**Después de meter todo en la mochila, caminé hasta el puente de Brooklyn, por donde pasa el East River y conecta con Manhattan, es muy alto, durante el curso pensé mucho en mi vida, a menudo tengo la sensación de que estoy estropeando la vida de los señores Stevens y que me estoy aprovechando de su amabilidad, no soy digno de su ayuda; hoy no puedo confiar en nadie más, me excluyo del mundo y siempre consigo convencer a los profesores para que me dejen hacer los deberes solo.
Doña Carmem no quiso decirme a dónde se fue Iuri, hace dos años que no tengo noticias de él, todos los días me carcome el corazón la culpa por las cosas que le dije, ni siquiera sé si lo volveré a ver, pero le pido a Dios que lo haga, realmente necesito disculparme.
Hoy sé que si hubiera valorado lo que él sentía, tal vez sería realmente feliz a su lado, sí, aunque aún es joven, era un hombre de verdad y el único que he conocido en mi vida, he aprendido a fingir una sonrisa de felicidad, pero es tan difícil sostenerlo, y cada día es peor. Sé que necesito mejorar, pero por dentro, cada día en mi cabeza martilleo lo inútil que soy, lo basura que soy, que no merezco nada bueno en la vida, sólo cosas que me duelen y me hacen llorar cada noche.
La carretera está muy transitada, tirarme delante de un coche sería muy doloroso, y esto podría arruinar y retrasar la vida de otras personas que no tienen nada que ver con mi desgraciada situación.
Respiro profundamente, me siento en la barandilla del puente que da al río y siento el viento que sopla en mi cara, es tranquilo, lástima que mi mente no sea así. Me siento turbada, atormentada y oscura. Recuerdo las palabras de mi madre, debería estar muerta, o mejor dicho, ni siquiera debería haber nacido. Me duele el pecho, no quiero vivir más, no quiero arruinar más la vida de nadie.
Del pequeño bolsillo de mi mochila saco un estilete y miro detenidamente su afilada punta, es posible ver un atisbo de mi reflejo, seguramente todos estarán mejor sin mí, mis padres ya no tendrán motivos para avergonzarse de mí y los Sres.
Sí, no tengo lugar en el mundo.
Con la mente completamente en blanco, ni siquiera necesito armarme de valor, me llevo el estilete a la muñeca y me hago un largo corte justo en el centro de la muñeca y hasta el antebrazo, no estoy segura de la profundidad, el dolor me quema, pero no me detengo. Siento la sangre caliente correr por mi antebrazo, ya no salen lágrimas de mis ojos, me tiemblan las piernas, me pongo de pie sobre mi guardaespaldas y veo el río fluir, el viento sopla haciendo bailar mi cabello, abro los brazos y acepto que por fin tendré paz. El sol se pone, y con él mi tristeza también. Sólo un paso... sólo un paso, levanto la pierna y cierro los ojos con fuerza, respiro profundamente por última vez, impulso mi cuerpo hacia adelante, pero en lugar de sentir el agua fría ahogándome y quemando mis pulmones, lo que siento es un corte que se abre en mi frente, abro los ojos, unas grandes manos masculinas rodean mi cintura, me levanto sobresaltada y mi cabeza da vueltas, mi visión se nubla y lo último que veo es un rostro conocido, el rostro de Leandro.**
- ¿Qué pretendes hacer ahora? - Salgo de mis cavilaciones con la voz de Leandro.
- Empezaré a trabajar a tiempo completo en la sede de la empresa Stevens, en el departamento de economía de la empresa - digo sonriendo, ahora ya no viviré con los señores Stevens - ¿Y tú?
- Voy a hacer un máster en contabilidad - responde sonriendo.
-Te espero en la empresa.
Hace dos años, cuando me salvó la vida, el Sr. Gustam le ofreció un trabajo en Stevens como forma de agradecimiento, él aceptó, pero dijo que sólo iría cuando terminara sus estudios y tuviera la capacidad de desempeñar el trabajo lo mejor posible.
No lo perdoné de inmediato, pero sólo me di cuenta de que estábamos en el mismo curso después de estos acontecimientos, estuve en la misma clase con él durante cuatro semestres y nunca noté su presencia. Solo empecé realmente el proceso de perdonarlo después de que él insistiera mucho, hasta el punto de hacer que los jefes de los profesores nos pusieran como pareja en las tareas, después de esto y de muchas conversaciones con la psicóloga, tardamos tres meses en ser amigos, y estoy feliz, hoy ya no me siento sola y no tan culpable como antes, puedo decir que estoy en una nueva etapa.
-¡Por fin te encontré! -aparece mi hermana mayor abrazándome- estoy muy orgullosa, has crecido mucho" dice con ojos emocionados.
-Gracias, hermanita -sonrío y ella me abraza fuerte.
