Narra Alondra FerreyraCuando ya terminamos de ayudarle a Carmen y teníamos la tarea del Tec hecha David y yo, nos fuimos todos a la casa para seguir con las demás actividades. Carmen se puso a preparar unas cosas que se llevaría a Valle de Bravo. David y yo subimos a la recámara a hacer lo mismo a preparar nuestras maletas para el viaje que realizaríamos el lunes.Seguía sin poder creer que él tuviera tanta ropa de dónde elegir, algo que me encantaba y al mismo tiempo me daba risa, que yo siendo la mujer con, 5 pantalones, 7 blusas y dos pares de zapatos, ya sentía que eran demasiadas cosas para estar adquiriendo más. Yo pensaba que con eso era suficiente, hasta que me doy cuenta de la cantidad de ropa de mi chico y también Carmen contaba con un guardarropa muy amplio.–Alondra, mi amor. Lleva toda la ropa que te he comprado y además mi madre te ha comprado algunas cosas más que vamos a necesitar en Valle – Me dijo David muy feliz – Espero que eso no te vaya a incomodar mi amor.Ya n
Narra Alondra Ferreyra-Muñequita, cálmate y escúchame por favor - David me tomó a la fuerza entre sus brazos - Primero debes de saber que la única mujer con la que he estado sin un condón de por medio en toda mi vida, eres tú.En ese momento David no siguió diciendo más nada y al separarme un poco de él, vi cómo nos cerraron la puerta de su recámara de golpe. Era Carmen y por la expresión de su cara no auguraba nada bueno, me imaginaba que había escuchado toda la conversación y estábamos en graves problemas.-Mira nada más hijo. Que desilusión ¿De qué hemos hablado tantas veces David de María Ramírez? - Carmen, le preguntó a David - Veo que te entran las cosas por un oído y se te escapan por el otro.-Madre, déjame explicarte es que sólo han sido un par de veces pero no es para que me tires un rapapolvo. No ha pasado nada - Declaró David con seguridad - Alondra está alterada y tú no estás ayudándome.-Pues no, los dos están siendo unos irresponsables y sobretodo tú David. Al ser mayo
Narra David de MaríaMe quedé a solas en mi cuarto meditando todo lo que había ocurrido con Alondra, era el colmo que después de estar tan bien ahora hasta tendríamos que ir a hacernos unos análisis de sangre para saber si teníamos o no alguna enfermedad venérea o peor aún que tuviéramos sida. Traté de eliminar esas ideas de mi mente y me puse a recoger todo el desorden que estaba en el suelo, y todo por esas estúpidas fotografías, no tenía idea del porqué todavía las conservaba. Fui tomando una por una y las tiré a la basura.Alondra volvió a la recámara y se sentó en la orilla de la cama. No me dirigía la palabra ni yo tampoco le dije nada al principio, odiaba cualquier cosa que la pusiera así, que se retrajera, que estuviera tan ausente, no fue sino hasta después que ella se levantó de la cama y me abrazó por la espalda. -David, mi amor. Por favor perdóname - estaba llorando -Lamento mucho todo esto que pasó con Carmen.No era su culpa y afortunadamente las cosas se dieron así, ta
Narra David de María–David, es que tengo mucho sueño aún y también hambre – Se quejó ella – Por favor, podemos antes comer algo.–No mi princesa, los análisis nos los deben realizar en ayunas. Te propongo algo, nos damos prisa y vamos a que nos los hagan y después nos venimos a desayunar con calma.–Está bien mi amor, siendo así vamos a apurarnos.Nos preparamos para salir, sólo tuvimos que peinarnos ya que nos habíamos quedado dormidos ayer con todo y la ropa puesta lo que nos facilitó las cosas para salir rápido de la casa. Bajamos para encontrarnos con mi madre y enseguida nos fuimos al laboratorio.–Carmen, tengo mucho miedo – Dijo Alondra – Espero que no nos vayamos a desangrar ahí.–Alondra hija, no es para tanto ¿Nunca te han sacado sangre? – Le preguntó mi madre a Alondra – No pasa nada y es súper rápido.–En el hospital me pusieron suero, pero no sé si me sacaron sangre o no sentí y ahora si voy a sentir, mejor no hay que ir.–Mi princesa, yo estaré contigo y no pasará nada.
