Mara partió lentamente, ya que con su pie no era mucho lo que podía avanzar, al pasar frente la enfermería, nota que se encontraba allí uno de lo que andaban en la camioneta, él cual al verla le sonríe. Ella lo saluda y prosigue con su trayecto lentamente, cuando por fin logra subir las escaleras empezando a transitar por el pasillo central, en donde estaban las oficinas del personal de supervisión se encuentra con una de las elegidas quien estaba sentada y en silencio. Esta al ver a Mara, rengueando con sorpresa la saluda y hace un lugar para que se sentara a su lado.La oficina en cuestión era con paredes de vidrio, por lo que podía verse a la muchacha que estaban entrevistando, esta estaba de pie junto a los bombones y el jefe de sección. Este hace una seña y la mujer que, estaba junto a Mara se coloca de pie y se dirige hacia la oficina, la que estaba dentro sale y al pasar junto a Mara esta le pregunta que se había tratado, la respuesta fue tan corta como la entrevista que tuvo l
-Nos veremos pronto querida y por favor deja de caminar. A por cierto, todo tiene solución. Absolutamente todo, mas aun cuando tu estas involucrada.-Ah... -no podía creer que fuese tan atractivo y que estuviese inclinado hablándole, aunque no entendiere muy bien a que se refería y ese aroma. Que me esta pasando????-¿Estas bien?-dijo este con una amplia sonrisa en su rostro.-Si... gracias por preguntar-en ese momento no sentía ningún dolor, solo podía pensar en la suerte de la que fuera su esposa y como la envidiaba de tener para ella ese bello ejemplar masculino.-Hasta luego entonces-dijo este colocando sus manos encima de las de Mara y levantándose, para finalmente besarle la mano derecha.-Esta no me la lavo mas-pensó Mara, antes que una serie de imágenes vuelvan a apoderarse de ella.El entrevistador se retiro de la oficina dejando la puerta abierta, Mara aun continuaba en las nubes, cautivada por aquel extraño y nuevamente emite un suspiro, pudiendo escuchar los pasos de él al
Fue allí cuando a Mara se le corto la respiración del impacto de las palabras que escucho por boca del bombón, no entendía como había escuchado si todo lo pensó y nada dijo, nada a no ser que ahora pensara en voz alta y eso si que era un gran problema pensó.-¿Es que todavía no te das cuenta?-dijo la voz en su interior.-Cariño... -dijo el bombón a quien Mara lo miraba sin pestañar.-A no... -pensó Mara-esto es el colmo, ahora no tengo excusas-y un tanto molesta le pregunta.-Perdón... ¿pero como me llamó?-entonces el bombón se rió y son decir nada le ofreció la taza de café, cuando esta la tomó, el bombón roza su mano con la de ella, esto provoco en Mara un nuevo escalofrió, entonces el bombón, le toma la taza, la coloca encima del escritorio y con una dulzura asombrosa en sus palabras le pregunta a Mara:-¿Te sientes bien cariño?Al notar que esta no respondía y que su rostro estaba pálido él le volvió a preguntar, ahora un tanto preocupado.-¿Mara te sientes bien?-fue tanta la deli
Esta no tuvo ni el valor ni la fuerza para discutir con él, solo se levantó siendo ayudada por él y dificultosamente sale camino a la puerta, todo esto bajo la atenta mirada del bombón. Cuando Mara llega a la puerta e intenta abrirla, él bombón coloca su mano en esta impidiendo que Mara saliera.-Espera Mara... aún no te vayas tenemos que hablar-y comenzó a acercarse a esta con una mirada burlona y su sonrisa juguetona.-Señor, yo no lo conozco y tampoco tenemos tanta confianza para que haya ocurrido lo que aquí ocurrió, además yo no tengo nada que hablar con usted y ahora déjeme salir que debo seguir trabajando-no fue capaz de mirarlo a los ojos y solo espero.-Esta bien, como tu quieras-dijo él, agregando-ya habrá otra oportunidad. A la manera dificil sera.-No lo creo-dijo ella pensando que era un bombón bastante porfiado.-Ammos es mi nombre, ni señor, ni mucho menos bombón-dijo este sonriendo y abriéndole la puerta-además la porfiada eres tu... nos vemos luego cariño.-No lo creo