Me puse en contacto con ella hace un año, se puso muy contenta y yo también, es el único fragmento que me queda de mi familia, no les ha dicho a nuestros padres que habla conmigo, sólo sabrán de mí mañana, cuando entre como empleada en la sede de la empresa Stevens, antes era becaria en una sucursal cercana, no quiero ni imaginar la cara que pondrán mis padres cuando me vean allí.
La señora Carmen aparece y saluda a mi hermana, que también la abraza.
- Cada día pareces más joven - dice sonriendo.
-Qué amable de tu parte - sonríe abiertamente -Qué pena que hayas llegado a tiempo para irte.
Ya son las dos y media de la mañana, a partir de hoy ya no viviré en casa del señor Stevens ni usaré su coche, seré independiente. El dinero que gané con las prácticas lo ahorré y me compré un apartamento con dos habitaciones, una suite, un gran salón y cocina y zona de servicio muy grande. no me dejaron rechazar el regalo y amueblaron el AP, fue perfecto. Ahora tengo un pequeño lugar que puedo llamar mío.
- Bueno, al menos podré veros esta noche, mañana estaré todo el día en el juzgado.
- Espero que ganes, como siempre - le sonrió y la abrazó una vez más a modo de despedida.
- Te daremos un último paseo - habla el señor Gustam sonriendo con orgullo.
Estoy de acuerdo y salimos del colegio. Estoy deseando que llegue el momento de demostrar que tengo valor.
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Las puertas de cristal se abren, son exactamente las siete y media de la mañana, en media hora la empresa entra en pleno funcionamiento, sé que todos los directivos ya están reunidos para conocer al nuevo empleado en el despacho del presidente, respiro profundamente. Con pasos firmes entro en la caja metálica y pulso el botón de la planta superior, en menos de cinco minutos se abren las puertas y doy el primer paso hacia otra nueva etapa.
No quería ningún puesto en el que tuviera que estar, y por ser una simple empleada no debería ser presentada a toda la dirección de la empresa, pero el señor Gustam ha insistido, quiere mostrar en qué se ha convertido su rechazada hija.
Siento que mi corazón late con fuerza, como si estuviera a punto de salirse del pecho, necesito mantenerme fría y centrada, no puedo flaquear. Inspirando profundamente por última vez, abro la gran puerta de cristal ahumado. Entro con la cabeza agachada, llevo una falda lápiz negra y una blusa social de color hielo, tacones de aguja negros y el pelo suelto que se me encrespa en el trasero. Levantando la cabeza, observo con satisfacción los ojos desorbitados e incrédulos de mis padres.
26/07/2026 - Cambridge, Massachusetts.[Visión de Iuri Stevens]- ¿Volverás a llamarme? - pregunta la morena de ojos verdes a la que ni siquiera le pregunté su nombre.Anoche fue mi última noche aquí, en media hora viajaré de vuelta a casa y asumiré la presidencia de la empresa, mis padres tendrán su jubilación soñada. Ya faltan siete años, ¿ha cambiado algo allí?-Creo que tu amigo te ha dicho que no me quedo con nadie más de una vez -digo con frialdad mientras pesco mi ropa extendida en el suelo.Cada vez que uno de ellos viene a preguntarme si le llamaré o quedaré de nuevo, me acuerdo de cuando tenía doce años. Pensaba que esa era la edad en la que todo el mundo perdía su "BV" (boca virgen). Había una chica en mi clase, se llamaba Marina, era la más guapa de sexto curso, tenía el pelo ri
- A mi casa -respondo cansada, lo único que quiero en ese momento es poner los pies en alto y dormir muy cómodamente.Siento su mano agarrando mi muslo, todo mi cuerpo se tensa al mismo tiempo.- ¡Relájate amor, cuando lleguemos a tu casa te haré ver estrellas!- ¿Qué quieres decir? - Pregunto, conteniéndome para no gritar.- Te vas a correr mucho en mi p.a.u." dice sonriendo y siento que se me revuelve el estómago.- No-No... ¡No vamos a tener sexo!- ¿Por qué no? - retira su mano de mi muslo, respiro aliviada.- Porque no quiero -respondo con firmeza.- ¿Así que tengo que aceptar un hijo que ni siquiera es mío, casarme contigo en quince días y no quieres ni regalarme una piriquita? O mejor aún, ya llevamos un mes saliendo y ni siquiera me has dado un beso con lengua. - me mira con incredulidad.- ¿