Narra Alondra FerreyraSaliendo del laboratorio, nos fuimos directo a casa de David, la verdad no había sido tan terrible que me sacaran sangre como yo lo pensaba, por algo dicen que tienes que conocer y que vivir las cosas para expresar tu opinión y cómo nunca había pasado por ese proceso, no tenía forma de saber cómo era. De camino a su casa, David me mimaba como sólo él sabía hacerlo y eso me llenaba de amor, de caricias y de suaves besos que me hacían sentir amada, protegida y valorada. Aún no me acostumbraba del todo a eso, pero poco a poco entre más estaba con él, más me iba acostumbrando. Y pensaba que, eso me merecía, que alguien me quisiera tal cual era.–Alondra, ¿Cómo te sientes mi princesa? – Preguntó mi príncipe – Espero ya se te esté pasando la molestia del brazo.–Me siento bien, mi amor, ya no me duele el brazo ¿Tú cómo te sientes?–También bien, mi amor.–Chicos antes de que se me olvide mencionarlo, les aviso que nos iremos hasta el martes a Valle. He conseguido la
Narra Alondra Ferreyra–Pasen chicos, adelante – Les dije emocionada al abrirles la puerta.–Sí, adelante. Están en su casa –Les dijo David.–Gracias – Nos respondieron ellos y después entraron a la casa de David.Estuvimos platicando en la sala y compartiendo botana y refresco, después pedimos unas pizzas para cenar. Para terminar nuestra noche jugamos videojuegos hasta decir ya no más y ya bien entrada la madrugada del domingo mis amigos se fueron no sin antes hacerme la batiseñal para hablar a solas conmigo ya cuando se habían despedido de David.–David mi amor, hablaré con mis amigos un momento si no te molesta a ti, claro está.–Para nada mi princesa, te espero dentro.Me alejé por el jardín de entrada de la casa de David para ir con mis amigos y saber ¿De qué trataba tanto misterio que no podían decirme nada delante de mi chico? Me podía imaginar cuál era su preocupación, pues estaba bastante lejos Valle de Bravo.–Hola chicos, ¿Qué pasa?, ¿Por qué tanto misterio? – Les pregunté
Narra David de MaríaEl domingo me desperté muy tarde, apenas comenzaba a abrir los ojos cuando noté que Alondra no se encontraba a mi lado, lo que causó que los abriera de golpe. Me levanté de la cama y bajé a buscarla pero ella no estaba por ningún lado, me desesperé. Me senté en la sala y me disponía a llamarla al móvil cuando encontré un recado de mi madre que se habían ido juntas al club. Subí a la recámara como flecha, para preparar mis cosas y rápidamente ya estaba listo para irme al club para alcanzar a mi madre y a Alondra. No entiendo por qué no me levantaron, yo soy de fácil despertar. Tomé las llaves de auto y me dirigí hacia allá. Al llegar al club, estaba por hacer una llamada, cuando me encontré con una de las amigas de mi madre del casino. La señora, Fina Morgan.–Hola David, ¿Cómo estás? – Me saludó y abrazó Fina – Acabo de ver a tu madre hace un rato, pero a ti se te han pegado las cobijas.Ok, creo que por eso no me pudieron despertar, ahora fue mi turno de quedarm
Narra David de MaríaNos fuimos a otra área de la alberca dónde había poca gente y pusimos unas toallas en las sillas de ahí para sentarnos, después pedimos a los meseros del área de la alberca unas bebidas. Alondra comenzó a reírse y yo estaba desconcertado, no le veía ninguna gracia a lo que acababa de pasar. Lo bueno fue que lo ha tomado con humor.–David, no puedo creer todo lo que has montado en segundos – Alondra seguía riéndose – Es que se notó perfecto que estás celoso.–Pues claro que lo estoy. No me pareció que se vinieran al club ustedes solas y que además de eso, ese junior capullo desgraciado te estaba viendo así casi desnuda – El cabreo hablaba por mí – No quiero que vuelvas a pasearte así no estando yo.–David, no estaba ahí yo sola con él. Además yo no le estaba prestando atención pero se me hacía de mala educación dejar ahí a Carmen sola si he venido con ella – Decía Alondra – No hice nada malo y si no quieres que ande así medio desnuda como has dicho ¿Dime entonces q