Dalila.La siguiente vez que estuve consciente pude abrir mis ojos. Por el sonido de los pájaros, sería temprano por la mañana. Una mano descansaba firmemente sobre la mía: Mi madre.El pequeño Gabe se encontraba acurrucado en mi costado. Era agradable; traté de llamar la atención de mi madre sin despertar a mi hermanito.-Mamá, mamá…Mi madre despertó lentamente y me miró con una sonrisa acuosa. Sus ojos comenzaron a lagrimear.-Mi bebé. - Dijo y apretó mi mano antes de inclinarse y llorar un poco sobre mi cuello.- ¿Cómo te sientes?-Como si hubiera corrido un maratón y me hubiera roto el tobillo. – Dije con sinceridad y eso le sacó unas pequeñas risas. - ¿Cuánto tiempo llevo afuera?-Hoy es jueves. Has estado aquí desde el martes temprano por la tarde. Tus amigos están preparando un motín para que los dejen pasar. - Dijo con diversión. - Y hay una pequeña niña que ha estado preguntando por ti. Estoy muy orgullosa, cachorra.-Oh, bueno, ya sabes. Tuve una gran mamá. – Le dije tímidam
Tía Martha llegó con una sonrisa y cinco de sus mejores batidos. No pude evitar llorar de felicidad, la amaba.-¡Pobre pequeña! Cuando recibí la llamada de Joce diciéndome que Damián iba a quedarse un par de horas en la clínica para recuperarse, me puse un poco histérica. No fue hasta después que me enteré de tu horrible clase y el desafortunado encuentro con esos salvajes. - Dijo gruñendo un poco.-¿Recuperarse? ¿Acaso le sucedió algo a Damián?- Dije confundida y preocupada terminando mi primer sorbo de malteada de cereza.-Estaba exhausto. En cuanto te entregó en brazos del Alfa Gabe colapsó de agotamiento. Fue él el que te trajo en brazos después de que te desmayaras. ¿No lo sabías?-Uh, no. He despertado apenas hace unas horas; como nadie me dijo que hubieran complicaciones o algo en torno a mi expedición por el bosque, asumí que todos regresaron bien. ¿Ya se encuentra mejor?- Pregunté preocupada-Si, tranquila. - Dijo dándome unos golpecitos suaves en mi mano libre de batido.- Es
Jacob.*¡Ya es suficiente, Kell! Me empujé para salir justo antes de que el chucho matara a Madison. Para este punto teníamos una audiencia considerable de personal médico que miraban horrorizados la escena. Me pasé una mano por el pelo sin importarme llenarme de sangre y luego miré hacia arriba para captar la atención de algunas enfermeras.-¡Necesito una camilla urgente! ¡Muévanse gente!A mi señal se apresuraron a trasladarla a la unidad de cuidados intensivos. Las heridas que provocó Kell eran bastante profundas y no me hubieran preocupado en otras circunstancias debido a nuestra curación acelerada; el problema es que parecía ser que le pasaba exactamente lo mismo que a Dalila: No se estaba curando.Mierda, mierda, mierda…*¡Espero que estés feliz, chucho! *De hecho, no lo estoy. Su muerte es la única cosa que traería felicidad a mi alma. Humano inútil, aprovechaste mi debilidad para… negarme mi… venganza…*¡¿Tú venganza?! Lo único que hizo Madison fue ofrecer su cuerpo. ¿En qué
Jacob.-¡Tú!- Dije acercándome a la silla en la que se encontraba Dalila - ¡Sabía que ibas a aprovechar cualquier oportunidad para aprovecharte de mi!-¿De qué hablas?- Preguntó con cara de inocencia. ¡Ja! Inocentes mis pompas.-¿Ahora resulta que no sabes?- Ella guardo silencio y solo me miró. Tenía la habilidad de hacerme enojar con una mirada- ¿Tengo que recordarte lo que hicimos? – Dije apretando los dientes.Me acerqué y luego la enjaulé con mis brazos para que pudiera ver de cerca cuan enojado estaba yo.-¿Qué… qué hicimos? He estado en la clínica los últimos días, ni siquiera te he visto. – Dijo susurrando. ¿Le afectaba mi presencia? Bien.-Bueno, de todas formas el daño ya está hecho. Quizá deberíamos repetirlo para aclarar tu memoria. No me quejo, de todas formas nuestro final iba a ser el mismo. - Dije cuando su aroma invadió mis fosas nasales y fue quitando poco a poco mi enfado.Lo que dije era cierto, de todas formas eso iba a ocurrir tarde o temprano y, si era honesto co