Luego de esto Mara se despide de sus compañeras, quedando en juntarse para la fiesta aniversario y así tomar unas cervezas para no perder la costumbre, si el tiempo y su pie la dejaban.Cuando llegó a los casilleros, sin poder quitarse al bombón de la cabeza y mucho menos al otro que la sometía sin siquiera protestar como lo había hecho con el bombón.Solo deseaba que todo terminase tan rápido como había ocurrido y despertar finalmente de aquella pesadilla. No podía olvidarse del beso, ni mucho menos que cada vez que la besaron aparecieron aquella imágenes, las cuales eran como si ella la hubiese vivido antes, como si en el fondo comenzara a recordar cosas que jamás había vivido.... es imposible, se decía una y otra vez, esto me va dejar cada vez mas loca, aunque se que jamás los había visto se que los conozco, yo conozco a mi bombón y no por que te soñé.Por que todo tiene que ser tan raro, reflexionaba esta sentada en una banca, finalmente desiste de encontrar una explicación lógica
Por unos minutos ambos quedaron en completo silencio, Ammos esperaba la reacción de Mara sabiendo cual seria. Esta por otra parte estaba paralizada, no podía concebir que su bombón supiera lo que ella estaba pensando y no podía ser una casualidad, ya que no seria la primera vez que ocurría, el miedo la invadía cada vez mas en lo profundo de su ser, ya que no habría la posibilidad de escaparse de aquel hombre. No sabía que hacer, por unos minutos pensó que estaba todo tan confuso que tal vez todo era un malentendido, pero al mirar al bombón que estaba a su lado, viéndolo aun con los lentes oscuros puestos y con esa imagen tan perfecta que este tenía, una vez cayo en cuenta de lo atractivo que era y que en vez de estar preocupada debía estar feliz.-Lo siento-dijo Mara al bombón-he sido muy grosera con usted.-Hey... -dijo la voz en su cabeza.-Ah no... Acá me bajo yo-dijo esta tratando de bajarse del vehículo, pero siendo sujetada por el brazo por el bombón. Volviendo a escuchar en su
Una vez llegaron a la pensión y el auto se detuvo, sin esperar al bombón Mara se bajo del auto y se dirigió hacia la casa con toda naturalidad ella llegó hasta su habitación, aliviada que su bombón estaba en el auto y por un momento estaría lejos de él. Comienza a empacar sus pocas pertenencias, de manera muy prolija, cuando comienza a enrollar su saco de dormir nota que Ammos se hallaba sentado en la cama de Claudia mirándola y sin quitarse los lentes, con una vela azul en su mano.-Us... no puede estar aquí-dijo seriamente después de mirarlo por unos momentos pensando él lo bien que se veía su bombón y las ganas que tenía de tirarse encima de él, pero su pie lo impediría a no ser que él fuese el que se acercaba a ella, pensó divertida. Este sin dejar sonreír se coloca de pie y dirige hacia ella.-Dime cariño... ¿Por qué no puedo estar aquí?-este estaba enfrente de ella y aun con la vela en su mano.-Por que se prohíbe la entrada de hombres a la pensión, es una regla, además yo no lo
Mientras que el vehículo marchaba hacia el nuevo hogar de Mara, el movimiento en el puerto era inalterable, en la planta se habían quedado Claudia y Mariela, quienes se preguntaban si todo había sido una coincidencia. Al recordar la expresión en el rostro de Mara no podían evitar sentir pena y una gran duda por la suerte que esta estaría corriendo. Estaban seguras que apenas supieran en donde estaba viviendo la irían a visitar. Pero en su interior tanto una como la otra se lamentaban por no haber conocido más a Mara.-¿Mariela no te parece un poco raro el traslado de Mara?-pregunto Claudia.-No sé... ¿por qué lo dices?-Es raro que la hayan trasladado justo ahora, también esta lo de los nuevos dueños, va a vivir con ellos, que son los más extraños de todo este cuento.-No lo había pensado de esa manera Claudia.Ambas quedaron en silencio, trabajando, pensando resignadamente que tal vez, junto a los nuevos dueños sería su lugar, el correcto, sabían que lo merecería y que donde estuvier