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PRIMER ROUND ENTRE PROFESOR Y ALUMNA

La primera hora me tocaba con sexto curso, qué genial, empezaría con ella, al entrar me percaté que no estaba sentada allí, así que empecé a tomar lista, cuando llegue a su nombre

—Dianne Carter —nadie contesto y seguí antes de decir el último nombre, ella llegó y entro sin saludar y sin mi permiso para sentarse, le agarre del brazo, me miro enojada y cite

—Señorita Dianne salga, toque la puerta, salude y pida permiso para entrar

Me miró y se carcajeó fuerte y soltó en forma burlona

—Mis padres son dueños de este colegio y es mío también, así que puedo entrar cuando me venga en gana —la deje terminar de hablar y la jalé fuera del aula diciendo

—Sus padres son dueños de este colegio, usted no lo es, además debe saludar a su profesor cuando lo ve, es por educación y tercero llego tarde, así que usted no entra a mi clase, está expulsada —entre y cerré la puerta con seguro, afuera se escuchaban sus gritos

—Ábrame la puerta profersorcillo de miércoles, este colegio es míoooo, ábrameeee idiotaaa, golpeo un sinnúmero de veces hasta que creo que se cansó, yo seguí dando mi cátedra, eran dos horas.

Narra Dianne

Me sacó, me botó de clase el muy estúpido, pero lo voy a acusar con la rectora ya va a ver quién soy yo, camine furiosa hasta el rectorado y no estaba ella allí, que rabia, fui a buscarla no estaba en ningún sitio y la portera me indico que salió a hacer unas diligencias así que me toco quedarme sentada en las bancas del patio, estaba furiosa, qué se creerá este profesor de m****a, pero yo no me voy a dejar, esto es mío también y que lo salude ¿por qué tengo que saludarlo?, acaso es muy importante o qué, pero ya va a ver conmigo no va a poder

Narra Albert

Primer round ganado, no la deje salirse con la suya, debe estar furiosa, pero debe aprender a ser respetuosa con sus profesores y no ser tan arrogante, pero de ser hermosa lo es, sin embargo, no voy a dejar que me ilusione con eso, no señor, de que le enseño a ser obediente lo hago o no me llamo Albert Collins

Terminaron las dos horas y salí del salón de clases, afuera me esperaba una furibunda alumna resabiada, malcriada, mimada, arrogante, que apenas me vio salir, se me aventó gritándome

—Qué se ha creído usted, no sabe con quién se ha metido, lo voy a hacer sacar del colegio

Solo la observe y conteste su repertorio de palabras mirándola de frente y muy serio

—Señorita Dianne, usted no es nadie para sacarme de este colegio y sí, me creo que soy su profesor y por educación debe saludarme como lo hacen todos los demás alumnos y la hora de entrada es para todos, usted no tiene corona de oro para querer entrar al aula cuando le dé la gana, además tiene desde ya dos puntos menos por faltarle el respeto a su profesor, adiós

Caminé muy lento con una sonrisa en mis labios, se quedó callada, no replicó nada de nada, llegue al otro curso y entre, todos los alumnos se pararon y saludaron apenas di dos pasos para adentro escuche unas risas que venían del curso de al lado donde ella entró y yo acababa de salir.

Tranquilo impartí mi clase deje unas tareas y me despedí saliendo sin mirar hacia el aula de ella, camine y comencé a bajar las escaleras solo me faltaba un curso más y terminaba mis clases, llegue al último escalón y me dirigí al aula, sentí un fuerte empujón que casi me hace caer, mis libros y carpetas volaron hacia el suelo, escuché una sonora carcajada, alcé mi vista y era ella que corría hacia el rectorado y entro

Un alumno que salía al baño me ayudo a recoger todo le agradecí y fui al aula a terminar ya mis clases, me quede con el enojo del empujón, sé que lo hizo adrede y se burló la malcriada, pero el deber es primero así que me dediqué a enseñar, al tocar el timbre de término de clases y del receso salí y al llegar afuera la rectora me llamó la atención haciéndome señas de que me necesitaba y camine hacia allá, al entrar ella estaba sonriente sentada en un sillón mirándome con una sonrisita triunfante

La rectora me pidió que me siente, lo hice sin mirarla siquiera y comenzó a hablar

—Profesor Collins, aquí la alumna Carter lo acusa de haberla tratado mal, de expulsarla de clase sin justificación, ¿qué me dice sobre ello? —esperé que la rectora termine y solo saque el papel firmado del doctor Carter y se lo puse en sus manos

Ella al leerlo me observo muy seria, pero me di cuenta de un dejo de sonrisa que logro aplacar para que la rebelde alumna no se dé cuenta y yo solo dije

—Como se habrá fijado usted si existen motivos para mi decisión, primero llego tarde a clase, segundo no saludo a su profesor y tercero me faltó al respeto diciéndome que ella es la dueña del colegio y que puede hacer lo que le venga en gana, entonces  yo le respondí con la verdad, sus padres son los dueños no ella

La rectora se levantó y me devolvió el papel camino acercándose a mí y soltó

—Tiene toda la razón profesor Collins, en este colegio todos los alumnos tienen los mismos derechos y responsabilidades, así que alumna Carter, tiene dos puntos menos en la materia del profesor Collins y mañana deseo que venga un representante suyo y antes de entrar a clases quiero hablarle

Ella estaba furiosa al escucharla y yo sabía que no iba a aguantarse y grito

—¿Dos puntos?, pero si Él ya me bajó los dos puntos serían 4 puntos, pero... yo soy la genio de este colegio

—Señorita Carter, compostura, esos exabruptos son para la calle, debe respetar a sus superiores o si no le bajo puntos en aprovechamiento

Esa amenaza hizo que se callara, me levanté, me despedí de la rectora, pero pensaba ir al salón de maestros a tomar algún refrigerio antes de irme, así que subí las escaleras, sentí una brisa a mi lado y una amenaza de ella que me susurro en el oído

—Me las va a pagar profesor, me las va a pagar 

Lo que ella no esperaba es que le agarre del brazo, la atraje hacia mí, la miré fijo a sus ojos y le conteste

—La que no sabe con quién se ha metido es usted señorita Dianne, no me conoce nada, no sabe nada sobre mí, yo estoy dispuesto a enderezar este árbol torcido, cueste lo que me cueste... es una promesa —la solté me miro con un poco de miedo diría yo y se fue corriendo a su aula

Llegué al salón de profesores, estuve casi una hora disfrutando la comida y la compañía, hasta que me cansé y me fui, en el camino recordé su rostro cuando le dije de la promesa y me reí como loco, logré sacarla un poco de su arrogancia, Albert 1... Rebelde 0

Mi querida alumna rebelde le voy a hacer poner los pies sobre la tierra y que se baje de las nubes donde vive creyéndose el último vaso de agua en el desierto, le voy a demostrar que es solamente una más de mis alumnos si no le gusta allá ella, yo tengo el permiso de sus padres firmado para enderezarla y lo voy a lograr, sé que lo voy a hacer, aunque mi paciencia empiece a agotarse

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