, al llegar al último escalón vi unos zapatos deportivos blancos junto a mí y la famosa nalgada de nuevo, me enderecé para ver y no había nadie observe alrededor y solo vi a una persona corriendo con uniforme de gimnasia hacia los baños, había unos asientos de mármol casi frente a ellos y me senté allí creyendo en mi inocencia que descubriría al acosador de mis nalgas, pero que equivocado que estaba cuando se abrieron las puertas de los baños salieron montones de alumnos vestidos de uniforme normal de clases.Pasaron junto a mí saludando todos entre ellos la bella Dianne, pero si era ella no tenía pruebas además ni siquiera vi el rostro de quien me palmeo las nalgas, eso me lleno de impotencia suspire profundo y cerré mis párpados tratando de calmar mis nervios y sentí que alguien me beso en mis labios, fue tan rápido miré y solo estaban todos los alumnos de espaldas caminando hacia las escalerasMe levanté a observarlos, todos
Amaneció de nuevo, caramba que se me hace duro levantarme, pero el deber me llama así que a apresurarme, me bañe, me vestí, pero hoy voy más informal voy a ir con guayabera y pantalón negro, mis horas son todas en la mañana después de receso estoy libre, repase mis clases un momento y guarde todo para bajar con todo listo ya.—Albert, qué guapo estás hoy, estas para comerte papi rico, jajajaja —lo dije mirándome en el espejo mientras me acicalaba mi cabello.Desayune de manos de mi nana, me despedí y me fui rumbo al colegio iba muy tranquilo, pero en el semáforo en rojo sentí de nuevo una mirada que me hacía erizar mi nuca, mire a mi derecha y estaba al volante un hombre muy serio, pero conocido cuando mire en el asiento de atrás vi sonriendo y tirándome besos volados la alumna Dianne Carter y del asiento del pasajero también sentí una mirada curiosa y creo que era la madre que me sonreía mientras observaba a su hija sin decirle nada solo sonreía, desvié mi mirada al frente porque est
La primera hora me tocaba con sexto curso, qué genial, empezaría con ella, al entrar me percaté que no estaba sentada allí, así que empecé a tomar lista, cuando llegue a su nombre—Dianne Carter —nadie contesto y seguí antes de decir el último nombre, ella llegó y entro sin saludar y sin mi permiso para sentarse, le agarre del brazo, me miro enojada y cite—Señorita Dianne salga, toque la puerta, salude y pida permiso para entrarMe miró y se carcajeó fuerte y soltó en forma burlona—Mis padres son dueños de este colegio y es mío también, así que puedo entrar cuando me venga en gana —la deje terminar de hablar y la jalé fuera del aula diciendo—Sus padres son dueños de este colegio, usted no lo es, además debe saludar a su profesor cuando lo ve, es por educación y tercero llego tarde, así que usted no entra a mi clase, está expulsada —entre y cerré la puerta con seguro, afuera se escuchaban sus gritos—Ábrame la puerta profersorcillo de miércoles, este colegio es míoooo, ábrameeee idi
Salí del colegio y se me ocurrió visitar al padre de la revoltosa, me dirigí hacia la clínica, tenía la dirección, deje el auto en el estacionamiento subí en el ascensor al abrirse me gusto el ambiente elegante dándole el toque del porqué son la mejor clínica del país, llegue a información y pregunte por el doctor Adam Carter, la chica me dijo donde estaba el consultorio y fui para allá, antes de llegar lo vi salir riéndose, sin embargo, al verme paso de largo solo saludando de la mano, eso me extraño lo seguí diciendo—Espere doctor Carter, soy el profesor de Dianne su hija —se dio vuelta y soltó una carcajada y expreso—Hola, soy Andrew Carter, hermano de Adam, Él está en el consultorio, disculpe la risa es que fue muy gracioso que me confundiera—Oh, es que son idénticos, cualquiera se confundiría —Me dio la mano, se despidió y se fue, yo camine hacia el consultorio y escuche gemidosMe quede parado afuera extrañado, eran gemidos, si eso era lo que escuche no estaba equivocado, pen
