Capitulo 1

29/05/2023 - Nueva York, Manhattan, East Village.

[ Visión de Aya Millenis]

Es imposible no emocionarse, en estos cuatro años que han pasado, han ocurrido tantas cosas.... Me avergüenzo de muchos de ellos, pero doy gracias a Dios por la gente que me rodea, especialmente por la señora Carmen y el señor Gustam, ellos son la razón por la que puedo estar aquí hoy.

Los numerosos flashes en nuestra dirección registran la entrega de trofeos, sostengo firmemente el diploma de graduación sobre mi cabeza mientras el Sr. Stevens me abraza. Aun queriendo dejarlo todo, gracias a mis amigos, hoy me he graduado en Economía. Mi sonrisa es enorme.

- Felicidades Aya - después de las fotos, Leandro viene a felicitarme. La señora Carmem y el señor Gustam fueron a saludar a los hijos de los demás empleados de la empresa.

- Gracias, felicidades a ti también - el abrazo.

La marca en mi muñeca me recuerda la estupidez que intenté hacerme hace unos dos años. Después de aceptar la ayuda de la familia Stevens, les pedí que no hablaran de mí a mis padres ni de que me estaban ayudando. No quería tener que enfrentarme a mi madre tan pronto, sé que tengo una madre rencorosa y venenosa. Las escenas de mi último baile están muy claras en mi memoria:

"- ¡Eres una zorra! - el grito de mi madre me hace llorar aún más, levanto mi mano a la cara y efectivamente está roja, arde mucho, nunca me había pegado tan fuerte.

- ¡No puedo creer que hayas hecho eso, Aya! - dice mi padre decepcionado y enfadado - ¡Te dije que no me mintieras!

- M-mamá, papá... - mi voz sale entrecortada por el llanto - Déjame explicarte, no... no fue así ....

- ¡Cállate! - ordena y me callo de inmediato -¡He sido claro contigo, Aya! ¡Has avergonzado a toda tu familia! ¡Eres una vergüenza para los Millenis! Su existencia...

- No, no, no... - Sacudo la cabeza frenéticamente en señal de negación, recibir un puñetazo en el estómago debe doler menos que escuchar eso.

- Me has humillado, has humillado a tu madre y a tu hermana, has deshonrado nuestro nombre....

- ¡Ya no es mi hija! - mi madre le corta y su discurso duele más que la bofetada que me han dado hace unos momentos.

- Madre por favor.... - Intento acercarme, no puedo soportar que me rechacen así.

- ¡No me toques! - sus manos me empujan, me caigo de los tacones y caigo de culo al suelo.

- A partir de hoy, ya no formas parte de nuestra familia, ¡te repudiamos! ¡Puta! - mi padre me señala con el dedo en la cara, las lágrimas se me atascan en la garganta - Te di lo mejor de lo mejor, y aun así no te lo pensaste dos veces antes de mentir y exponernos a la humillación pública, tirando nuestro nombre a la basura, ¡no eres nada para nosotros! Y ni siquiera vuelvas a mi casa, lo que creías tener allí no es tuyo, fuimos tu madre y yo quienes lo compramos y lo quemaremos, lo único que te llevarás es la ropa de tu cuerpo.

- ¡Ni siquiera se merece eso!

- No madre, por favor .... ¡Para! Para...

Por mucho que pregunte, el odio en los ojos de mi madre me atraviesa la piel como cuchillos afilados. Tira de los finos tirantes de su vestido desgarrándolos, intento detenerla pero recibo otra bofetada en la cara. Los gritos dan paso a los sollozos, y como si estuviera en llamas siento que la tela se desgarra, mis pechos quedan al descubierto, trato de cubrirlos a toda costa. La vergüenza que siento es muy grande.

- No vales ni un céntimo, ¡te hemos criado de la mejor manera posible! ¡Te criamos con lo mejor! Pero tú eres una p**a de quinta categoría, chupadora de escroto, a....

- Por favor, para... - aún con las rodillas temblando, me pongo de pie mientras sostengo las lágrimas para ocultar la desnudez de mis pechos - Esa no soy yo, por favor créeme... Yo-yo nunca haría nada para avergonzarte así, esa mujer del video no soy yo, por favor...

- ¡El suelo es su lugar! ¡Escoria asquerosa! - mi madre me empuja usando más fuerza que antes. El contacto de mi frente con el suelo dañado de la pista hace que la sangre corra por mi frente y el corte arda.

- Vamos, ya hemos perdido bastante tiempo en este agujero de m****a.

- No, por favor, no me hagas esto, créeme, por favor... - Sujeto el vestido de mi madre que me da una patada en la mano, me palpita la muñeca "* - Cierro los ojos con fuerza para ahuyentar estos recuerdos.

En mi mente, imaginaba que sólo la vería el día que entrara en la sede de la empresa, sin embargo, el mundo me la puso delante mucho antes, cuando salía de la universidad, los recuerdos hasta hoy me duelen, cada línea y expresión son extremadamente claras en mi memoria:

"Es el último día del otoño, el suelo está cubierto de hojas de muchos colores, la entrada del invierno estaba muy cerca. Respiro hondo, el cuarto semestre está siendo muy duro, aunque soy muy estudioso, incluso estaba teniendo dificultades en algunas asignaturas. Necesito aclarar mi mente. Decidí estudiar en un lugar diferente, quería respirar el aire fresco, así que decidí ir a la placita cercana al colegio, me senté en el banco de madera y saqué el libro y el cuaderno de la mochila junto con un bolígrafo, pero nada más abrir el libro en la página marcada, unos finos picos de tacones negros entran en mi campo de visión, alzo la cabeza y la mirada de mi madre destila asco en mi dirección.

- ¿Dónde has robado este libro? - habla con dureza.

No respondo nada, sólo bajo la cabeza, los recuerdos del día del baile me invaden y respiro profundamente.

- Por su vestimenta y la dirección en la que llegó aquí, vino del New York College, ¿cómo entró allí? Lo sé, te metiste en la cama con todos los de la junta directiva para conseguir un ferry, ¿verdad? Sólo podrías, por la forma en que eres...

- No tienes derecho a entrometerte en mi vida ni a hacer especulaciones erróneas sobre...

- La perra no tiene vida, sin vender tu cuerpo nunca podrías entrar ahí, ¿también te acuestas con los estudiantes para tener un lugar donde dormir? Eres un cerdo asqueroso, seguro que ya debes tener varias enfermedades de transmisión sexual.

Sin cabeza para escuchar, empiezo a guardar las cosas dentro de mi mochila, mejor volver a la residencia de los Stevens, pero ella se interpone en mi camino y tira todo al suelo, pisando poco después, arrugando el caro libro que me regaló Doña Carmen.

- Por qué... ¿Por qué has hecho eso? - Me arrodillo en el suelo cogiendo el libro de debajo de sus tacones.

- No eres digna de leer esos libros ni de pisar ese lugar, sólo eres una zorra que se folla a cualquiera y hace vídeos para exponerse delante de todo el mundo.

- ¡No hice nada de eso! -tartamudeo, la voz me tiembla y me levanto del suelo, abrazando el libro con fuerza sobre mis pechos.

Me arde la mejilla, otra vez, es la tercera vez que me pega, se me caen las lágrimas, me merezco esta bofetada, por mucho que me defienda, siempre seré derrotada por mi mente.

- Perteneces a un prostíbulo, limpiando el suelo con tu lengua. No eres más que una zorra inútil, no te atrevas a volver a aparecer delante de mí, deja de estropear el escenario con tu promiscua presencia.

Me da la espalda y empieza a alejarse, siento que me flaquean las rodillas, pero antes de que lleguen al suelo, se vuelve de nuevo hacia mí y me mira de arriba abajo, aunque no he hecho nada malo, me siento sucia ante sus ojos.

- ¡Deberías estar muerta! - sus palabras me duelen - O más bien, ni siquiera deberías haber nacido, entonces no estaríamos sometidos a la vergüenza de tenerte manchando el apellido Millenis.

Sus palabras me cortan, ya no puedo sostener el peso de mi cuerpo y me derrumbo en el suelo, una vez más las lágrimas caen densamente de mis ojos". - Sacudo la cabeza para alejar esos recuerdos, hoy no es el día para eso.

- ¿Y Luana? - pregunto mientras doy un sorbo al champán de mi copa.

- Está haciendo fotos con su madre", responde y señala en la dirección en la que se encuentra.

La veo sonreír para las cámaras mientras abraza a su madre. Me alegro por ella, me hice amigo de ella hace dos años, sé toda la lucha que tuvo para estar hoy aquí, al igual que Leandro. Hacen una pareja muy bonita, me alegro por ellos. A pesar del dolor de recordar lo que me hicieron, también me alegro por su transformación y por las amistades que llegaron a tener conmigo.

El día en que Leandro y yo nos reencontramos por primera vez después del baile, de alguna manera todavía me duele, y cada segundo de ese día está vivo en mi mente:

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo