Narra Alondra FerreyraDavid y yo, habíamos discutido, de lo más horrible ese día, que él insistió en ir a mostrar sus respetos, con la familia de esa mujer. Era algo, que me había dolido mucho, porque era un día muy importante para mí y él, en lugar de pasarlo conmigo y de ir a celebrar, como habíamos quedado, prefirió irse con esa gente a llorarle a su muerta, pues bien, yo no me iba a quedar sentada en la casa. Ya habíamos salido de vacaciones de invierno en el Tec y ese día anduve de compras con Carmen, aprovechando la ausencia de David.–Alondra, hija ¿Cómo han estado las cosas, entre David y tú? – Me preguntó Carmen – Yo, he notado que, desde ayer, que le di esta noticia, se la han pasado discutiendo.–Sí Carmen, a ti no te puedo mentir – Dije apenas volvimos de las compras del centro comercial – Yo, estoy molesta, porque tú sabes, que hoy es un día de celebración para mí y David, prefiere pasarlo dando sus condolencias, que estando conmigo y no entiende, que ya no puede hacer n
Narra Alondra FerreyraAunque me había dicho que sí, lo había dudado, pues él ya se sentía viejo, de estar con un grupo de chavos, como los que nos íbamos a encontrar en el bar, pues los chicos del Tec, eran algunos de mis amigos, que teníamos casi la misma edad.–Pues yo también lo pensé, no creas que, me es muy atractiva la idea de pasar la noche, entre puro chico del Tec, pero eres mi amiga y al menos un rato, me quedaré en el bar – Axel sonrió – Para que al menos, nos tomemos unas bebidas.–Gracias Axel, en serio, eres uno de mis mejores amigos.–Tú también, eres una amiga, muy especial para mí. Pero ya, vamos, no nos quedaremos en el auto toda la noche.–Vamos.Axel y yo, bajamos del auto y entramos al bar, dónde ya estaban Julio, Javier, Luis Miguel y muchos de mis amigos y compañeros del Tec, nos pusimos a tomar y a cantar, con el karaoke y después de un buen rato y ya entrados en copas, hasta nos andábamos subiendo a las mesas para bailar. Axel se puso a beber con nosotros y m
Narra David De MaríaMe sentía de la fregada, después de varios días, sin saber de Alondra y sin verla. Mi madre y mi abuela e incluso Fina Morgan, hablaron conmigo y me pidieron que reconsiderara lo de Alondra, que viera mejor las cosas, para que pudiéramos arreglar lo nuestro, lo cierto era que, yo había conocido otra faceta de Alondra y era una que no me había agradado para nada, pues no sé, ni como fue capaz de burlarse de la muerte de Lola, porque feliz si estaba y entonces, estando a solas en casa de mi madre, pues ella se había ido a ver a Alondra, decidí llamar a mi colega a Sabadelle, quién respondió mi llamada, al momento.–Colega, que milagro que te acuerdas de mí – Dijo eso al responderme – Espero que me estés llamando, para decirme que vienen Alondra y tú a Madrid.Era lo que hubiera preferido que estuviéramos allá, desde antes de lo que había sucedido con Lola, nos hubiera agarrado en Madrid, a lo que pasó estando acá, era algo que no me cabía en la cabeza, ese comportam
Narra David De María–David, es que eso que me preguntas, es imposible. No puedes sacar de tu corazón tanto amor, eso no se puede hijo – Declaró mi madre – Alondra, es una chica, que te ama y yo, sólo puedo aconsejarte, que pienses bien las cosas y que te tomes el tiempo necesario, para tomar una decisión.Ya no quería pensar más, esto había sobrepasado todos los límites razonables, y por más vueltas que le diera a la cabeza, regresaba al mismo punto, ya no había marcha atrás, aunque me doliera en el alma y en el corazón, la decisión estaba tomada. –Es que eso es lo peor madre, que mi decisión, es casi segura – Seguí con mi llanto inconsolable – La amo, pero no me gusta lo que vi, lo que conocí y lo que descubrí de ella. La idealicé demasiado y no me di cuenta, por no conocer bien, hasta dónde, puede ser tan mala.Se le había caído la venda, y se mostraba tal como era, una persona sin sentimientos, llena de maldad, pero como la amaba tanto, no pensé ni por un minuto, que fuera a ser
