- A mi casa -respondo cansada, lo único que quiero en ese momento es poner los pies en alto y dormir muy cómodamente.
Siento su mano agarrando mi muslo, todo mi cuerpo se tensa al mismo tiempo.
- ¡Relájate amor, cuando lleguemos a tu casa te haré ver estrellas!
- ¿Qué quieres decir? - Pregunto, conteniéndome para no gritar.
- Te vas a correr mucho en mi p.a.u." dice sonriendo y siento que se me revuelve el estómago.
- No-No... ¡No vamos a tener sexo!
- ¿Por qué no? - retira su mano de mi muslo, respiro aliviada.
- Porque no quiero -respondo con firmeza.
- ¿Así que tengo que aceptar un hijo que ni siquiera es mío, casarme contigo en quince días y no quieres ni regalarme una piriquita? O mejor aún, ya llevamos un mes saliendo y ni siquiera me has dado un beso con lengua. - me mira con incredulidad.
- ¿Su sueño no es tener una familia?
- ¡Quiero follar contigo!
Ahora soy yo la que tiene una mirada incrédula, las palabras de mi madre vuelven a mi mente, "sólo eres una zorra que se van a comer y a tirar", la ira se apodera de mi mente.
- Detén el coche - ordeno.
- ¿Qué es?
- Te dije que detuvieras el maldito coche, ¡déjalo ya! - Digo en voz alta y él frena bruscamente.
Abro la puerta y salgo, pero antes de cerrarla:
- Eres un hombre asqueroso, ¡ni siquiera deberías considerarte un hombre! - Doy un fuerte portazo."
Sacudo la cabeza para apartar esos recuerdos de mi mente, me siento desesperada.
- No te preocupes hermanita, lo encontraremos- ella habla con seguridad.
Sólo asiento con la cabeza, es como dicen, la esperanza es lo último que muere. Después de quince minutos aparco frente al orfanato y respiro profundamente, voy a matar el ansia del fin de semana lejos de ella.
Durante este año y medio, conocí a más de doscientos hombres, y entre ellos siete aceptaron casarse para adoptar a la niña, sin embargo, querían algo "más", antes de tiempo y aunque realmente quería adoptar a esta niña, no pude meterme en la cama con ninguno de ellos. De estos siete, cinco vinieron a conocer a mi niña, pero a ella no le gustó ninguno y se puso traviesa.
Después de quince minutos aparco delante del orfanato y respiro profundamente, voy a matar el ansia del fin de semana lejos de ella.
[ Visión de Leandro Silva]
- Leandro - Oigo la voz del señor Gustam y dejo de caminar, me vuelvo hacia él, no es común encontrarlo aquí.
- ¿Hay algún problema, señor? - Pregunto preocupado, ¿será que hubo algún error en los informes de mi sector? Imposible, Aya siempre comprueba todo.
- No, no, tú y Aya siempre hacéis un gran trabajo - me siento aliviado, luego continúa: - Es otra cosa.
- ¿Qué es?
- Mi hijo está volviendo de un viaje, por fin ha terminado sus estudios y ahora ocupará mi lugar como presidente de esta empresa.
Sus palabras pesan en mi mente, siento la culpa pesando en mi conciencia, nunca le pedí perdón a Iuri por las cosas que le dije e hice, pero quién iba a imaginar que acabaría trabajando para su padre y por consiguiente para él. No sé cómo me enfrentaré a él, pero espero que no me despida, en un solo año conseguí un puesto muy alto, ahora vivo bien y tengo mi propia casa y familia. Luana está embarazada de cuatro meses.
La mayoría de los recuerdos que tengo no son buenos, recuerdo que hace más de veinticinco años mi madre se casó con Carlos cuando yo tenía cinco años, mi padre había muerto en un accidente de coche, estaba borracho y chocó contra un poste, el coche explotó y murió en el acto, ni siquiera recuerdo su cara, lo único que recuerdo son las palizas que nos dio a mí y a mi madre. No dejó nada, y en apenas seis meses, mi madre conoció a su "marido", al principio era simpático, tenía unos cuarenta años más que mi madre, la trataba bien, pero después de que yo cumpliera doce años, se retiró y se convirtió en un viejo repugnante, no soportaba ni estar en su misma presencia.
Después de la muerte de mi padre, me convertí en un niño complicado que sólo se metía en problemas y se burlaba de la cara de los demás, la persona con la que más me metía era precisamente Iuri Stevens, el hijo de mi jefe. Con el paso del tiempo, practicando esas cosas me cansé, no voy a mentir diciendo que me convertí en un ejemplo de persona, hice algo con Aya que sé que nunca será perdonado, aunque ella me dijo que dejara el pasado donde está, en el pasado.
- Me alegro Sr. Stevens - Acabo tartamudeando, ¡qué demonios!
- Bueno, quiero que llegues mañana temprano y junto con los demás directores, anunciaré la llegada de mi hijo -habla con una enorme sonrisa, a pesar de todo estoy muy contento, sé lo mucho que el señor Gustam esperaba con ansias el regreso de su hijo.
- Eso está bien - sonrió amarillo, me temo. Pero si me despide, estará bien hecho para mí, nadie me dijo que fuera tan idiota.
Ah, esa m*****a pelota, aún recuerdo haber visto por primera vez el odio en los ojos de Iuri:
"Sin decir una sola palabra, Iuri se acerca a mí, levanta su mano con el puño cerrado y me da un golpe de derecha en la boca. Es mucho más bajo que yo, pero me lo merezco, así que no descuento y no defiendo, simplemente acepto el golpe.
- Eres una basura, una escoria, lo que hiciste en la vida de esa chica es imperdonable, ¡eres peor que la m****a! - la verdad duele, lo que dices es imperdonable.
- Lo sé.
Es todo lo que puedo decir" - la voz del Sr. Gustam me saca de mis pensamientos.
- Bueno, ya puedes irte - se da la vuelta y se marcha por donde ha venido.
Me dirijo a mi coche y, al entrar en él, saco el móvil del bolsillo de la chaqueta y tecleo el mensaje que notificará a todos, pulso adelante y el mensaje llega a todos los directivos informándoles de que deben estar todos en la empresa a las siete y media de la mañana. La presentación del nuevo presidente de la empresa durará media hora.
Respiro hondo, no voy a poder sacar a mi mujer a pasear, voy a estar comiéndome la ansiedad y el miedo hasta que llegue la hora de conocer a Iuri.
Miro mi reloj de pulsera y son las cinco de la tarde, ella sigue en el orfanato, compraré comida preparada para nosotros. Como hoy es el cumpleaños del niño de Aya, no debería llegar hasta las ocho de la tarde. Respiro profundamente, mañana será un día largo, me estaré comiendo la ansiedad y el miedo hasta que llegue la hora de rencontrarme con Iuri.
[ Visión de Aya Millenis]- ¿Por qué estás mirando así? - Interrogo a Luana y ella me mira con una mirada triste.- Ven conmigo.- ¿Hay algún problema? - Pregunto, pero algo me dice que es un problema, y uno grande.Ella suspira y se abraza a su propio cuerpo, esto sólo hace que la opresión en mi pecho aumente.- Tengo dos noticias Aya, y ninguna de ellas es buena, acento grave, eso me preocupa.- ¿Qué es?- Bueno - suspira y yo contengo la respiración - Primero quiero agradecerte todo tu esfuerzo y la donación constante que haces. Es gracias a usted, a su hermana y a mi marido que el orfanato no ha cerrado sus puertas todavía, sin embargo, compraron los locales del orfanato y bien.... Los niños serán reubicados en otros orfanatos de otras ciudades.No puedo oírte bien, siento que mis ojos arden,
[ Visión de Iuri Stevens]Al entrar en la casa, veo a mis padres abrazados de pie en medio del salón.- ¡Por fin ha vuelto mi chico! - mi padre me abraza con fuerza y yo le correspondo de la misma manera.Siete años lejos de aquí, de mis padres. Durante las vacaciones de un semestre a otro, me dedicaba a la academia y a aprender artes marciales. He trabajado mucho para mejorar físicamente y estoy contento con los resultados. Hoy me miro al espejo y me siento hermosa, aunque todavía me atormentan las palabras de Aya que insisten en martillar en mi cabeza día tras día.- Te has convertido en un hombre muy hermoso, hijo mío -mi madre también me abraza, la levanto del suelo por la cintura y doy vueltas con ella en brazos. Cómo la he echado de menos.- Eres aún más hermosa, madre - hablo y la dejo ir.- Los años nos han favorecido
[ Visión de Aya Millenis]- Espera Aya - oigo la voz de Leandro llamándome, pero antes de que se cierren las puertas del ascensor consigue entrar - ¿Qué te pasa para hacer esa escena, Aya?- No sabía que había vuelto... ¿Por qué no me lo dijiste? Sabes lo mucho que quería hablar con él.- Lo siento Aya, yo... Me estaba comiendo, también hice y dije muchas cosas con Iuri de las que me arrepiento, incluso pensé que me despediría por venganza.... I... Lo siento.- Ahora está hecho... Me avergoncé delante de toda la dirección de la empresa y lo que es peor... Delante de mis padres... Yo... - las lágrimas caen como cascadas sin que pueda controlarlas - Por qué tengo que ser tan idiota... I...Leandro me abraza, las puertas del ascensor se abren de nuevo, detenido ahora en el cuarto piso, donde está nuestro de
[ Visión de Carmen Stevens]- ¿En qué estás pensando? - pregunta mi marido.- ¿Fue realmente una buena idea ponerla allí? - Me lo pregunto, pero la pregunta es más para mí que para él.- Dejemos que el tiempo lo diga, cariño - toma mi mano, hasta el día de hoy, siempre que siento tu contacto, cálido, me siento la persona más feliz del mundo, el mejor hombre del mundo es el mío.Fue mi idea ponerla en la empresa, quería que Juliana viera cómo conquistaba las cosas, cómo superaba el abandono que sufría, sin embargo, después de un año y medio de ser una empleada modelo, empezó a salir con prácticamente todos los hombres de la empresa, incluso saliendo con compañeros. Nunca me cuestioné por qué empezó a actuar así porque es su vida, sin embargo, Iuri se fue pidiendo que la
[ Visión de Aya Millenis]- Aquí - mi hermana me da una taza de chocolate caliente.- Gracias - Tomo la taza.Hace dos horas que he vuelto del trabajo y me siento decaído, lo primero que hice al llegar fue llamar a mi hermana, vino inmediatamente y lo primero que hizo... Así es, me hizo tomar un baño, un baño frío. Ayudó, pero todavía me siento mal.- Venga, cuéntame qué ha pasado -se sienta a mi lado, también tomando chocolate caliente.Suspiro y aliso el borde de la taza, Iuri entra en mis pensamientos... Me dio una orden, sólo me dijo que me reuniera con él mañana para poder hablar, ¿qué pasará? Recordar lo grosero que fue conmigo me duele, pero no puedo sentir rabia, yo lo traté mucho peor en el pasado, ahora sé cómo se sintió cuando le hablé e hice esas cosas sin importar
[ Visión de Aya Millenis]¡Espeso, grueso, gruesoooo! ¡Qué enfado!Respiro profundamente, mi día de ayer fue malo, hoy será aún peor. Salgo del ascensor y me dirijo a mi antiguo escritorio, probablemente Leandro ya esté en su despacho, seguro que le resulta extraño que no esté esperando en la puerta con la agenda preparada, siempre llego diez minutos antes que él.Mi cerebro intenta a toda costa encontrar una lógica a lo sucedido, ¿por qué me eligió como secretaria? Aunque ya trabajo como secretaria, no tengo el mejor historial con él.Cálmate Aya, al menos ya sabes que no te vas a quedar sin trabajo. Sé que si me despidieran, no sería un problema encontrar otro trabajo, pero siempre me he dedicado a mi puesto como forma de agradecimiento por todo lo que han hecho por mí.- ¿Aya? - La voz de
[ Visión de Aya Millenis]A falta de cinco minutos para que termine el horario de oficina, me he pasado todo el día con el pie del estómago helado. Todo el día en la mezcla de tristeza y ansiedad. La imagen de mi pequeño me sigue poniendo muy triste, y lo que de momento me distrae de esta tristeza es la aprensión de cómo será a partir de ahora con Iuri. Es difícil de creer, después de todos estos años, siete largos años, por fin tendré una charla con él, le pediré perdón por todo lo que hice e intentaré explicarle por qué actué así, intentaré explicarle que ahora soy una persona totalmente diferente.Con todos estos años, después de haber sido salvado por Leandro, me arrepiento tanto de no haberle dado una oportunidad a Iuri en la época en que me quería. ¿Estaríamos jun
[Visión de Iuri Stevens]A veces me pregunto, ¿por qué la gente cambia tanto? Y en lugar de cambiar para mejor, el cambio es algo que nos decepciona.Tenía algunas expectativas para esta cena con Aya, quería empezar a poner en práctica mi plan para tenerla castigada en mi cama, quería haberle regalado mi mejor sonrisa y contarle lo que hice por ella, sin embargo, desde que sonrió al camarero, de una manera tan amable, una manera que nunca me sonrió a mí. Los celos surgieron en mi mente, y cuando empezó a hablar del pasado, de su pasión por Leandro y de que yo era el ogro malvado en su vida, una rabia tan grande quiso apoderarse de mí, que tuve que usar todo mi alto control para no explotar.Suspiro, me sentí estremecido cuando ella asumió que dejó un hijo allí, y que no lo cría porque no tiene marido. Es jodidamente hermosa, probablemente