Capítulo 3
"Está bien", contesté con calma y colgué rápido la llamada para evitar que Caden protestara.

"¡Voy contigo! ¡Ya verá de lo que soy capaz!", exclamó Caden mientras golpeaba la pared, furioso.

"No es necesario, Caden. Sé que lo haces con buenas intenciones, pero los sentimientos no se pueden forzar", respondí, intentando calmarlo. No quería que por mi culpa se arruinara la relación entre los dos hermanos.

"Pero tu salud...", replicó él con una mirada preocupada antes de ceder, "bueno, te prometo que no me pelearé con él, pero déjame ir contigo".

"Está bien, acepté al final.

Al llegar nos encontramos con que Drake no estaba solo, pues Aeris estaba a su lado. Se miraban con cariño mientras conversaban en voz baja, con el brazo de Drake firmemente alrededor de la cintura de ella. Verlos así fue como una puñalada en el corazón, ya que Drake jamás me había mostrado tal ternura en estos tres años.

Cuando nos vio entrar, Drake pareció sorprendido. "Caden, ¿qué haces aquí con Lyra?"

"¿Cómo puedes tratarla así?", replicó Caden.

"Ah, entonces, ¿fuiste a buscar a Caden para que te defendiera, verdad?", dijo Drake, lanzándome una mirada de desdén.

Antes de que pudiera responder, Caden se me adelantó: "Vine por mi cuenta".

Luego, suavizando su tono, añadió: "Drake, piénsalo bien. En estos tres años, Lyra ha hecho mucho por la manada. Todos la respetan, y ella te ama de verdad. ¿No te das cuenta?"

Drake frunció el ceño y apartó la mirada, mientras Aeris le acariciaba el pecho suavemente y le dijo a Caden con una sonrisa: "Estoy segura de que Lyra es una buena Luna, pero no puedes forzar los sentimientos. Siempre he sido la verdadera compañera de Drake. Nos amamos, y este vínculo que tenemos es algo que no se puede resistir".

Preguntó Caden: "Si de verdad amabas a mi hermano, ¿por qué lo dejaste entonces?"

La expresión de Drake se oscureció de inmediato. "¡Cállate! No dejaré que nadie hable mal de Aeris. Ella no me habría dejado si los padres de Lyra no la hubieran obligado", dijo con furia.

"Eso no es verdad. Lo que pasó fue que...", Caden dijo perdiendo la paciencia, pero lo detuve tirando de su brazo.

"Fue mi culpa... Ya no tiene caso seguir peleando. Voy a recoger mis cosas y me mudo hoy mismo", mirando a Aeris, agregué, "te devuelvo a Drake. Ya no volveré a molestarlos".

Me dirigí hacia mi habitación con Caden siguiéndome los pasos. Durante todos estos años, Drake y yo habíamos dormido en habitaciones separadas. Solo venía para satisfacer sus deseos en encuentros fríos y mecánicos que no significaban nada.

Empaqué algo de ropa y una toalla, ya que planeaba quedarme en el hospital durante los próximos días.

"Pueden tirar el resto", dije al salir al pasillo, "todo lo demás no importa ya".

La expresión de Drake se ensombreció con una pizca de culpa, pero pronto recuperó la compostura y dijo: "No te hagas la víctima. La que de verdad la pasó mal fue Aeris, que anduvo sola durante tres años".

Como no respondí, suavizó un poco el tono. "Te compré un apartamento nuevo. Con esto estamos a mano ahora", ofreció, extendiéndome una llave.

"No es necesario", respondí mientras seguía caminando hacia la salida.

"Drake, ¿en serio vas a echar a Lyra así nomás?", preguntó Caden detrás de mí.

"Caden, esto es entre ella y yo. No te metas", replicó Drake con frialdad.

"Tranquilo, Caden. Yo me encargo de hacer feliz a tu hermano", intervino Aeris con voz dulce.

"¿Ah sí? ¿Tú crees?", le lanzó Caden una mirada despectiva. "Te arrepentirás de esto", agregó antes de salir tras de mí.

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