[ Visión de Aya Millenis]- ¿Por qué estás mirando así? - Interrogo a Luana y ella me mira con una mirada triste.- Ven conmigo.- ¿Hay algún problema? - Pregunto, pero algo me dice que es un problema, y uno grande.Ella suspira y se abraza a su propio cuerpo, esto sólo hace que la opresión en mi pecho aumente.- Tengo dos noticias Aya, y ninguna de ellas es buena, acento grave, eso me preocupa.- ¿Qué es?- Bueno - suspira y yo contengo la respiración - Primero quiero agradecerte todo tu esfuerzo y la donación constante que haces. Es gracias a usted, a su hermana y a mi marido que el orfanato no ha cerrado sus puertas todavía, sin embargo, compraron los locales del orfanato y bien.... Los niños serán reubicados en otros orfanatos de otras ciudades.No puedo oírte bien, siento que mis ojos arden,
[ Visión de Iuri Stevens]Al entrar en la casa, veo a mis padres abrazados de pie en medio del salón.- ¡Por fin ha vuelto mi chico! - mi padre me abraza con fuerza y yo le correspondo de la misma manera.Siete años lejos de aquí, de mis padres. Durante las vacaciones de un semestre a otro, me dedicaba a la academia y a aprender artes marciales. He trabajado mucho para mejorar físicamente y estoy contento con los resultados. Hoy me miro al espejo y me siento hermosa, aunque todavía me atormentan las palabras de Aya que insisten en martillar en mi cabeza día tras día.- Te has convertido en un hombre muy hermoso, hijo mío -mi madre también me abraza, la levanto del suelo por la cintura y doy vueltas con ella en brazos. Cómo la he echado de menos.- Eres aún más hermosa, madre - hablo y la dejo ir.- Los años nos han favorecido
[ Visión de Aya Millenis]- Espera Aya - oigo la voz de Leandro llamándome, pero antes de que se cierren las puertas del ascensor consigue entrar - ¿Qué te pasa para hacer esa escena, Aya?- No sabía que había vuelto... ¿Por qué no me lo dijiste? Sabes lo mucho que quería hablar con él.- Lo siento Aya, yo... Me estaba comiendo, también hice y dije muchas cosas con Iuri de las que me arrepiento, incluso pensé que me despediría por venganza.... I... Lo siento.- Ahora está hecho... Me avergoncé delante de toda la dirección de la empresa y lo que es peor... Delante de mis padres... Yo... - las lágrimas caen como cascadas sin que pueda controlarlas - Por qué tengo que ser tan idiota... I...Leandro me abraza, las puertas del ascensor se abren de nuevo, detenido ahora en el cuarto piso, donde está nuestro de
[ Visión de Carmen Stevens]- ¿En qué estás pensando? - pregunta mi marido.- ¿Fue realmente una buena idea ponerla allí? - Me lo pregunto, pero la pregunta es más para mí que para él.- Dejemos que el tiempo lo diga, cariño - toma mi mano, hasta el día de hoy, siempre que siento tu contacto, cálido, me siento la persona más feliz del mundo, el mejor hombre del mundo es el mío.Fue mi idea ponerla en la empresa, quería que Juliana viera cómo conquistaba las cosas, cómo superaba el abandono que sufría, sin embargo, después de un año y medio de ser una empleada modelo, empezó a salir con prácticamente todos los hombres de la empresa, incluso saliendo con compañeros. Nunca me cuestioné por qué empezó a actuar así porque es su vida, sin embargo, Iuri se fue pidiendo que la
[ Visión de Aya Millenis]- Aquí - mi hermana me da una taza de chocolate caliente.- Gracias - Tomo la taza.Hace dos horas que he vuelto del trabajo y me siento decaído, lo primero que hice al llegar fue llamar a mi hermana, vino inmediatamente y lo primero que hizo... Así es, me hizo tomar un baño, un baño frío. Ayudó, pero todavía me siento mal.- Venga, cuéntame qué ha pasado -se sienta a mi lado, también tomando chocolate caliente.Suspiro y aliso el borde de la taza, Iuri entra en mis pensamientos... Me dio una orden, sólo me dijo que me reuniera con él mañana para poder hablar, ¿qué pasará? Recordar lo grosero que fue conmigo me duele, pero no puedo sentir rabia, yo lo traté mucho peor en el pasado, ahora sé cómo se sintió cuando le hablé e hice esas cosas sin importar
[ Visión de Aya Millenis]¡Espeso, grueso, gruesoooo! ¡Qué enfado!Respiro profundamente, mi día de ayer fue malo, hoy será aún peor. Salgo del ascensor y me dirijo a mi antiguo escritorio, probablemente Leandro ya esté en su despacho, seguro que le resulta extraño que no esté esperando en la puerta con la agenda preparada, siempre llego diez minutos antes que él.Mi cerebro intenta a toda costa encontrar una lógica a lo sucedido, ¿por qué me eligió como secretaria? Aunque ya trabajo como secretaria, no tengo el mejor historial con él.Cálmate Aya, al menos ya sabes que no te vas a quedar sin trabajo. Sé que si me despidieran, no sería un problema encontrar otro trabajo, pero siempre me he dedicado a mi puesto como forma de agradecimiento por todo lo que han hecho por mí.- ¿Aya? - La voz de