Narra Alondra FerreyraMe sentía con un inmenso dolor dentro de mí ser, no podía creer, que hoy vería a David, después de varios días de no habernos visto y tampoco tenido contacto. Salí con las pocas fuerzas que me quedaban, a comer con Axel, pues a David, yo lo iba a ver, hasta por la tarde en el piso. Esperaba que Axel, me saliera con uno de sus sabios consejos, que yo necesitaba demasiado, algo me decía, que hoy sería mi última oportunidad, de recuperar a mi David. Llegué al despacho de mi papá y de ahí, nos fuimos Axel y yo a un restaurante, que nos gustaba mucho a los dos.–Alondra, espero que ya estés lista, para hoy en la noche, ir a celebrar la nochebuena – Me dijo Axel – Yo, me iré de parranda con tu hermana con Anastasia, por si te nos quieres unir. Iremos a casa de otro colega.Él sabía que a mí no me gustaban estas fechas, yo lo único que quería celebrar, era mi reconciliación con mi güero, si era que se daba, y nos amaríamos todos estos días, para recuperar el tiempo que
Narra Alondra FerreyraPara que vivir, si él ya no iba a estar a mi lado, ya no lo iba a poder tocar, sentir, besar, sería como estar muerta en vida.–No quiero perderlo, tú me conoces desde hace mucho Axel y sabes que él, ha sido el único hombre, al que he podido amar. No sé, lo que será de mí, si él se va y no quiero que lo haga.Me dolía el corazón de solo pensarlo, sería lo peor que me pudiera pasar en la vida, era la primera vez, que yo amaba a alguien, así como amo a David, a la primera persona que le había entregado mi corazón, y no lo podía dejar de amar, si él me dejaba, no iba a querer vivir.–No llores, cariño – Axel, me envolvió en sus brazos – Te quiero mucho y tienes que tratar de ser más positiva, tú no sabes, si esta noche ustedes se vayan a reconciliar y todo lo estás viendo negro. Mejor, te llevo al piso, te pones preciosa y vas con una amiga mía de un salón de belleza, para que te peine preciosa, te aseguro que David, va a pensársela dos veces, antes de dejarte ir.
Narra David De MaríaAlondra se veía más bella y hermosa, de lo que nunca, la había visto en todo el tiempo que llevábamos juntos, era cómo si de pronto ella, llegó a pensar, que me iba a hacer olvidar todo y me iba a volver loco por ella, viéndola así, como se veía de hermosa, no lo podía negar, tuve ganas de olvidar todo lo que quería decirle, estuve a punto de dejar todo atrás y de lanzarme bestialmente sobre ella, arrancarle ese vestido y poseerla con lujuria, pero pudo más mi razón. Yo no estaba ahí, para que hiciéramos nada, yo estaba en el piso, para decirle adiós.–Alondra – Pude al fin, pronunciar su nombre – He traído esta caja, con cosas tuyas, que has dejado en casa de mi madre, sé que ella y tú, siempre tendrán un vínculo, pero quise traerlas, por si las ocupabas.–David, mi amor, no sabes lo mucho que te extrañé – Ella rompió en llanto – Te amo, te necesito y quiero que arreglemos las cosas, por eso me he vestido y arreglado mucho para ti, para que me sigas amando y para
Narra David De María–Alondra, no quiero que nos lastimemos más, siento que me estoy muriendo y eso que me pides, nos va a terminar de matar a ambos – Le hice ver – Es mejor despedirnos así.– ¿Tan poco valí para ti? Que no quieres regalarme, una última vez, para despedirnos de una hermosa historia, que hoy acaba aquí. No tuve nada que decir, simplemente empecé a besarla, como nunca lo había hecho, porque, cuando chocaron nuestros labios, estalló la pasión que siempre nos había caracterizado, la abracé, porque sabía, que ya no iba a tener ese privilegio, la separé de mí y le fui quitando el hermoso vestido que traía puesto, mis manos están, calientes, ardiendo por solo tocarla.Los recuerdos de todas nuestras noches de amor, se fueron agolpando en mi pecho, amaba a Alondra, parece que no ha pasado el tiempo, desde la última vez que nos amamos, siento un dolor, que me toma desde lo más profundo de mi pecho, la recuesto en el sillón, y lleno todo su cuerpo de besos, no dejo ni un solo