Narra Alondra FerreyraLevantamos nuestras copas para brindar por este amor tan bonito, nos miramos fijamente a los ojos y sonreímos felices por nuestro bello amor.–Salud, preciosa.–Salud, amor.David y yo, chocamos nuestras copas para brindar y después, cada quién le dio un sorbo de vino a su copa. El me abrazó, tiernamente y nos dimos unos muy buenos y apasionados besos, que me hicieron pensar, que la cena, la íbamos a dejar para después, pero David, siempre me sorprendía. Dejó nuestras copas en la mesa de centro del lugar y después, me tomó de la mano. Nos levantamos y nos quedamos de pie, en el centro de la pequeña sala de la estancia.–Alondra, sé que te sonará muy tonto esto, pero ya que no quisiste que fuéramos a tu baile de graduación, yo no quiero quedarme con las ganas, de que bailes conmigo – David, me ofreció, su mano – ¿Bailas conmigo, mi consentida?Era tan dulce, había organizado todo con sumo detalle, ya que yo no quise ir a mi fiesta de graduación, le había hecho un
Narra David De MaríaLos días que siguieron a la graduación de Alondra, los pasamos muy divertidos, con sus amigos de ella, pasando el tiempo, riendo y compartiendo. Mi tiempo con ella, volaba y pasaba con tanta prisa, que me daba mucho miedo, que lo nuestro que pareciera que había sido ayer, estaba a pocos meses, de cumplir los dos años, de amor y de la mejor aventura de mi vida, la de andar con ella, la de amarla y la de ser felices juntos. Ella entró a estudiar Ingeniería Industrial, al igual que yo, que ya le llevaba dos años de ventaja, estábamos en nuestro piso estudiando y haciendo los deberes los dos, cuando ella tuvo un ataque de nervios.–David, tengo mucho miedo a que terminemos – Me confesó asustada – Yo he presentido, en estos días cosas horribles y me lo ha dicho la bruja.–Amor, mi consentida, eso no va a pasar – La tranquilicé, arrullándola en mis brazos – Yo no creo en esa mujer, que frecuentan tu tía Helen y tú. Nadie, puede tener nunca control sobre el destino, nadi
Narra David De MaríaNo comprendía como podían creer en ese tipo de gente, que solo les sacaba el dinero por ser tan ignorantes, nadie podía adivinar el futuro o decir nombres de personas, que supuestamente les estaban haciendo daño o pensaban hacerles, era ridículo creer eso.-Claro que lo acepto Fina, regresamos y vamos afuera - Mi chica, me robó un apasionado beso - Nos avisan, ya que terminen de hablar.Observé a Fina y a la mujer de mi vida, salir de la casa de mi madre, para ir a fumar su cigarro. No entendía, porque mi madre, no me podía decir las cosas, delante de ellas, no tenía nada de malo, si ya Fina sabía quién había fallecido, no sabía porque tanto misterio. Mi madre tomó aire y esperé para que me dijera de quien se trataba, quién había muerto en ese accidente.-David, hijo, es que la persona que sufrió el accidente fue Lola, fue en la carretea de Ixtapa a Morelia, dicen que iba con un familiar, que también falleció en el accidente.Me llevé las manos a la cabeza y no su
Narra Alondra FerreyraDavid y yo, habíamos discutido, de lo más horrible ese día, que él insistió en ir a mostrar sus respetos, con la familia de esa mujer. Era algo, que me había dolido mucho, porque era un día muy importante para mí y él, en lugar de pasarlo conmigo y de ir a celebrar, como habíamos quedado, prefirió irse con esa gente a llorarle a su muerta, pues bien, yo no me iba a quedar sentada en la casa. Ya habíamos salido de vacaciones de invierno en el Tec y ese día anduve de compras con Carmen, aprovechando la ausencia de David.–Alondra, hija ¿Cómo han estado las cosas, entre David y tú? – Me preguntó Carmen – Yo, he notado que, desde ayer, que le di esta noticia, se la han pasado discutiendo.–Sí Carmen, a ti no te puedo mentir – Dije apenas volvimos de las compras del centro comercial – Yo, estoy molesta, porque tú sabes, que hoy es un día de celebración para mí y David, prefiere pasarlo dando sus condolencias, que estando conmigo y no entiende, que ya no puede hacer n
