POBRE ALBERT COLLINS

Al verlo lo saludé cortésmente —Buenos días, doctor Carter — a lo cual me respondió de igual manera

—Buenos días, profesor, bien vengo por la llamada suya señora rectora, quería saber para qué me citó, pero acabo de ver ese video y ya sé cuál es el motivo de mi presencia aquí

Se sentó al lado de su hija que lo miraba aterrada y era porque su padre ni siquiera la miraba y escuché la voz de la rectora diciéndome

—Profesor Collins, por favor, podría informarle lo sucedido hacia su persona al doctor —lo observé, estaba tan sereno, pero curioso, me miraba atento a lo que diría, así que comenté

—Cuando llegó su señorita hija fue palmeándome el trasero y la señora rectora vio lo que sucedió y la castigo con que no salga a receso, sino que venga aquí para su castigo y después ocurrió lo que vio en el video y cuando la traía hacia acá me soltó palabras altisonantes contra mi persona, me dijo gorila, idiota, tonto de... m****a

El doctor se levantó de repente observándola y dijo enojado

—Tú estás castigada, dame tu celular ahora mismo, la laptop solo para deberes del colegio frente a nosotros en la sala y cuando termines la dejas en la sala, además recibirás el castigo que te imponga tu profesor y la señora rectora, ¿entendido?

Nunca pensé ver esa mirada de miedo en la rebelde, no reclamo nada, solo dijo sollozando

—Sí, papá... toma el celular y... te obedeceré, cumpliré el castigo que me impongan

La verdad que estaba con la boca abierta mirando esa escena que nunca me imaginé ver, tan sumisa, tan respetuosa con su padre, su mirada baja como si las órdenes de su padre fueran algo que nunca jamás podría negarse y escuché que le ordeno

—Discúlpate con el profesor Collins por ser tan irrespetuosa con Él —ella se dirigió a mí

—Discúlpeme profesor por ser tan irrespetuosa con usted —solo la observe un momento, estaba con su mirada al suelo y vi caer gotas de lágrimas y conteste

—Esta disculpada señorita Carter, espero que esto no se repita — el doctor Carter me dio la mano despidiéndose y de la rectora y se fue

Dianne estaba muy callada sollozando y la rectora le ordeno regresar a clases que más tarde le diría su castigo a lo que ella se fue a su curso y a mí la rectora me comento que debería imponerle un castigo por su rebeldía y atrevimiento, ya que tenía el apoyo de su padre, me despedí de la rectora y retornaba a mi trabajo y me quede parado en la escalera recordando esa mirada de respeto de sumisión a su padre, llegue hasta el aula, ya estaba otro colega impartiendo su clase, le pedí permiso un momento para hablar con una alumna me lo permitió, entre, me dirigí al asiento donde estaba la rebelde Dianne y le dije

—Señorita Dianne para el lunes necesito un resumen del libro El Mío Cid, ese será la mitad de la nota del mes, espero su deber en mi escritorio el lunes —di la vuelta y salí de allí.

Fui donde me tocaba dar mis clases, al salir del último curso ya había sonado el timbre de salida cuando sentí que me toqueteaban el hombro, me di vuelta y oh sorpresa, era la rebelde que me dijo

—Disculpe profesor, pero ese libro es muy grueso, no creo que pueda hacer un resumen para el lunes —solo la observe y exprese

—Cuando se quiere se puede, dejando los vicios a un lado hay tiempo de sobra además ya sabe usted que es la mitad de la nota del mes, si no lo hace reprueba y no creo que a su padre le guste ver eso —ella me miró con odio, pero se fue a juntarse con otras amigas, la vi hablando por el celular de algún amigo que le presto, no le di importancia y fui al salón de maestros me quede un momento y salí para ir al estacionamiento

Llegué hasta mi auto, estaba metiendo la llave en la puerta cuando sentí un fuerte golpe en la cabeza y caí atontado al suelo, solo vi sombras que comenzaron a golpearme por todos lados, qué doloroso es esto, me patearon y escuche una voz que me parecía conocida que dijo asustada

—Lucca dijiste que no lo lastimarías, ¿estás loco?, lo dejaron malherido, idiotas solo quería que lo asustaran, m****a —después le contesto la voz de un joven

