Jacob.Los pájaros y los bichos de todo el lugar se volvieron locos. No me importaba ya que no nos atacaban a nuestro alegre grupo o a mí. Éramos fáciles de identificar ya que nuestros pelajes no podían confundirse con los lobos enemigos que se notaba que no habían tomado un baño en un tiempo.Comencé a buscar con la mirada a una pequeña loba de tonos rojizos y dorados espero no la vi en ningún lado. Tomé a los cachorros que se aferraban a la pierna de algún desgraciado y lo rematé antes de subirlos a mis hombros.-¡No! ¡Ese todavía se mueve! - Dijo enfurruñado el cachorro.-¿Tío peludo, puedo morder al que está allá? - Dijo una de las cachorras señalando en dirección a donde estaba su padre pateando el culo de tres lobos. El lobo al que se refería la pequeña era uno que claramente iba a atacar por la espalda a su padre.-De acuerdo, pero solo un muslo y luego regresas corriendo aquí-. Dije distraído mientras seguía con mi búsqueda.-¡Si! - Dijo el pequeño petardo y desapareció en do
Dalila.*¡Despierta! ¡Humana, necesito que despiertes!No sabía cuánto tiempo Diana estuvo llamándome a gritos, pero con cada uno de ellos me sentía más como yo misma. Al menos esperaba que Clara no se hubiera lastimado cuando la arrojé del camión y yo quedara inconsciente de nuevo. ¿Por qué cada vez que veo a Jacob termino inconsciente? No me había pasado en cuatro jodidos años.*¡No es momento de pensar en eso! ¡Espabila! Ya no estamos en el camión.La primera vez que había abierto los ojos fue cuando me di cuenta de que estaba en una habitación oscura atada de manos y pies con una muy preocupada Clara llamándome suavemente.-¿Dalila? ¿Me escuchas?-Si, más bajo por favor, me duele el cerebro. - Dije incorporándome. ¿Dónde estamos?-En un camión en el estacionamiento en la entrada de la Villa. - Dijo con voz enojada. - Di un vistazo a fuera cuando te tiraron aquí conmigo.-De acuerdo. - Dije despejando la neblina de mi cerebro- ¿Por qué no te has desatado? -Pregunté curiosa. Estas c
Jacob.Pudimos que alcanzar a los cachorros en el aeropuerto.Dejé a Clara y a Jeremiah con el grupo que regresaba a la manada mientras Carl y yo nos quedábamos en este continente porque no cesaría en dejar de buscar a Dalila.Carl se quedó para revisar conmigo las nuevas noticias. Resulta ser que Jeremiah nos informó cuando robamos un vehículo que los movimientos de esta semana para la "séptima manada" eran en las otras propiedades que Kell le había devuelto a Carl. Suponíamos que Xavier les había dado carta blanca para que pudieran esconderse, vivir o cualquier mierda en sus múltiples viñedos y Villas localizadas por toda Italia.Antes de mandarlo de vuelta a casa, Jeremiah nos hizo una lista aproximada de los movimientos de este pequeño ejército de lobos sin ley así como también nos contó una interesante historia.David, el maldito bastardo loco y su hijo infectaron de ideas absurdas a varias manadas. Empezaron atacando con fuerza bruta a las manadas débiles y luego contaminando la
Kell.El humano había estado todo el día buscando en las propiedades el ex cachorro del consejo sin éxito. No me sorprendía, era un idiota pero almacenaba la pequeña esperanza de que encontráramos a mi tierno amor en alguna de las casuchas.Piensa Kell. Eres el más fuerte, eres el más de inteligente, eres el jodido mejor lobo del mundo, debe haber algo que puedas hacer para encontrarla…-¿Eso te sirve?- Preguntó una voz detrás de mi y casi me orino del susto.-¡Mierda! Debo ponerte una campanilla o algo- Dije mirando a la cosa que em observaba curioso.- Nunca te acerques así porque es… molesto.Me ignoró.-¿Tienes que darte un discurso motivacional siempre para enfrentar y resolver los problemas?- Preguntó inclinando la cabeza en cámara lenta y mentiría si dijera que eso no era escalofriante como la mierda. Era como la versión lobuna de la niña del aro- No es de extrañar que hayamos perdido a nuestra pareja por cuatro años.-¡¿Qué mierda sabes tú?!- Dije exasperado- Solo has estado ci
Dalila.Fui sacada con rudeza de mi celda.Durante los últimos días me había entrenado a las lobas lo mejor que podía dada las circunstancias. Gracias a los poderes que les di, me habían ayudado a hacer agujeros por las paredes que me permitieron el acceso a al menos 12 celdas. Sabía que había muchas más debido a los gritos y llantos que se escuchaban a todas horas. Mi corazón se desmoronaba cada que una nueva voz se unía a las suplicas de piedad.El único miedo que tuvimos Diana y yo fue que alguna de las lobas a las que les dimos una marca, sin querer no midiera su fuerza y matara al lobo en turno. Ninguna hablaba de ello, pero sabíamos para qué se les llevaban de los cuartos cuando los gritos comenzaban y cuando regresaban con sangre entre los muslos.Nuestra furia solo se alimentaba cada día.Las lobas del cuarto en donde me tenían, hábilmente hicieron una fila detrás de mi.*¿Ya es hora, ángel mío?*Aún no. Ahora me están llevando al área comunal. ¿Puedes sentir mi ubicación exac
Vi su cuerpo caer.Aunque Diana y yo tratamos de alcanzarla, no llegamos a tiempo.El cuerpo de Sara estaba en ángulos extraños en medio del claro del bosque. Corrí y patiné para detenerme y comenzar a arreglar su cuerpo. Acomodé su brazo derecho y pierna izquierda ante su grito de dolor; estaba por arreglar su cadera y morderla cuando una maldita lluvia de dardos paralizantes nos cayó encima.Supuse que el maldito Diego me había visto.Mi cuerpo cayó a centímetros de ella; cerca pero no lo suficiente.-¡Sara! Necesito que hagas un esfuerzo y te muevas hasta mi boca- Dije en cuanto mis miembros inferiores dejaron de responderme.-Duele...- Dijo con un largo gemido- Moriré ¿No es así?-¡No! Solo tienes que moverte un poco hacia mí y yo te curaré. -Dije tratando de hacer que mi cuerpo respondiera.Ella lo intentó, y no solo era su dolor el que impedía que se moviera, sino también un dardo paralizante que tenía en la pierna.El dedo de su mano izquierda entró en contacto con mi mano, per
Jacob. *¿Ya es hora, ángel mío? *Aún no. Ahora me están llevando al área comunal. ¿Puedes sentir mi ubicación exacta? *Si, mi dulce amor. *Bien, en cuanto te de la señal, por favor sé la distracción. El chucho y la cosa escalofriante llamada Khoom me habían hecho la ley del hielo por horas y si no fuera porque ambos eran útiles para recuperar a mi compañera, los habría mandado a la m****a desde antes. *¿El humanito está enojado porque nadie pregunta su opinión? Jódete, idiota, ya has hecho mucho en estos años. *¡No he hecho nada! *Exactamente mi punto. Ahora calla y sube más rápido. ¿Cómo es que me había dejado convencer de este plan demente? Aun me lo debatía. Más temprano, Kell y Khoom habían tenido la idea de hacer una “Gran Entrada” para demostrar que eran los lobos más poderosos del mundo. Para mi era una ridiculez pero me dijeron que o cooperaba o me metían en el agujero, lo que sea que eso signifique. No quise arriesgarme, así que me encontraba subiendo un maldito edi
Dalila.Las escaleras parecían infinitas y con cada nuevo paso que daba, los escalofríos se volvían más fuertes. Quizá no había sido tan buena idea dejarme atrapar; aquí no podía romper un jodido muro sin estar sepultada en segundos por un montón de arena.*Concuerdo. No estábamos en nuestro mejor momento.*¿Ya pudiste sentir al idiota, a Kell o a … Khoom?*No hay rastro. He intentado ponerme en contacto a través del vínculo de pareja, pero es como si hubieran desaparecido. Estoy comenzando a preocuparme.Cuando por fin terminaron las escaleras me encontré al inicio de un pasillo muy bien iluminado aunque algo estrecho. Giré mi cabeza levemente hacia atrás y le arqueé una ceja a Brianna.- No te preocupes, pronto conocerás muy bien este lugar. Camina, te daré instrucciones.- Dijo empujando mi hombro con rudeza.Me guardé mi gruñido de advertencia y continué caminando.A los costados se encontraban cuartos con cristales de vidrio en los que se veían lobas desnudas sentadas o acostadas