Bueno, es otro día más, me dio una corazonada y abrí mi laptop, entonces me di cuenta de que mi linda rebelde me acepto mi solicitud de amistad, vaya le gusto mi foto de adolescente y la información que está allí, que bien, entonces a mi regreso le escribiré para conversar y preguntarle especialmente sobre su" fastidioso profesor", pero ya es hora de irme, bah y justo hoy tengo todas las horas, qué cansado, pero el deber llama.Ya iba manejando, pero el semáforo se puso en rojo y a mi lado el auto de la otra vez y ella en la parte de atrás me hacía muecas me sacaba la lengua, cuando su padre me saludo con la mano y su esposa también, conteste el saludo y mi bella rebelde puso cara de fastidio, que risa me dio, la mire y me reí, más se enojó, cambio a verde y seguí mi camino llegué antes entre ya a la institución y me quede con la rectora conversando, ella pasó detrás de mí dándome un golpe con su mano en mis nalgas, sin embargo, esta vez le agarre la mano y la jale hacia mí y resople
Al verlo lo saludé cortésmente —Buenos días, doctor Carter — a lo cual me respondió de igual manera—Buenos días, profesor, bien vengo por la llamada suya señora rectora, quería saber para qué me citó, pero acabo de ver ese video y ya sé cuál es el motivo de mi presencia aquíSe sentó al lado de su hija que lo miraba aterrada y era porque su padre ni siquiera la miraba y escuché la voz de la rectora diciéndome—Profesor Collins, por favor, podría informarle lo sucedido hacia su persona al doctor —lo observé, estaba tan sereno, pero curioso, me miraba atento a lo que diría, así que comenté—Cuando llegó su señorita hija fue palmeándome el trasero y la señora rectora vio lo que sucedió y la castigo con que no salga a receso, sino que venga aquí para su castigo y después ocurrió lo que vio en el video y cuando la traía hacia acá me soltó palabras altisonantes contra mi persona, me dijo gorila, idiota, tonto de... mierdaEl doctor se levantó de repente observándola y dijo enojado—Tú está
El médico me reviso, me dijo que no tenía ninguna luxación o hueso roto, solo golpes y me receto analgésicos y antiinflamatorios para reducir los hematomas en mi cuerpo, me dio de alta en la noche, entonces asomo Clarisse diciendo—Albert te llevo a tu casa y te cuido hoy en la noche —Agradecí su ayuda y después escuché la voz de otra persona que dijo—Yo también voy Albert, dos personas que te cuiden será mejor —era Matteo, profesor de física y amigo, también le agradecí el gestoMe ayudaron a llegar hasta el auto Clarisse iba a manejar, Matteo se sentó a su lado y yo fui en la parte trasera de mi auto para recostarme un poco, pusieron canciones para ir cantando por el camino, hasta yo canté entre quejidos, pues, me dolían los golpes, paramos en una farmacia y Clarissa con Matteo compraron las medicinas y regresaron al auto rumbo a casa.Llegamos, me ayudaron a acostarme en mi cama, pero antes los analgésicos, después me bañé muy despacio, me puse mi pijama, me acosté muy despacio, c
NARRA LA REBELDE DIANNEJamás imaginé que este profesorcillo me cargara de esa manera para llevarme donde la rectora, pero me tomo de sorpresa ver el video, m****a y lo peor mi papá, justo mi papá carajo, en estas cosas es duro de carácter lo conozco me va a castigar y bien feo, no solo el celular la laptop, no solo eso nada más no, tengo miedo cuando regrese a casa y peor cuando mis padres regresen a casa, mi mamá le lleva el son a mi papá cuando se trata de castigos carajo, me olvidé de las cámaras y le dijo mis palabras exactas que lo amenacé.Llamé a Lucca quería darle una lección al profesorHola, LuccaHola, belleza ¿Cómo así me llamas muñeca?Lucca quiero pedirte un favorLo que mande la reinita bellaPuedes darle un susto a un profesor que me jode la vida¿Un susto muñequita?, ¿estás segura?Sí, pero eso nada más, cuando vaya al estacionamiento a irse en su autoPequeña y ¿cómo es Él?, no soy adivinoEspera te mando su foto lo reconocerás enseguidaAh, ya entonces vamos a esper