Jacob.Era increíble la cantidad de palabras por minuto que podía soltar Kell cuando estaba enojado. Entendía su molestia, pero aun así estaba exagerando.Dos horas después seguía despotricando; y yo que pensaba que si me quedaba callado durante su interacción con Dalila, el chucho estaría en las nubes feliz y se olvidaría de mi metida de pata lo suficiente como para que termináramos la misión y pudiera regresar a arrastrarme con Muse y con Dalila. No en ese orden, por supuesto.*Después me terminas de regañar chucho; en este momento me interesa más saber dónde mierda andabas mientras me volvía loco por pensar que de alguna manera te habías adueñado de mi forma humana.*Oh, eso. Estaba agotado; pasé parte de la noche destrozando la casa de Travis y la otra parte estuve despierto en los brazos de mi amada… en mi forma de lobo. Duh, luego te devolví tu cuerpo pero me quedé presente. Enseguida tuve que correr por horas para encontrar a mi precioso ángel. Tampoco es como si hubiéramos est
Jacob.¿Qué había pasado entre el martes y hoy? Esa era la pregunta del millón.Avanzamos por la carretera y cinco minutos antes de llegar a las coordenadas Damián detuvo el camión por completo. Bajamos y abrimos la parte trasera.-Chicos, iré por delante para evaluar la situación. Regresaré y haremos un plan; si algo saliese mal y los necesitara, estén al pendiente de mi aullido.-Si, Alfa.Me transformé de nuevo y Kell esbozó una sonrisa perruna anticipando la batalla.*Sigue el plan, chucho.*Tranquilo, humano. Yo no soy el idiota de esta relación. Seguiré el plan solo porque es bueno.Kell se apresuró y llegamos en dos minutos. No vimos nada cercano a la carretera así que fuimos a investigar. Algunos metros dentro del bosque se encontraba una especie de campamento. Había mucha actividad de lobos entrando y saliendo de carpas. Lo que más me llamó la atención fue un hombre encadenado a un poste cerca de una hoguera. No podía ver bien sus rasgos pero intuía que era Armado.Se escucha
Dalila.Entré a la habitación en la que se encontraban los cinco lobos envenenados y sonreí ampliamente al ver a Zebas despierto mirándome fijamente mientras me acercaba a su cama.-Hola, mi nombre es Dalila ¿Cómo te sientes?-Luna Dalila- dijo levantándose un poco de su posición y poniendo un puño en su corazón- Me encuentro... de hecho me siento mejor de lo que me he sentido en años.-Me alegra escuchar eso y uh, no soy la Luna de la manada. - Dije mirándolo un poco desconcertada.-¿No? Pero el Alfa Jacob acaba de...-Si bueno, estoy segura de que lo hace con muchas lobas. - dije sonrojándome un poco mientras lo interrumpía. - como sea, soy solo Dalila.-De acuerdo. - dijo nada convencido. Yo le sonreí y cambié de tema.-Uh, mira no sé cómo decirte esto, pero tuve que morderte. En tu mano en este momento tendrás una marca en forma de corona y seguramente ahora eres algo así como diez veces más fuerte de lo que eras antes...-¿Qué?- dijo confundido mientras se miraba ambas manos y re
Dalila.*Despierta humana, necesitamos comer algo si vamos a sanar un número incierto de lobos.*No quiero...*¿Y de dónde supones que saque energía entonces?*Eres muy mandona.Abrí mis ojos lentamente, no quería despertar. Estaba bastante cómoda, aunque ciertamente no era el mejor sueño que había tenido.*No, ese solo lo hemos conseguido cuando Kell duerme junto a nosotras. ¿No es extraño?*Tal vez nos gusta su pelaje, es suave y huele bonito.*Puede ser eso. Cuando vayamos a Europa hay que asegurarnos de comprar un oso de peluche o lo que sea.*O nos podemos llevar a Kell.*Ojalá, pero dudo que Jacob suelte su puesto de Alfa. Grayson dirá lo que quiera, pero dudo que sepa que Jacob es un idiota sediento de poder .*¿Crees que le interese tanto el poder?*Desde que sabe que somos Alfa se ha comportado extraño. Siento que nos ve como amenaza, sino ¿Por qué estaría tan feliz por dictar nuestra sentencia de muerte?*Ese es un excelente punto.*Además, es obvio que más de la mitad del c