Narra Alondra FerreyraAunque me había dicho que sí, lo había dudado, pues él ya se sentía viejo, de estar con un grupo de chavos, como los que nos íbamos a encontrar en el bar, pues los chicos del Tec, eran algunos de mis amigos, que teníamos casi la misma edad.–Pues yo también lo pensé, no creas que, me es muy atractiva la idea de pasar la noche, entre puro chico del Tec, pero eres mi amiga y al menos un rato, me quedaré en el bar – Axel sonrió – Para que al menos, nos tomemos unas bebidas.–Gracias Axel, en serio, eres uno de mis mejores amigos.–Tú también, eres una amiga, muy especial para mí. Pero ya, vamos, no nos quedaremos en el auto toda la noche.–Vamos.Axel y yo, bajamos del auto y entramos al bar, dónde ya estaban Julio, Javier, Luis Miguel y muchos de mis amigos y compañeros del Tec, nos pusimos a tomar y a cantar, con el karaoke y después de un buen rato y ya entrados en copas, hasta nos andábamos subiendo a las mesas para bailar. Axel se puso a beber con nosotros y m
Narra David De MaríaMe sentía de la fregada, después de varios días, sin saber de Alondra y sin verla. Mi madre y mi abuela e incluso Fina Morgan, hablaron conmigo y me pidieron que reconsiderara lo de Alondra, que viera mejor las cosas, para que pudiéramos arreglar lo nuestro, lo cierto era que, yo había conocido otra faceta de Alondra y era una que no me había agradado para nada, pues no sé, ni como fue capaz de burlarse de la muerte de Lola, porque feliz si estaba y entonces, estando a solas en casa de mi madre, pues ella se había ido a ver a Alondra, decidí llamar a mi colega a Sabadelle, quién respondió mi llamada, al momento.–Colega, que milagro que te acuerdas de mí – Dijo eso al responderme – Espero que me estés llamando, para decirme que vienen Alondra y tú a Madrid.Era lo que hubiera preferido que estuviéramos allá, desde antes de lo que había sucedido con Lola, nos hubiera agarrado en Madrid, a lo que pasó estando acá, era algo que no me cabía en la cabeza, ese comportam
Narra David De María–David, es que eso que me preguntas, es imposible. No puedes sacar de tu corazón tanto amor, eso no se puede hijo – Declaró mi madre – Alondra, es una chica, que te ama y yo, sólo puedo aconsejarte, que pienses bien las cosas y que te tomes el tiempo necesario, para tomar una decisión.Ya no quería pensar más, esto había sobrepasado todos los límites razonables, y por más vueltas que le diera a la cabeza, regresaba al mismo punto, ya no había marcha atrás, aunque me doliera en el alma y en el corazón, la decisión estaba tomada. –Es que eso es lo peor madre, que mi decisión, es casi segura – Seguí con mi llanto inconsolable – La amo, pero no me gusta lo que vi, lo que conocí y lo que descubrí de ella. La idealicé demasiado y no me di cuenta, por no conocer bien, hasta dónde, puede ser tan mala.Se le había caído la venda, y se mostraba tal como era, una persona sin sentimientos, llena de maldad, pero como la amaba tanto, no pensé ni por un minuto, que fuera a ser
Narra Alondra FerreyraMe sentía con un inmenso dolor dentro de mí ser, no podía creer, que hoy vería a David, después de varios días de no habernos visto y tampoco tenido contacto. Salí con las pocas fuerzas que me quedaban, a comer con Axel, pues a David, yo lo iba a ver, hasta por la tarde en el piso. Esperaba que Axel, me saliera con uno de sus sabios consejos, que yo necesitaba demasiado, algo me decía, que hoy sería mi última oportunidad, de recuperar a mi David. Llegué al despacho de mi papá y de ahí, nos fuimos Axel y yo a un restaurante, que nos gustaba mucho a los dos.–Alondra, espero que ya estés lista, para hoy en la noche, ir a celebrar la nochebuena – Me dijo Axel – Yo, me iré de parranda con tu hermana con Anastasia, por si te nos quieres unir. Iremos a casa de otro colega.Él sabía que a mí no me gustaban estas fechas, yo lo único que quería celebrar, era mi reconciliación con mi güero, si era que se daba, y nos amaríamos todos estos días, para recuperar el tiempo que