—Me gustas y nadie va a molestar a quien me gusta, te adoro muñeca —otra vez escuché esa voz —Déjame bruto, ojalá no nos vea

—Chiquilla mía, esta inconsciente no sabe no lo que le paso jajajaja —Yo abrí apenas los ojos y la vi era... Dianne forcejeando con un joven, después llego un alumno de su curso, creo que era Gliss y grito

—Dios mío, ¿qué pasó aquí?, el profesor Collins está golpeado... fuiste tú, ¿estás loco?, lárguense de aquí, amiga, vete para que no te comprometan en esto, es una agresión, lárguense, y después escuche a una mujer hablar asustada

—Albert, Dios mío, ¿qué te paso? Aló, por favor, una ambulancia, la dirección es...—no escuche más, me sumí en la oscuridad absoluta

Cuando desperté sentí dolores por todo mi cuerpo, me quejé un poco y vi que se me acercaron personas y eran... mis hermanos mayores preocupados

—Albert, ya despertaste, te agredieron, ¿viste quienes fueron? Nos dijeron que vieron corriendo a algunos saliendo del estacionamiento —lo decía Damián

—Esto no va a quedar impune, nadie te toca si no lo paga —dijo airado Carl estaba enojado, pero yo no quería comprometerla y solté

—No los vi bien... no sé quiénes fueron ellos — Pero Carl dijo

—Pedimos los videos del estacionamiento para ver los rostros de quienes te atacaron —yo no quería que vean a la rebelde, de todas maneras es una jovencita inexperta y conozco a mis hermanos, son muy vengativos, así que opte por decirles lo que pensaba hacer

—Hermanos, por favor...quisiera decirles algo... sé quién planeo esto, pero creo que se le salió de las manos, no hagan nada todavía, déjenme a mí solucionar esto

Mis hermanos se sobresaltaron diciendo —¿Qué dejemos nuestra venganza, hermano?, a ti nadie te toca, juramos protegerte, ¿quién es el que planeo esto, dinos Albert?, porque lo desollo, vivo

Amaba a mis hermanos, pero no quería que la dañen además la reputación de los Carter se dañaría y eso no quería tuve que suplicarles

—Por favor, déjenme solucionar a mí solo por favor, si veo que no puedo los llamo —ambos se miraron, me abrazaron y asintieron, pero Carl dijo al final

—Si vuelven a tratar de agredirte, no pararemos hasta culminar nuestra venganza.

Dijeron que más tarde regresarían para visitarme de nuevo y salieron, entonces entro Clarissa profesora de Química muy asustada y al verme me abrazo fuerte haciendo que me duelan los golpes

—Albert, pobrecito, te atacaron en el estacionamiento, cuando te vi, ay, mi Dios, llame a la ambulancia, creyeron que era robo, pero no era así tus pertenencias estaban allí, ¿viste quienes fueron? 

—La verdad no vi nada, solo sentí los golpes, ya me repondré, gracias por preocuparte Clarisse

—Por ti Albert haría lo que sea —me lo dijo depositando un beso en mi mejilla y se fue, me quede pensando que la escuche a la rebelde, ella planeó todo, sin embargo, dijo que solo debían asustarme, entonces la chiquilla es de armas tomar, bien, pues, despertó en mí al monstruo que le gusta hacer cumplir las órdenes al pie de la letra.

Miraba hacia el techo de la habitación de donde estaba, pensaba en que la chiquilla se atrevió a pedir que me asustaran porque la escuché reclamándole que eso no quería ella, que eso no le había pedido, le decía a ese hombre que estaba loco, en cambio, ese hombre le contestaba que por ella hacía cualquier cosa creo que está enamorado de ella y cuando alguien ama es capaz hasta de matar por el amor, pero no me voy a dejar amedrentar porque no voy a dar mi brazo a torcer, le cambio su rebeldía o no me llamo Albert Collins

Vaya señorita Dianne no sabe con quién se metió, me gano una batalla agrediéndome, pero lo que más tengo es paciencia para planear mi desquite, oh sí, vaya preparándose rebelde porque de mis manos no se escapa, Albert 2 rebelde 1

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo