Narra Alondra Ferreyra–Gracias Javy, me gustaría que vinieran al menos un fin de semana para hacer algo acá. El lugar es maravilloso. –Sí lo es, yo conozco Valle de Bravo ¿Recuerdas que te invité alguna ocasión a un evento de una de mis tías? –Sí recuerdo eso. Dile a tú tía que vuelva a invitarte y vienen con Julio Despreciado y si quieres también con Luis Miguel, así para verlos a todos.–Claro que sí Alondra, gracias por enviarnos la tarea, ya me ha llegado al correo.–Por nada Javy, me despido por ahora. Los llamaré mañana, los quiero mucho.–Nosotros a ti, mañana te llamamos cuando estemos juntos, para que saludes a todos. Te quiero Hermione.–Y yo a ti, Ron.Al colgar con mi amigo, entraron como por arte de magia David y Carmen quienes ya habían regresado del pueblo, la verdad, no se habían demorado prácticamente nada. Salí para ayudarles a meter las bolsas de lo que compraron y me sorprendí al ver que no trajeron nada consigo. David se acercó a mí con cara de niño regañado y
Narra David de MaríaNos quedamos mi princesa y yo viendo el horizonte ahí sentados en la paz que nos daba el lago y su inmensidad, más tarde comenzó a haber una amenaza de tormenta y volvimos a la cabaña. Por esa situación y debido a que anunciaron, que habría un pésimo clima durante dos días, ya no pude salir a comprarle las flores a mi madre, pero me surgió una excelente idea, gracias a Dios yo siempre he sido muy creativo. – ¿Qué se te ocurre mi amor? – me pregunta mi novia.–Pues vamos a preparar algo especial para ella.–Te ayudo en lo que sea, mi vida.–Gracias, preciosa.Alondra me quiso ayudar en lo que yo tenía en mente y ella se puso a adornar la cabaña en la parte de abajo, en especial la mesa que teníamos en el patio en la zona cubierta, en donde podíamos cenar y pasar el rato sin importar el clima de afuera. – ¿Quieres ayudarme en la cocina?–Por supuesto, quiero ser parte de la sorpresa para tu mamá.Alondra subió ya siendo casi de noche a llevarle un té a mi madre y
Narra David de María–Madre, dijeron que habrá una tormenta y que se extendería por unos días, hay un mal tiempo.Lo que más nos convenía era quedarnos aquí en la cabaña. Por lo menos la comida que teníamos, nos alcanzaba sin ningún problema. De todos modos, la tienda más próxima no quedaba tan lejos, así que nos podíamos arriesgar, para ir por provisiones. –Sí David, por eso es mejor que se cancelara tu asunto del viernes y así no tengo que preocuparme de que Alondra y tú, estén pasando peligros fuera de la casa.–Carmen tiene razón, además con esta cabaña tan hermosa que tienen, podemos hacer algo aquí los tres ¿Qué les parece que veamos películas? Con palomitas, refresco y todo – Propuso Alondra – Estaremos a salvo del mal tiempo y muy divertidos.–Alondra tiene razón hijo, todo es buscar alternativas y cuando se está con la gente que uno quiere,no hay obstáculos que impidan pasarla bien – Dijo mi madre apoyando la idea de Alondra – Elijan algunas películas para estos días y las v
Narra Alondra FerreyraDespués de esa emotiva noche en la que David y Carmen hicieron las paces, nos pusimos a ver una película los tres juntos para convivir un rato más. – ¿Me dejarían escoger la peli? – nos preguntó David.–Claro que sí – dijimos las dos como si estuviéramos sincronizadas.–Mientras voy a hacer las palomitas – se levantó Carmen del sillón y yo hice lo mismo.–Yo te ayudo Carmen – me ofrecí.–No es nada difícil y quiero que aprendas – me dijo.–Ya te dije que lo que me quisieras enseñar.–Vamos entonces.Entramos a la cocina y Carmen abrió una de las alacenas de la parte de abajo y sacó un aparato rojo con blanco, era más o menos alto, busco la bolsa del maíz para las palomitas, lo conectó a la corriente, poso una cantidad de los granos de maíz, puso la tapa.– ¿No se le pone nada más? – dije con duda.–Esa máquina es una maravilla, cuando salgan solo le tenemos que poner sal y ya.–No se le pone aceite o mantequilla.–Tenemos mantequilla en spray y le rociaremos, p
Narra Alondra Ferreyra–Ese plan me agrada, pero creo que, debes cancelar lo de tú amiga. Ella debe estar pensando, que la veremos hoy a ella y a su novio y bueno, tú ya has quedado de no verlo, para no tener problemas con Carmen – Le recordé a mi chico – Así que, para que no les arruines su fin de semana, te sugiero que les llames, para que ellos hagan sus planes.–Sí mi princesa – Dijo David sentándose en la cama, para tomarse el café – ¿Me pasas mi móvil, por favor?Tomé su teléfono celular que tiene por costumbre poner en la mesa, lejos de la cama, para no estar pegado en la noche a el, antes de acostarnos.–Claro, aquí lo tienes amor – Se lo di – A todo esto ¿Dónde es el recorrido nocturno?, digo es que no sé y me preocupa, que nos vaya a salir un oso o algo.Mi chico parecía que había escuchado un muy buen chiste, enseguida comenzó a reírse como loco contagiándome su risa y comencé a reírme con él también.–Alondra, tienes la mente más imaginativa del mundo. No puedo creer, que
Narra David de MaríaAlondra seguía estando celosa de Lisa y eso a pesar, de que ya le había dejado claro, que era sólo ella la mujer a quién yo amo. Su beso me tomaba por sorpresa, le respondí porque no la podía rechazar y mucho menos delante de la que ella, creía, que era una rival. Lisa nos miraba, mientras nos regalábamos apasionados besos Alondra y yo. La noté como queriendo decirnos algo, pero desistió y no nos comentó nada, al respecto.–David, en serio deben reconsiderar, el ir con nosotros esta noche – Suplicó Lisa – Andrés está deseoso de, conocer a tu chica.Bueno esa era algo, que ya no estaba en mis manos, si mi madre se enteraba, que rompí su regla, esta vez sí, que no me lo perdonará, ya las cosas estaban calmadas, como para que, ahora las vuelva a descomponer.–Lo siento en serio Lisa, pero es que mi madre se cabreó, el día que tomé con Andrés y es por eso que no vamos – Me disculpé – Nos vemos después, no pasa nada.Sí pasaba, porque se sentía muy feo que tus amigos t
Narra David de María–David lo siento amor, pero muero de risa, de escuchar como Carmen ha nombrado, al borracho de Andrés – Dijo Alondra – Sé que es tu amigo, pero espero, que a ese paseo no vaya nadie, que la conozca o le dirá que los vimos allá a él y a Lisa.Comprendía su inquietud, de que alguien le fuera con el chisme a mi madre, pero mejor teníamos que pensar positivamente, para que no sucediera nada de eso.–No Alondra, espero en serio, que eso no pase, pero si llega a pasar, mi madre no puede prohibir, el hecho de que ellos por casualidad, anden en ese paseo también. Digo es un paseo libre y puede ir quién quiera.–Sólo falta, para nuestra buena suerte que allá al paseo llegue Fina con Carmen, mientras estamos con Lisa y con el borracho – Me dijo Alondra riéndose, ella no tenía remedio. – Ya vamos a comprar lo que nos ha pedido mi madre Alondra. Sí no lo hacemos, estaremos en problemas.–Claro vamos, amor.Fuimos a lo más parecido a un súper en el pueblo Alondra y yo, nos pu
Narra Alondra FerreyraCarmen llamó a David casi llegando a la cabaña de ellos y él se debatía entre responder la llamada o no, yo no opiné nada de si debía de contestarle o no, pero él terminó por tomar la llamada para casi colgar enseguida ya estábamos prácticamente llegando a la cabaña.Carmen nos esperaba afuera y en cuanto David se estacionó, ella fue y recogió las bolsas con las cosas que encargo y entramos David y yo después de ella a la cabaña. Ella no nos decía nada y eso no era una buena señal, algo sin duda había pasado pues Carmen no era de las personas que disfrutara de estar en silencio, al contrario ella siempre buscaba hacer una conversación de todo.–Alondra, quiero hablar contigo – Me dijo Carmen seriamente – David, por favor ¿Nos puedes dejar solas?Sí, lo aceptaba mi responsabilidad, la situación era directamente conmigo, estaba segura que la regañada seria épica, lo admito me había comportado como una chiquilla de cinco años.–Madre, no veo la necesidad. Lo que qu